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Quemados. El deporte que a más de uno le gusta y a otros les hace mojar los pantalones. Desde hace un par de años odio jugar ese deporte pero gusto de ver a muchos caer, en especial a Cartman. Siempre es gracioso verlo caer como el primero.

Sin embargo después de gimnasia las duchas resultan ser el lugar posiblemente más interesante, si deseo buscar algo para distraer mi atención.

Nunca he tenido problema con gimnasia, de hecho siempre salgo antes en todo y no de buena manera. Sin embargo no puedo evitar esperar sin disimulo en los lavados por las duchas, todas están ocupadas en estos momentos. A mi par se encuentra un rubio desesperado usando una buena cantidad de agua.

Su nariz rota denota una cantidad exagerada de sangre. El trata de limpiarla con agua para evitar que se note, eso solo parece empeorar las cosas. Sus temblores y su poca paciencia con eliminar el sangrado solo causan que poco a poco su sangre se mezcle con el agua y cause una escandalosa escena.

—Tweek —hablo Craig — ¿Qué haces? Solo ve a la enfermería.

—No, no quiero ir... además mi nariz está bien.

— ¿De qué estás hablando? Esta peor.

—Estoy bien.

—No seas tonto, solo ve a la enfermería —Regaño su novio. Deje de verlos pero inevitablemente se podía seguir escuchando — ¿Por qué no quiere ir?

—Tu tampoco querrías ir... ya sabes que dicen que Garrison se encuentra a cargo ahora de la enfermería y tras su mandato como presidente, quedo con muchas ganas de comer carne humana.

Hubo un breve silencio.

—Si quieres vamos juntos, escuche que hay otra enfermera y Garrison salió.

— ¿En serio? ¿Y si tiene deseos por la carne?

—Lo dudo, escuche que prefiere los fetos. Venga vamos.

Deje de escuchar tras ese último dialogo. Ellos se marcharon y yo igual. A diferencia de muchos, los góticos no estamos a favor de la "pareja Gay" del pueblo, simplemente porque no nos agrada que sean tan "felices". Es demasiado Disney para ser verdad.

Entre a las duchas y me di un baño rápido. A diferencia de otros días hoy sentía que podría llegar a ser un día medianamente agradable, claro hasta que llegan algunos conformistas y te demuestran que el mundo es solo un hoyo oscuro sin salida donde solo abunda la perdición.

Podría decirse que era un día vacío como cualquier otro, hasta que por casualidad alguien se topo a mi lado. Tomamos gimnasia juntos y es el motivo por el que ahora no salgo tan rápido. El ligeramente parecía aun molesto, así que me rodeo, sin embargo no puede dejar de lado su puesto de "todos me importan".

—Hey —hablo — ¿Estas entrando a clase?

—No tengo opción —Mencione.

—Tus practicas están poniendo en riesgo la integridad de los demás ¿No has pensado en dejar de ser vampiro?

Fruncí el seño.

—Yo no soy un vampiro.

—El punto es... —lo interrumpí.

—El punto es que a ti no te importa la vida de cada uno de nosotros, solo admítelo y así dejaras de ganarte enemigos.

El rodó los ojos.

—Es mi problema si gano enemigos, a ti no te debería importar.

—Yo decido si me importa conformista —el me miro esperando a que continuase —Decido que me interesa.

El tira un enorme suspiro.

— ¿Y en que cambia si te interesa?

—Una tregua siempre y cuando dejes en paz a mis amigos.

—Yo no creo las reglas, solo las sigo.

—Entonces deja de ser un mojón aburrido y deja de seguirlas.

—Para ti es fácil decirlo, no tienes a muchos esperando demasiado de ti —argumento para caminar un par de pasos adelante.

En parte es verdad. A estas alturas de mi vida, a nadie le importa si debe o no esperar algo más de mí. Duras palabras, incluso levemente como una apuñalada agria en mi pecho, viniendo de él, se volvía mas dolorosa pero a su vez hermosa.

Si me deshago de sus ganas de cambiar a los góticos, podría hacer libremente lo que quiera, incluso más.

— ¿Qué quieres a cambio de que dejes tus estúpidas palabras motivacionales?

—Yo no creo las reglas.

— ¿En serio? Dudo que el director PC te mandara con la intención de ayudar a los más desafortunados como los góticos. Quizás no sabes a quien ayudar.

El retrocedió. Conscientemente me estaba acercando a él, invadiendo su zona personal como un vil acosador, era divertido ver su reacción. Su rostro nuevamente chocaba con el mío, estamos tan cerca que puedo ver con claridad su cabello rojo, pelo por pelo. Sus ojos negros tan filosos como una aguja no se dejaron derrumbar.

—Quizás tú no sabes por dónde comenzar.

—Dime, señor perfección ¿Alguna vez te han dado un beso blanco para dejar ese carácter tan irritante?

Sin siquiera inmutarse el mismo demostró firmeza, la firmeza que no sueles escuchar en cualquier parte. El no es alguien dócil, el no es alguien inquebrantable a quien puedas esperar una mirada sumisa, posiblemente se trate de la mirada más fuerte que he visto y he retado. Ni siquiera mi cercanía parece inmutar un solo musculo de su cuerpo.

Podre ser más alto, incluso quien le insulta o carga con una arma blanca en mi bolsillo trasero. Pero él no se inmuta, sigue mostrando firmeza y estoy seguro de que él sabe que no le haré absolutamente nada ¿podría estar equivocado? Y lo está.

—Eso no viene al caso.

— ¿Temes decirlo?

— ¿Porque no solo paras con esto? ¿Por qué sigues buscándome y me dices toda esta mierda? —pregunto. Frunció el seño con un tono de voz entre enojo y cansancio.

Me quede callado por un momento, inclusive le sonreí.

—No lo sé. Supongo que eres el único mojón falso que se interesa en mí.

RAVEN [STYLE] Stan X KyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora