"yo no fuí" (g!p)

capítulo #9

( Capítulo con contenido adulto, sensible para gente normal, menos para un camren shippers jaja)

Lauren pov

La película es una de mis favoritas, Camila pasó por todos los estados, se escondió, rió, se emocionó y ahora estaba llorando por el final.
Ver como ella se sentía por la película me hizo recordar las transparencia con la que se expresaba en sus emociones un niño.
La abracé y ella colocó una pierna sobre las mías.

- es una gran película, tenías toda la razón Lauren. Ahora también es mi favorita.

- Amo con la fuerza que defendió a su madre, y la grandeza con la que ambas lograron entenderse y respetarse. Tiene una gran enseñanza, el respeto en una familia lo es todo, es el verdadero símbolo de amor.
Me giré a mirarla y ella estaba muy atenta a lo que le estaba diciendo. le sonreí y ella levantó su mano acariciando mi mejilla y sin aviso alguno me dió un beso. Sus labios devoraban mi boca, Dios está mujer besaba muy bien, no la detendría, está vez solo me dejaría llevar, sin pensar en nada.
Su beso era intenso y la aparición de su lengua era la cereza que le faltaba. Ella levantó un poco más su pierna y frotó mi entrepiernas.
Gemí en su boca, ella mordió mi labio.
Se fue colocando más sobre mi, sabía que ella solo quería un revolcón como lo llamo... Maldije si deseaba dárselo.
Me giré dejándola boca a bajo y colocando mi pierna en medio de las suyas. Llevé mi muslo a su centro y lo froté. Era ella ahora quién gimió.
Ya no me importaba nada más, solo quería que sea mía. Metí mi mano bajo su remera y acaricié todo a mi pasó, llegué al borde de su brasier. Ella dejó de respirar y metí mi dedo acariciando su erecto pezón.
Despegué el beso y la miré sus ojos estaban llenos de lujuria, era mi momento.
Bese su cuello y mi mano acariciaba su pecho, mientras mi pierna hacia lo suyo. Bajé mi mano fui hasta su braga, la acaricie sobre está, ella levantó la pelvis en respuesta. Entonces corrí mi pierna y abrí más las suya, sin aviso corrí su braga y ella tensó su cuerpo entero al sentir mis dedos recorrerla. Maldije se sentia tan bien acariciarla. Con la otra mano levanté su remera y bajé su brasier haciéndome dueña de su pezón. Sin deseo de hacerle esperar más estimule su clítoris mientras mi boca succionaba su pezón.
Escuchaba sus gemidos y respiración. La deseaba tanto, no podía creer estaba siendo mía, yo ya tenía mi pene erecto, ella ni se imaginaba como me calentaba.
Bajé mis dedos y hice unos círculos en su entrada, ella abrió un poco más sus piernas, la invitación perfecta a que hiciera lo que tanto deseaba, la humedad de la zona era realmente buena, ella levantó un poco la pelvis y ese movimiento hizo que la punta de mis dedos entrará en ella, así que empuje hasta el fondo. Ella clavo su uña en mi brazo, yo empecé a entrar y salir sin mucho problema, ya que estaba muy húmeda.
Me adueñe del otro pecho, viendo lo colorado que había dejado el izquierdo.
Me dieron ganas de hacerle sexo oral, así que descendí con mis besos en su abdomen, ella temblaba por mis besos y eso me fascinaba. Me acomodé entre sus piernas, estiré su braga y la rompí. Ella gimió por el roce que le provocó cuando lo estiré.
Saqué mi dedo de dentro de ella y separé sus labios mayores haciendo que mi lengua hiciera su trabajó sin dificultad alguna, era deliciosa y su aroma era increíble...

Camila pov

No podía creer, ella sabía muy bien que hacer con su lengua, era muy ágil, realmente buena, me tocaba los puntos justo, podía venirme solo con su lengua estimulando mi clítoris o entrando en mi vagina.
Creó que nadie podría superar esta sensación.
La miré y sus ojitos verdes me miraban fijamente, verla ahí abajo dándome sexo oral era lo más erótico que había tenido el placer de ver en mi vida sexual.
Ella metió nuevamente sus dos dedos en mi, lo que me hizo tirar la cabeza para atrás, esto era realmente placentero, me encantaba cada cosa que me hacía. volví a mirarla y reparé que ella movía su trasero como si penetrara algo, mordí mis labios, no se imaginaba lo que deseaba que me penetrara con su gran pene.
Creó que ella entendío el mensaje, dejó de embestirme con sus dedos y lo sacó. Bajó su legua chupando mi entrada. Luego se arrodilló entre mis piernas, dejándome ver lo erecto que tenía ya su miembro, saber qué estaba así por mí era un alago, su pene era perfecto, el más lindo que había visto. Se sacó la remera y hizo lo mismo con sus pantalones, quedando totalmente desnuda frente a mí. Y Dios mío, que buen cuerpo tenía, sus abdomen marcado y sus pechos rosa, ya quería probarla completa, yo podía meter mi puño entero en mi boca sabía muy bien que no me costaría nada darle sexo oral y devolver el buen favor.
Ella vino y me ayudó a sacarme la remera con cuidado, por mí codo y el brasier luego, que ya lo tenía desarreglado.
Me acomodé el cabello y ella se acostó sobre mi, dándome un beso, yo acaricie su espalda y apreté su trasero.
Ella bajo una mano y corto el beso, seguí su movimiento, tomó su pene, con la otra mano levantó mi pierna desde la parte de abajo del muslo. Hizo un círculo en mi entrada con su glande, no iba a mentir tenía un poco miedo que me doliera, pero estaba muy excitada como para detenerlas.
Sentí cuando su punta entró y la sensación me hizo encorvar, ella hizo presión para que entrara un poco más profundo, sentía que tocaba parte que jamás nadie lo hacía hecho y yo me agarré de las sábanas, la penetración fue realmente placentera, algo dolorosa pero me encantaba ese dolor ya que estaba muy excitada. Ella comenzó a embestirme muy lentamente y no podía centrar la vista, mis ojos se iban había atrás. Mi cuerpo se comenzó a encorvar, Estaba en el maldito paraíso.
Mordí mis labios y ella se vino sobre mi chupando mi pecho, no podía explicar pero eso era glorioso. Ella entraba y salía de mí produciendo la mejor sensación de placer, no solo era grande, ella sabía ultilizarlo muy bien. Apreté nuevamente su trasero sintiendo como lo movía cuando me embestia, era tan sexy.
Mis gemidos estaban descontrolados, ella también gemía. Soltó mi pecho y vino hasta mi cara, me agarró de la nuca, mientras aceleraba su ritmo, yo me sostenía fuerte de su espalda mientras dejaba tenso mi abdomen.
Apoyó su frente en la mía y podía ver muy bien como me estaba penetrando con su gran pene, entrado y saliendo de mi.