RAVEN [STYLE] Stan X Kyle

29

Estuve divagando por la nieve, caminando a casa. Sin un lugar fijo a donde ir, es 10 de noviembre si mal no recuerdo. Si no llego a casa y algo me llegase a pasar, no me importaría si eso llega a ocurrir. Ya nada importa.

Poco a poco llego a las calles de South Park, me entrometo por diversos lugares y camino a paso lento. De todas maneras no hay prisa.

Alguien apoya su mano en mi hombro. Lo tomo como un gesto molesto, no deseo hablar con nadie.

—Oye —musita. Rápidamente una corriente recorre mi cuerpo y volteo a verlo con sorpresa pero el ya se está posicionando en frente de mi — ¿Qué te paso? Te vez horrible.

Como si todo esto fuera un extraño cuento, agradezco a quien llegue este mensaje y le doy un abrazo. El se sobresalta.

Kyle está vivo.

—Oye Stan —llama.

—Estás vivo —repito esta vez en palabras. Trato de demostrar alegría, alegría que él y solo él me ha traído.

—Sí. Pero tu estas hecho un desastre ¿Qué te paso?

—Eso que importa.

—Claro que importa. Antes de pensar en alguien más, deberías preocuparte por ti.

Deshago el abrazo, pero mantengo mis manos en sus hombros.

—Es bueno verte de vuelta.

Sonrío. El parece mantenerse tranquilo, incluso más frío con este encuentro. El deshace el contacto entre los dos y me dice de aproximado: "Gracias por ir por mi". No lo decía en sarcasmo sino como un hecho. Se dio cuenta de que estuve allí. Soy tan feliz.

Iniciamos una caminata por zonas casi desoladas. La niebla y la nieve parecen hacer ver que no hay tantas personas cerca. El habla mucho y yo lo escucho en silencio, pero una conversación jamás es de uno, el busca incluirme y yo le respondo mientras en mi mente no puedo dejar de gritar de felicidad, tengo muchas ganas de comunicarle al mundo todo aquello que ahora pasa por mi cabeza.

Doblamos por el parque. Parece que el clima esta aligerándose. El habla de algo que parece hacerle más crítico, eso me recuerda algo pasado que es interesante.

No puedo evitar mezclar ambos contextos.

—A veces hablas como Wendy —susurro. Espero solo quedase para mí, pero parece que él tiene un oído muy agudo.

— ¿Wendy? ¿Ella no murió?

—Sí ¿Cómo es que sabes de ella? —interrogo, sin esperar que el supiese quien era ella.

—Cartman solía hablar de ella, siempre decía que ella no se suicido.

Me quede callado un breve momento.

—La verdad yo tampoco lo creo.

El ambiente parece por un momento ponerse pesado. Hablar de ella es algo difícil. Pero ahora no deseo volver este ambiente tan obscuro así que apresurado cambio el tema.

— ¿Y dónde te quedaras ahora? Ya no tienes casa o lugar a donde ir.

Tarde o temprano preguntaría.

—Lo sé. Planeo regresar esta noche a Inglaterra.

— ¿Qué?

Esto me vuelve a atar el cuello. Ahora se planea ir, como Kenny.

No te fuiste como Wendy o Cartman, pero si quieres ser como Kenny. Eso es algo egoísta ¿No?

—Este lugar es demasiado para mí. Casi muero ayer y estoy cansado, solo deseo volver con mi familia y dejar este pueblo.

—Dijiste que soportarías hasta el final del año escolar —hable con tono de regaño.

El suspira.

—Estoy cansado. Este lugar es demasiado para mi, quizás más adelante lo entienda pero ahora, el Kyle de ahora solo quiere irse y dejar de pensar en que todo es cada vez mas estresante.

— ¡Ese es el maldito problema! Sabes bien que podría ayudarte y te daría hospedaje para quedarte, solo debes aceptar y quedarte.

—Pues yo no quiero. Me quiero ir.

—Y de paso olvidarte de todo este lugar ¿Verdad?

—Ya habíamos hablado de esto, yo seguiré en contacto.

—No, tienes que quedarte aquí —ordene.

El frunció el seño.

—¡¿Desde cuándo acepte una argolla de compromiso?! Es mi decisión y si a ti no te gusta pues lastima, es mi vida.

—Si fueras listo te quedarías.

—No insistas —dice tratando de calmarse —. Si me equivoco pues será mi problema.

El se da la vuelta para irse, no desea continuar hablando. Pero eso no quiere decir que yo esté de acuerdo con todo lo que él esté planeando hacer. De hecho me molesta que el tome decisiones tan repentinas sin decirme, después de todo acordamos que el se quedaría. Ahora el me apuñala y cambia sus palabras de la nada.

— ¿Qué estás haciendo? —recrimina. Mi lengua se suelta y como si las cosas no estuviesen en un mal momento, él se desata golpeando mi mano con una profunda rabia — ¡Eres igual a Cartman!

Ese comentario me hizo enojar aun más. Yo no soy como ese gordo, solo lo dices porque estas enojado porque yo si me preocupo por los demás, no soy como ese psicópata que buscaba agredir a otros por diversión, por su propia justificación.

De todos modos tú dijiste que soportarías. Que me necesitas.

¿Por qué no solo haces las cosas en la línea que te correspondió?

En la que yo escogí para ti.

Miro con reojo lo que hice. Tembloroso, confundido, enojado, abrumado. Yo solo quería que el cambiara de opinión, que dijese que se quedaría en South Park... porque todo tiene que ser tan difícil.

— ¿Kyle? —menciono, aunque parece más una pregunta.

Lo he golpeado a propósito, el ha caído de espaldas en un camino empinado y parece haberse golpeado la cabeza con un árbol. Esta inconsciente en el suelo, parece muerto.