Erick con tan solo 7 años de edad caminaba por el patio junto con sus compañeros hablando de las caricaturas en emisión y los nuevos juguetes que saldrían los cuales sus padres -por ser de una familia adinerada- le comprarían apenas este saliera a la venta.
-¡Muy bien pequeños, acérquense! -ordeno la maestra con una radiante sonrisa, todos los niños corrieron hacia ella, incluyendo el pequeño Erick-Bueno, vamos a hacer una actividad en parejas pero será de un niño y una niña, ya que haremos una pequeña obra de teatro para que sean una princesa y un príncipe, ¿Alguna pregunta? -la profesora sonrió al ver que uno de los niños de la multitud alzo la mano.
-¿Puedo estar con Erick?
-He dicho una niña y un niñ...
-Pero maestra, Erick es como una niña ¡Así que será mi princesa! -la profesora observo a Erick algo asustado por el comentario de su compañero, el pequeño solo jugaba con sus deditos y se meneaba a los lados-Verdad Erick, ¿Verdad que quieres ser una princesa
-¿Es cierto eso, Erick? -le pregunto asustada y un tanto desesperada.
-Y-Yo... a mi me gustaría.
La profesora estaba en shock, era la primera vez que le pasaba esto. Ella no quería aceptarlo pero siempre veía al pequeño Colón tomando la mano de sus compañeros y dándoles besitos en sus mejillas. ''Algo de amigos'' había pensado ella, pero esto ya era algo serio.
Ella hablaría con la Señora Daysi, tenia que salvarla de una desgracia en su familia. Salvarla de un futuro fenómeno homosexual.
-¡¿Que mi Erick que?! -la Señora Daysi indignada azoto la palma de su mano en el escritorio de la profesora.
-Yo tampoco quería creerlo señora y lo siento mucho por no haberle comentado antes -le entrego un pequeño sobre a la mujer frente suyo con una expresión de completo lamento-, Erick es un niño anormal a la vista de sus demás compañeros. Abra el sobre por favor...
La Señora Daysi hizo lo que la profesora había ordenado. Negaba cada vez mas rápido al ver las fotos, como su pequeño hijo tenia las manos de otro niño tomadas o como repartía besitos por su mejilla o frente, o como los abrazaba y miraba.
-E-Esto es una abominación para mi familia... -soltó con rabia, guardando todo en el sobre metiéndolo a su bolso.
-Tenemos que hacer algo, no podemos permitir que Erick siga así o puede pasar a cosas mas graves con el paso de los años.
-Yo me encargaré de esto. -aseguro la Señora Daysi con un rostro lleno de repulsión.
Lo que Erick no sabía es que un completo infierno empezaría para él...
Erick se encontraba en su habitación mirando una de sus películas favoritas mientras comía una gran barra de chocolate y un pequeño vaso de leche a su lado. Todo iba bien, reía por las tonteras de la película y daba grandes mordiscos a su postre así disfrutando de una tarde sin los regaños de sus padres y sus maltratos diarios.
Al terminar la película bajo con sus libretas en mano, con felicidad saltando cada escalón y contando cada uno con su hermosa sonrisa y riendo cuando parecía a punto de resbalarse o caer. Erick a pesar de todo lo que pasaba en su día a día era el niño mas feliz del planeta.
La puerta principal se abrió de golpe, escuchando pesados pasos dirigirse a el. Su sonrisa desapareció, su madre había tomado su brazo y lo había sentado en el sofá con brusquedad haciéndole soltar un pequeño quejido por el mismo.
-¿Que pasa mami? -pregunto con ternura tallando su brazo.
Erick sintió un dolor fuerte en su mejilla.
Erick escuchó los gritos de su madre, reclamándole el por que de su comportamiento hacia los niños.
Erick fue golpeado muchas veces. Su hermoso rostro estaba lleno de moretones al igual que sus brazos, todo su cuerpo le dolía, al igual que sus sentimientos al ser golpeado por la mujer que mas amaba en su vida.
Erick se zafó del agarre de su madre y corrió hacia su habitación así cerrando con llave y acurrucándose contra ella y rompiendo en llanto.
