C'EST MA FAUTE (EUNSAN)

20

primer día y EunWoo se sentía listo, realmente preparado.

Ya que el mimo no negaría que estuvo una semana completa, sin haber comido sus tres comidas al dia bien, y estar desvelado la mayor parte del tiempo viendo algunas películas y series respecto al tema del romance, pues sabía que un psicólogo no le ayudaría en nada, así que de aquella forma se haría la vida más fácil  pues se dedicaba cada hora de capitulo observando detalladamente cómo un joven enamoraba a su amor deseado, tomaba nota para no perderse de nada, hasta que se sintió verdaderamente listo para cumplir las misiones que se tenía preparadas.

Paso número uno...darle detalles a tu enamorado.

EunWoo sabía cuáles eran las flores favoritas de SanHa por lo cual compró un gran ramo llevándolo anónimamente en casa de este, pues seria la unica forma de verlo y de su empleo, pero la sorpresa que tenía para aquel sitio simplemente lo dejaría para otro dia.

Dando leves toques a la puerta de la casa del menor, corrio rapidamente detras de unos arbustos, pues su plan era esconderse y pretender ser un admirador tímido y secreto del rubio.

-Para la persona con sus cabellos dorados como una mazorca, lo siento...solo que me da pena confesar mis sentimientos hacia ti, bello hombre que eres Yoon SanHa. ¿qué es esto?.-Para su maldita suerte que tenía, la persona que vio aquellas rosas lo había tomado una persona castalla por lo cual retiró de la tarjeta y se giró dando media vuelta.

-¿Quíen es ese?.-Se dijo así mismo EunWoo al darse cuenta que existía aquella persona en casa de los Yoon. trató de acercarse un poco más logrando escuchar la voz de su amado.

-Mira cariño, he comprado para ti unas hermosas rosas ¿te gustan?.-EunWoo no podía creer lo que estaba escuchando, ¿acaso SanHa tan pronto ya había reemplazado a su ex?

El chico que vigilaba la casa, ya no sabía si estaba alucinando por el simple hecho de estar perdidamente enamorado, pero no se rendiría tan fácil de eso si estaba seguro y lo mejor es que SanHa lo sabía.

-Por dios, no me llames de esa manera Min.

-¡oh pero que lindo detalle! hijo no debes de dejar ir a este hombre, es muy atento, aunque me pregunto ¿por que no me trajo a mi?.

¡Bingo! EunWoo sabia que Won solía querer muchas cosas, por lo cual habia hecho fallar a aquel mencionado, al parecer si había visto muchos dramas pues imaginó un  marcador con el nombre de cada uno y a él mismo teniendo un punto extra. tal vez ya estaba mal. Pues si bien se sabe, el amor es una enfermedad a la cual no muchos quisieran tener, pues si no la tratas con cuidado, podrías ocasionar una obsesión y realmente sería la situación terriblemente mala. Pero EunWoo se  creía capaz de poder tener su bello romance como lo fue desde un inicio.

Ya estaba cansado de tanto esperar y esperar, por lo que rendido procuro entretenerse en su celular esperando que su invitado se fuera de la casa para caer por sorpresa a SanHa. las horas pasaban y pasaban, e incluso el sol ya se había ocultado y aquel sujeto seguía sentado y escondido para no ser visto por nadie.

Las ocho de la noche llegó y por primera vez el castaño se decidio irse, donde rápidamente el espía peli negro los vigilaba no pudo ver mucho el rostro del sujeto pero si estaba seguro que él era mejor que el sujeto que se había marchado en un auto negro, realmente no le tomó mucho interés y justo cuando quiso salir de su escondite, miro las acciones del rubio.

Aquel se había agachado mirando aquella nota que las rosas tenían.

-Que ridiculez.-Dijo con una sonrisa burlona guardando aquel papel en su bolsillo.

-¡SanHa! yo..Grito muy animado el pelinegro saliendo de los arbustos, pero nadie le escuchó, puesto que la puerta simplemente se había cerrado, quedando solo allí mismo fuera.

Por el otro lado, el sujeto negó varias veces, sabía a quién le pertenecía esas letras.

-Appa Won, son para ti.

-¿Qué dices? te las dieron a ti, no las tomaré-

-Se que las quieres y no me lo negarás.-Dichas palabras por el rubio dejó aquel ramo n un lindo florero que decoraba en su casa, sin dudarlo si cumplia un buen papel estando allí pues ocupaba un hermoso color por el cual hacia resaltar aquella pared absolutamente blanca, por lo cual el sujeto mayor ya no pudo negarse y rápidamente fue a demostrarle a su marido lo bien que  había quedado la decoración.

SanHa soltó un bufido, por las actitudes de su padre, donde por un momento decidió asomarse a la ventana, encontrándose la espalda de EunWoo, pues de verdad si la conocía perfectamente, por lo cual asomo su cabeza por la puerta y salió lentamente queriendo pasar desapercibido, pero simplemente lo vio irse.

De seguro iría a la parada de autobús, tenía la posibilidad de correr tras él y de verdad quería hacerlo, sin embargo, había algo que no lo dejaba moverse, se sentía atrapado, como si sus pies estuvieran con cemento sobre el piso del exterior.

-DongMin.-Susurro y como si fuera arte de magia el mencionado volteo encontrando al rubio donde ambos se dieron una mirada, sin palabras, realmente era incomodo.

Al verlo los labios del menor temblaron un poco, pues recordaba toda la felicidad que el mayor le daba, sin embargo aún no se sentía listo para darle una segunda oportunidad.

Un autobús se acercó y de la misma forma el pelinegro se alejó subiendo en este, creía en que era mejor para SanHa pero este no pudo más y partió en llanto corriendo a su habitación y encerrarse en ella ocultándose debajo de las sábanas, se sentía tan terrible, lo peor es que aun sentia amor por él.

De la misma forma el mayor miraba la ventana sin soltar ninguna sola lagrima a pesar de que quisiera, y para su mala suerte, una pareja masculina se sentó frente a este demostrando todo su amor que tenían.

-Estoy muy feliz de que tengamos a una linda niña.

-Yo tambien amor, te amo.-Dicho aquello beso los labios de su novio y sobo un poco en pequeño vientre del contrario.

Sin duda una escena donde EunWoo no pudo más y de igual manera soltó algunas lágrimas procurando no llamar mucho la atención de las personas quienes se encontraban al alrededor.

-No me rendiré, lo prometo no lo haré.