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Diciembre 13, dos meses desde la llegada de Christopher Vélez.    

Christopher con una enorme sonrisa colocó una canasta llena de comida en la cajuela de su camioneta, al igual que algunas delgadas mantas coloro rojo y una caja grande color rosa con un moño blanco reluciente. Al cerrar la cajuela se adentró en el auto para conducir directo a el hogar de Erick el cual en secreto le esperaba con una pequeña mochila con cosas básicas dentro para un día de campo el cual pasaría con Christopher.

El mayor sabía que la madre de Erick estaba en casa con su hijo, más no le tomó la mínima importancia ya que pensaba ir directo con la mujer y avisarle sobre el ''Secuestro'' de su hijo para una sencilla cita en el campo pero como era de esperarse, todo perfectamente para demostrarle a la señora Daysi que no le importaban sus absurdas amenazas y que haría lo que quisiera con su hijo hasta el punto que si él quería, lo llevaría a vivir con él en un departamento para tener lo a su disposición todo el tiempo.   

Christopher había dejado de ser constante respecto a las visitas a Erick por el simple hecho de que empezaba a sentir como su hermana sospechaba sobre su relación. Notó que ya no era la misma de antes, desde aquel día en que ella los vio, ella se había vuelto una chica muy despistada con todo; porque si, Christopher sabía que su hermana los había visto besándose.

Cosa que no le importó en lo más mínimo, sabía que su hermana no sería capaz de hacer algo y lo más alto sería decirle a sus padres los cuales la tomarían a loca y seguirían con sus vida de millonarios con la agenda ocupada. 

Por ese simple hecho prefirió alejarse un poco más, sabía que Erick sufría por ello por el haberle acostumbrado a estar juntos -casi- todo el día, por lo que sabía que estaría preocupado o despistado por igual. En todo ese tiempo sin ver a Erick, aprovecho a comprar un departamento en el cual Christopher pretendía llevar a Erick y así no poder ser molestados por cualquier tontería, así logrando aún más avances en su plan el cual nunca había dejado a un lado. 

Del mayor tocó la puerta de la casa de Erick la cual fue abierta por la señora Daysi con rabia desbordando de ella con solo verlo.    

—Señora Daysi, vengo por su hijo. Lamento informarle que planeo traerlo a casa hasta la noche o puede que hasta el día de mañana. —vaciló Christopher con una sonrisa coqueta burlándose de la mujer frente él.

—Puedo llamar a las autoridades Christopher, eres mayor de edad pero Erick no y estarían a mi favor. —retó la mujer contra el comentario del mayor. 

—Perdone pero creo que no lo terminé de aclarar bien. Es una afirmación señora, Erick se va conmigo y no me importan autoridades, tengo el permiso de su esposo y no pienso hacerle algo de más a su hijo. Así que, si me permite señora. —dio fin a la conversación y pasó de ella entrando a la casa y llamando al menor el cual no tardo en bajar con una pequeña mochila colgando de sus hombros.

—Ni te atrevas a ir con él, Erick. No quieres saber de lo que soy capaz, no quiero llegar a mi límite contigo. —amenazo la mujer con impotencia. El menor miro a Christopher pero este solo río levemente y negó.

—Vayámonos ya Erick, no queremos que la comida se enfrié aún más. —canturreo Christopher y tomó la mano del mencionado—Tenga un lindo día señora Daysi, me da un saludo de mi parte a su esposo. —dijo con burla y salió con el castaño en manos el cual solo sonreía tímido por la seguridad de Christopher.

Erick amaba como Christopher le hacía sentirse protegido e inmune a todo a su alrededor, hacerlo capaz de enfrentar sus miedo sabiendo que él le respaldaría y apoyaría en cualquier momento dejando a un lado las consecuencias. 

Matrimonio; ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora