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— ¡Stanley! —Grita desgarrada.

Ella se aproxima y me regala un abrazo. Es una muestra de afecto vergonzosa y más delante de tantas personas, ella no para de llorar. Junto a ella está un "padre" preocupado.

—Menos mal estas bien. Mira como estas.

Ella se puso a detallarme, como si fuera un niño pequeño. No podía sentirme más avergonzado con la mirada de los policías.

—Oficial ¿Dónde encontró a mi hijo? ¿Qué le ocurre? ¿Por qué no habla?

—Lo encontramos al costado de una carretera. Tiene signos de violencia.

Ella palideció. Mi padrastro se puso la mano en la nuca.

— ¿De nuevo? —pregunto.

Ella lo callo.

—Entonces... a Stanley... ¿Pero quién pudo hacer algo como eso?

— ¿Ha escuchado del asesino que merodea últimamente por el pueblo? al parecer su hijo salió en el momento equivocado y a la hora equivocada. Pero tiene suerte de estar vivo.

Ella asintió.

Me expreso más gestos vergonzosos y salimos de la jefatura de policía. El ambiente era diferente, ella por cada mínima cosa se preocupaba por mí, como cuando era un niño y me lastimaba. Mama está alterada. El hombre a su lado cansado y agobiado.

Regreso a casa. En completo silencio ellos no hablan del tema. Mi madre intenta decir algo pero se arrepiente y entra a la casa, yo me dirijo a mi cuarto sin levantar la mirada.

Solo por un breve momento pienso que cruzaran el tema con migo cuando escucho el chirrido de la puerta, pero no entra nadie. Me quedo pensando. Esperando. Pero nunca nadie se acercó a hablar del tema o a decirme cualquier cosa interesante.

Arrugo mi rostro. Es de nuevo como siempre ha sido. ¿Por qué el mundo no es como la ficción? Donde sí te pasa algo todos te aprecian ¿Por qué no puedo ser o tener algo como eso?

Quizás... solo debería esperar por alguien más.

Al amanecer todo sigue igual a lo habitual. Nadie dice nada u opina nada, es como si nada hubiera pasado y para ser honesto esperaba que nadie hablara del tema porque ¿A quién podría interesarle?

Es miércoles pero me he quedado en casa escuchando música, ahora estoy escuchando Paradise de Stratovarius; siempre me recuerda lo que somos. Regreso a mi cuarto para tomar algunas cosas e irme con mis amigos y hacer lo que solemos hacer.

Prefiero estar fuera que dentro de esta "cámara de moralidad."

Escucho la voz de mi madre, pero no le prestó atención. Estoy concentrado escribiendo un poema inspirado en lo que escucho, pero las palabras que uso no riman como deseo. Todo está resultando aburrido o incluso poco elaborado.

Tocan la puerta, yo no pronuncio un "adelante" y aun así se abre la puerta causando un molesto chirrido. De ella emerge mi mama con lo que serian tres compañeros de escuela. Los reconocí solamente por el abrigo de uno de ellos, estoy tan alejado de la escuela que poco escuchaba de ellos.

¿Qué es lo que quieren estos conformistas de mí?

Me retiro un audífono para prestar atención.

—Hola Stan —habla de primeras la voz más segura de los tres presentes. Muestra una sonrisa mientras sus muletas le permiten darse paso al cuarto desorganizado.

—Stan debíamos traerte el libro de esta semana, lo han dejado como tema de examen —agrego Token.

El silencio se formo en el cuarto. Recibí el libro pero no agradecí su acción. Ellos se miraron entre sí por un momento hasta que uno de ellos hablo:

RAVEN [STYLE] Stan X KyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora