Christopher se encontraba sobre un taxi junto con Camila en camino a la casa de Erick. La mano de Cami se encontraba sobre las de su hermano brindándole tranquilidad ya que al haberle contado lo que había pasado con Erick, este se había alterado tanto que hasta pudo haber llegado a llorar y correr hasta su hogar con su esposo para aclarar las cosas y admitir que había sido un completo idiota al mentirle y buscar alguna manera en que Erick lograra perdonarle ya que en ningún momento quería perder a la persona que más amaba por tonterías que había hecho en el pasado.
Sí, Christopher lo aceptaba, había sido un completo idiota al querer alejar a una persona como Erick de su vida. Pero por ello, Christopher estaba completamente arrepentido, y quería reparar cada daño que le había hecho indirectamente, quería hacerlo tan feliz como él lo era en esos momentos a su lado.
—Christopher, hemos llegado. —el castaño salió de sus pensamientos al escuchar la voz preocupada de su hermana a su lado. Christopher miró a su costado y visualizó por la ventana su hogar, tal y como lo había dejado—Creo que aquí es donde me voy a casa, no creo que sea buena idea quedarme. —Christopher asintió y pasó su mano por su nuca.
—Gracias Camila. —la chica le sonrió levemente y se despidió de su hermano. Christopher abrió la cajuela del auto y tomó sus maletas entre sus manos para luego llegar a la puerta y sacar sus llaves que su hermana le había devuelto.
Su corazón latía con fuerza. Christopher deseaba entrar y ver a su esposo feliz de verlo, que se lanzara a sus brazos y le besara con cariño, como tanto lo extrañaba. Pero en cambio sabía que recibiría una no muy grata bienvenida, una en donde los dos saldrían dañados sin escrúpulo alguno.
El castaño abrió la puerta de la entrada principal y dejó sus maletas a un lado de la puerta para alzar la mirada y observar a todo a su alrededor. Todo sonaba silencioso, a pesar de la televisión del salón con volumen bajo. Su sonrisa apareció sin pensarlo dos veces al ver a su pequeño Santiago acostado en el sofá y tomando su biberón mientras veía las caricaturas en la televisión.
—Pequeño monstruo, cuidado te atragantas. —soltó Christopher con burla y llamando la atención de su hijo al cual le brillaron sus ojitos al ver a su padre de nuevo después de alrededor de un mes sin estar a su lado.
—¡Mami! ¡Mami! —Santiago lanzó su biberón a algún lugar de la sala y corrió a los brazos de su padre el cual lo cargó y recibió con risas los repetidos besos de su parte por todo su rostro dejando uno que otro rostro de baba en él.
—Te extrañé tanto SantiSanti. —murmuró acariciando los cabellos pelinegros de su hijo con cariño.
—Santiago Vélez, ¿Por qué la leche de tu biberón está regada hasta la cocina? No hagas desastre... —Erick se quedó quieto y paralizado al ver a Christopher en la entrada cargando a Santiago y el menor abrazando su cuello mientras restregaba su mejilla con la de su padre.
—Cariño —Christopher bajó a Santiago de sus brazos y se acercó a Erick para llevar una de sus manos a la mejilla de su esposo y acariciarla con tranquilidad—, me alegra tanto verte.
En cambio, Erick sintió su corazón apresarse con fuerza en su pecho y sus ojos ardiendo con ganas de llorar al ver a Christopher de nuevo luego de leer aquella carta.
Erick no sabía tan si quiera que decir en ese momento, no sabía cómo sentirse al respecto.
—¿Qué haces aquí? —soltó tratando de no sonar con la voz temblorosa y queriendo ser rudo. Algo que le costaba, odiaba ser así con alguien que amaba con toda su alma.
—Necesitaba verte, y necesito aclarar las cosas, Erick. —el pelinegro entendió y cerró sus ojos con fuerza mientras apartaba la mano de Christopher y daba dos pasos hacia otras—Necesito que me escuches, Erick.
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Matrimonio; Chriserick
Romance❝Erick sólo quería ser amado.❞ nota: esta historia no es mía, todos los créditos a @nattxn, tengo su permiso para hacer la adaptación. ⇢ Christopher top ⇢ Erick bottom ⇢ m-preg - embarazo masculino ⇢ Adaptación