Si, su infierno había empezado.
-¿Pero que dices mujer? -rió el Señor Erito al escuchar lo que su esposa le decía.
-Y-Yo tengo pruebas... -su esposo le extendió la mano y esta le entrego el sobre con las imágenes. El Señor Erito borró su sonrisa burlona, cerro sus puños sin poder creer lo que sus ojos miraban-¿Que hacemos amor?, esto no es normal.
-No, no lo es. Erick no puede ser una pequeña, marica. -escupió con odio y tiro las fotos a un lado suyo-tendremos que tomar algunas medidas, no permitiremos que arruine nuestro apellido, no puede arruinar la prestigiada generación Colón por sus caprichos de niñita.
Erick sintió sus ojos arder, quería llorar de nuevo, gritar y pedir ayuda, alejarse de todos y ser un niño normal, un niño amado por sus padres y no uno los cuales le tienen asco por ser algo que a el le parece normal.
-Dejará de ir a la escuela, contrataremos a los mejores maestros particulares pero el de esta casa no sale. Haremos lo posible por que no tenga ningún amigo, es lo mejor para él.
-Todo por el bien de nuestro pequeño Erick. -respondió su madre con alivio y una pequeña sonrisa.
Erick salió corriendo de nuevo a su habitación y se encerró en ella. Quería perderse de su nueva realidad por tan solo un momento entre los brazos de Morfeo..
La Señora Daysi escucho como tocaban el timbre, con emoción corrió a abrir mientras dejaba a su hijo y una profesora junto al el mientras le daba clases de literatura.
-Erick cariño, quiero presentarte a alguien. -canturreo su madre hacia su hijo de ya 12 años de edad, el niño volteo rápido con una enorme sonrisa con las esperanzas de que fuera algunos de sus pequeños amigos de hace años, pero lamentablemente no fue así.
Una pequeña y linda niña estaba frente suyo con un enorme sonrojo en sus mejillas y jugando con la orilla de su falda, Erick al instante colocó un rostro de confusión.
-Bueno los dejo... -dijo con emoción su madre corriendo hacia la cocina-¡Les haré algunas galletas, ya vuelvo! -Erick cerro sus libretas y miro a la niña.
-Soy Erick colón, un gusto.
- Camila Cabello...
- ¡Genial! -soltó Erick acercándose a la chica, ella empezaba a agarrar confianza con el.
Erick siempre había sido amistoso y cariñoso, no había tenido amigos todo ese tiempo y el tan solo ver a una persona de su edad le hacía ponerse mas feliz aun. Toda la tarde se la pasaron jugando y platicando como si amigos de años se tratase, Erick se sentía feliz después de esos cinco años de infierno que vivió.
-Erick amor, Camila tiene que irse pero mañana volvería si así lo quieren. -los dos pequeños asintieron feliz y se dieron un beso en sus mejillas para despedirse. La niña se fue de casa de los Colón con alegría mientras tomaba la mano de su madre y le empezaba a contar lo que había pasado en la tarde juntos.-¿Que te parece Cami, cariño? -le pregunto su madre acariciando el cabello de su pequeño.
-Es muy divertida, y es una niña muy linda. -dijo Erick disfrutando del tacto amoroso de su madre -cosa que pasaba cada mil años- apreciando el momento.
-Que bien que sea así pequeño por que adivina que... -Erick le miro confundido y su madre sonrió con algo de malicia-¡Camila es tu prometida! -Erick no dijo nada, sonrió falsamente y abrazo a su madre.
Su madre estaba cumpliendo, no dejaría que Erick fuera una abominación para los Colón. Pero lo que ella no sabía es que a Erick no le gustaban las niñas, y nunca dejaría de ser una
''Abominación'' para su familia.
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Matrimonio; Chriserick
Roman d'amour❝Erick sólo quería ser amado.❞ nota: esta historia no es mía, todos los créditos a @nattxn, tengo su permiso para hacer la adaptación. ⇢ Christopher top ⇢ Erick bottom ⇢ m-preg - embarazo masculino ⇢ Adaptación