Matrimonio; Chriserick

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Christopher se encontraba cruzado de brazos apoyado en el umbral de la puerta y con el ceño fruncido mientras observaba a Erick vestirse, peinarse y colocarse un bálsamo haciendo resaltar sus gruesos y lindos labios. Erick volteó y le sonrió a Christopher el cual claramente no se encontraba contento en ese momento, se acercó a él y pasó sus brazos por los hombros de su esposo para besarle con tranquilidad y dulzura. El castaño llevó sus manos hacia la cintura contraria para apegarlo a él e intensificar el beso, a lo cual el pelinegro no se negó y accionó al instante.

Erick sonrió sobre sus labios y rió levemente—Volveré temprano, no tienes por qué ponerte así por un simple día con él, es su cumpleaños y se lo debo.

—Es Richard, nada es simple si estas cerca de él y más si están a solas. —gruñó el más alto apretando con más fuerza el agarre hacia Erick.

—No estaremos solos, estará Temo y Yoandri igual, y recuerda que si va Yoandri...

—Va Joel, lo sé.

—Ves, no tienes que preocuparte. —murmuró Erick sobre sus labios y depositando un casto beso en ellos—Entonces me voy, Temo ya ha de estar esperando fuera. Recuerda darle de comer a Santiago sus verduras, si no quiere tomarlas entonces dile que le compraras un helado o algo pero necesita comer esas verduras, están en el refrigerador por cierto. —Christopher asintió rodando los ojos y acompañando a su esposo hacia la salida. El nuevo auto de Temo se veía frente la casa estacionada con él al volante y con Richard en el asiento copiloto. El más alto al momento de percatarse de aquello, tomó a Erick de la cintura y frunció el ceño mientras hacía contacto visual con el cumpleañero.

Luego de que la pareja casada se despidió y Erick subió al auto, Christopher regresó dentro donde se encontró con un Santiago lleno de lodo y saltando por los pasillos de la casa mientras hacía sonidos con su avioneta de juguete.

—Santi, ¿Pero qué hiciste? —preguntó Christopher acercándose al más niño.

—Ehh niño nuevo me ivitó a jugarr con su perito y me caí a loro poque quería morerme y corí lejos del perito. —dijo abultando sus labios y jugando con sus manitas—¡Pero ee niño nuevo es muuuy bueno! Me rioo asiiii de galletas —extendió sus bracitos y rió—, y me dijo que hablaría contigo para que no me re-gañaran. Ee muy lindo.

—¿Ya se mudaron a la casa de al lado? —Santiago asintió—Y ¿Cómo cruzaste la barda? Santiago Veléz te hemos dicho muchas veces que no debes salir de casa solo, si quieras salir debiste decirme.

—Perón mami. —el castaño bufó y cargó a Santiago.

—Como sea, ¿Cómo se llama el niño?

Santi frunció su ceño y llevó sus deditos a su boca mientras se hacía el pensativo—Mmm... Raniel... y tiene así de añitos. —dijo mostrando tres dedos a su padre y sonriendo ampliamente con su tierna y significativa sonrisa.

—Daniel, dos años más grande, vaya. —Christopher metió a Santiago a la ducha y tomó jabones—Puede que mañana vayamos a visitarlos para darles la bienvenida, de paso puedes jugar más tiempo con él y pueden hacerse amigos. —Santi asintió con rapidez y soltó un pequeño gritillo de la emoción mientras daba pequeños saltitos. Christopher solo sonrió y bañó a su hijo el cual no dejaba de hablar sobre su caricatura favorita y los animales que salían en ella como superhéroes.

Por otro lado, Erick ya se encontraba en un café almorzando junto con los demás y platicando de cosas triviales para pasar el rato.

Al ser el cumpleaños de Richard, este había pedido a Erick todo el día con él sin que un castaño alto e intimidante estuviera tras el cómo su niñero. Erick claramente aceptó y le rogó a Christopher por el día lo cual logró –extrañamente- sin ningún tipo de queja, sabía que su esposo ardía por dentro al verlo con Richard, pero Erick tenía clasificado al chico como su mejor amigo, "Nada que preocuparse" Erick le repetía a su esposo.