C'EST MA FAUTE (EUNSAN)

21

Segundo intento...

Estaba más  listo para cumplir su segunda misión en la conquista a su amado.

SanHa se encontraba en su trabajo realizando sus labores mientras que el contrario de pelo negro se encontraba con su familia, el padre de este le informaba como iba los negocios, y al parecer bastante bien, DongMin sería el encargado de llevar la empresa, necesitaría mucha madurez y sabiduría.
Pero demostraba en ocasiones no tener interés en la empresa, pues en un día como hoy tenían una importante junta entre los empleados de alta categoría, el hijo del jefe debería estar presente, sin embargo este había llegado tarde obteniendo así mismo un regaño pero se las supo arreglar bien.

Y todo por culpa de un rubio.

DongMin se encontraba fuera de la joyería teniendo otro ramo de flores para el empleado que limpiaba las vitrinas del vidrio que impedía tomar las joyas.

Su suerte apareció, pues una persona en motocicleta se apareció a la casa que se encontraba en seguida donde llegó con un paquete en mano hizo la entrega recogió un dinero y una firma para acto seguido irse, pero rápidamente actuó el pelo negro al repartido de la oficina de correos y habló con él.

_¡Hola! Soy Do KyungSeok y veo que eres un repartidor de paquetes, ¿podrías entregarme uno a mí?, sería un grandioso favor.

-Lo siento, pero solo hago entregas desde la oficina de correos.

-vamos... Solo quiero que ese joven obtenga este ramo, dígale que es uns entrega especial y no le diga mi nombre por favor.-El hombre se veía inseguro, pues no podía creer que él pelo negro señalara al sujeto rubio muy cerca de este mismo.-Le pagaré.

Dichas palabras el mensajero asintió, tomando aquel ramo de flores y adentrarse a la joyería.

-¿Yoon SanHa?

El rubio solamente le miró y caminó hacia el repartidor.

-Tiene una entrega especial, en anónimo.-Dijo haciendo su deber de entregarlo e irse. - Listo señor Do... ¿Señor Do KyungSeok? ¿A dónde fue?.

DongMin en todo el momento observó desde lejos como ers la expresión de SanHa al recibir su ramo, sin embargo cuando vió que el repartidor se iba de la joyería rápido se ocultó para no pagarle.

El repartidor con el ceño fruncido se retiró en su motocicleta mientras DongMin reía un poco de él porque no descubrieron su escondite y volvió a ver a su amado.

Este sonrió al ver el ramo y sobre todo al leer la note, pues decía que una porción era para su papá won que también amaba la flora.

Trató de salir de su escondite pero no lo hizo, se sintió completamente un cobarde por querer no salir de allí así que mejor permaneció unos segundos más hasta que escuchó como una voz diciendo su nombre llegaba a sus oídos.

-Lee DongMin, sal de tu escondite, conozco ciegamente en tu risa.-Obviamente el sujeto asintió y sin temor salió de su escondite caminando hacia su rubio.

-¿qué tal?. ¡Oh un ramo de flores! Me pregunto... ¿De quién serán? ¿Acaso son de tu nuevo novio? Que lindo.

-Te había dicho que dejaras de finjir así que hazlo, se que fuiste tú pero dime ¿qué fue lo que hiciste? El mensajero se fue enojado y lo vi que maldecia en voz baja.

-N... No nada, solo hice todo como debía de ser.-Respondió sonriendo mirando las flores.

-¿Do KyungSeok? Escuché eso del cartero mientras este se enojaba.-EunWoo solo soltó una risita juguetona y no dijo más solo miró a SanHa que este de igual forma comenzó a reír.-Si nuestro hijo siguiera vivo sería demasiado traviesos como su padre.-Habló sin pensar soltando un suspiro profundo cambiando su gesto de felicidad por uno más serio y lleno de tristeza.

-SanHa, tranquilo, si él o ella hubiera nacido estaría muy triste porque sus dos padres no estarían con él, piénsalo, además yo te amo, lo sigo haciendo y no me cansaré de decirlo y demostrarlo, sabes en donde buscarme siempre voy a ese parque esperándote. El día que quieras verme me encontrarás ahí.

-EunWoo yo... Bueno, DongMin ¿KyungSeok? Ya no sé como llamarte.

-Dime de la manera en la cual te sientas cómodo. ¡Oh! KyungSeok fue solo una manera para que el cartero no me deportara a las autoridades y que no tratara algo en contra mía, ya si alguien se llama así y le tocó, pues pobrecillo.-Dijo de forma despistada con una sonrisa donde sus dientes se encontraron puestos.

SanHa al escucharlo no pudo más y soltó una carcajada imaginando se lo que escuchó, DongMin de la misma forma lo siguió.
Una pareja llegó como clientela observando algunos anillos de compromiso.

-Extrañaba tu risa.-Dijo atrevido el pelinegro mirando a su enamorado, pero este posaba más su atención en los clientes después de todo estaba en servicio.

-Disculpe ¿nos mostraría estos?.-Habló uno de los dos chicos que se encontraban tomados de la mano mirando un par de sortijas.

SanHa asintió y se dirigió a estos sacando aquellos dos aros de oro blanco.
Eunwoo por un momento observando a la pareja probarse los anillos y tomarse una foto de sus manos juntas con estos puestos, se imaginó que así se verían él y su rubio.
La pareja terminó comprando ambas sortijas ordenando que les pusieran las iniciales de sus nombres en el interior de este, SanHa asintió e hizo su trabajo como era debido.

-Lo siento, ahora sí ¿en qué estábamos?.

-La Bo... Boda.-Dijo un poco atontado el mayor dándose golpes mentales para mirar a su menor riendo, pero este solo soltó un suspiro pesado (nada bueno) y se acercó a este un poco serio.

-EunWoo, nuestro hijo era el único lazo que teníamos para hablar, ahora que no lo tenemos, ya no existe lazo, te pido que por favor te vayas de aquí y no me busques más.

-Se que ya tienes novio, pero... Al menos dejame crear nuestro lazo de amistad ¿qué dices? Sabemos que tu me extrañas como yo lo hago contigo, ¿amigos?.

SanHa lo pensó un momento ¿por qué era tan difícil escoger una opción? ¿Por qué no es fácil como imaginó?
Cerró sus ojos pensativo hasta que en su mente se le vino una respuesta al abrir la boca, de la misma forma abrió sus ojos donde se encontró a los labios del mayor junto a los suyos, sin duda se quedó impactado, tratando de no seguir el beso a pesar de que fuera tan deliciosos y carnosos sus labios, no se dejaría tan fácil.