Especie de fiesta-no-fiesta en la Piscina.

525 32 8
                                    

—No estoy segura de esta idea —murmuró Taeyeon, observando con desconfianza a su amiga.

—¿Qué es lo peor que podría pasar? —preguntó la otra chica divertida, sacando sus múltiples materiales maquillantes.

—Pues... —La rubia acomodó sus gafas, subiéndolas por el puente de su nariz—. Nunca me he maquillado —confesó—. Digo, un par de veces para alguna boda o celebración específica... pero era algo muy tenue, casi inexistente —se explayó.

Jessica sonrió, situándose justo delante de Taeyeon.

—Pues hay una primera vez para todo, ¿no? —dijo con una sonrisa, destapando su brocha.

—No me dejes como una drag queen... —pidió la más baja.

Jessica se echó a reír con fuerza.

Taeyeon sonrió, cohibida.

—Vas a quedar bien, te lo prometo —aseguró Jessica, guiñándole un ojo.

Taeyeon sonrió.

A la rubia le relajaba la sensación de la brocha deslizándose suavemente por su rostro.

Pero su corazón latía a mil por hora.

El rostro de Jessica estaba tan cerca suyo...

Podía ver tantos detalles que habitualmente no... Podía apreciar la forma de sus labios, lo suaves que se veían. Observaba en detalle su piel, como sus facciones convivían tan bien entre ellas, formando ese bonito y armónico rostro. Notaba sus poros, la manera en que ella respiraba, tan suave, tan relajada...

Todo.

Veía todo en ella.

Y le encantaba.

La rubia tragó saliva, presa de sus pensamientos.

—No te pongas nerviosa, Tae, estás quedando muy bonita —aseguró Jessica, asumiendo que su nerviosismo era por la tarea que estaba llevando a cabo sobre su rostro—. Ni siquiera te he maquillado los ojos... —informó—. Aunque eso ya debes saberlo porque vas a tener que quitarte las gafas —se respondió a sí misma sonriendo, provocando que de los labios de Taeyeon tirara una sonrisa.

En ese minuto, Jessica estaba comenzando a aplicarle el brillo labial.

—Ay no, se me corrió el labial —se lamentó Jessica, tomando una toalla desmaquillante—. Eso te pasa por sonreír, Tae.

La rubia se echó a reír.

Jessica sonrió, antes de acercarse y corregir su pequeño deslice.

Taeyeon sintió que su corazón iba a desbordarse de lo rápido que latía.

Le encantó la forma en que Jessica le limpió el labio, cómo se concentró, la manera en que su tacto repercutió sobre ella.

Una vez estuvo lista su tarea, la chica castaña se echó un poco hacia atrás.

—Está quedando muy bien, Tae, te ves muy linda —aseguró Jessica, al ver cómo el conjunto de maquillaje empezaba a accionar en su rostro, antes de volver a su trabajo—. Ya quiero ver cómo vas a quedar con los ojos pintados también.

La rubia sonrió burlesca.

—Nunca voy a quedar tan linda como tú —respondió con un dejo de menosprecio hacia sí misma.

Taeyeon no se quería demasiado. Menos en ese período de su vida, donde se estaba dando cuenta de cosas sobre ella misma que honestamente, odiaba tener que conocer.

Compañeras de PisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora