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Me siento tan perdido. Tan solo. Sin siquiera una señal de alguien con quien compartir este sentimiento tan destructivo y inquietante.

¿Por qué no puedo pensar en algo diferente?

¿Por qué la vida es así?

¿Por qué el mundo es así?

La única compañía que tengo es mi mente buscando desesperada un alma que quiera escucharla sin ser objeto de discusión o controversia. Solo quiero un respiro.

"Ya no es un hombre." Susurran detrás de mí.

"Los hombres de verdad son fuertes." musita otra voz: "Sus padres no supieron meterle eso en la cabeza."

¿Por qué para la sociedad soy basura?

Camino por el pasillo de la tienda con la cabeza baja. Buscando algún videojuego, algún cómic, cualquier cosa que aleje mi mente de todo este caos. Pero por más que lo intento, solo termino mezclando mis pensamientos con lo que veo.

¿Por qué tengo que recordarlo cada instante?

¿Por qué solo tengo preguntas en mi mente y ni una sola respuesta?

Voy a estallar. Quiero llorar, tirarme en la cama y escuchar todo aquello que me pone triste durante todo el día. Aprieto mis manos con arrepentimiento. No debí salir de casa.

Un roce pasa cerca a mi nuca. Me sobresalto de inmediato y volteo respirando agitado. El pasillo casi solitario muestra un rostro familiar. La respiración se detiene y puedo sentir una punzada tan negativa en mi cuerpo que no me da tiempo de siquiera pensar. Mis manos tiemblan y comienzo a sudar. Esbozo una sonrisa nerviosa.

—Hola Stan.

—Ho... hola —mi voz suena entrecortada y desafinada.

— ¿Por qué tan nervioso?

—Por nada en especial —mi mirada decae, pero recuerdo quien está en frente, me regaño a mí mismo y subo la mirada para no perderle de vista.

—Nos veremos luego —muestra una sonrisa.

—Cl... claro.

Me poso en el estante, tirando objetos de limpieza al suelo. Respirando con suma dificultad. Solo deseo salir de este lugar lo más antes posible y que me deje en paz.

Todo fue tan rápido que ni siquiera recuerdo cómo fue que termine cayendo en el pavimento junto a una montaña de nieve dura; Era tan helada que me devolvió a mi actualidad.

—Oye conformista, mira por donde caminas —impuso alguien detrás de mí.

Mis ojos buscan la voz que me reclama, me encuentro con la mirada amarga de un chico pálido, de cabello negro que caía en hondas y fumaba un cigarro. Se denotaba más alto y más amenazante. Pero todo es engañoso algunas veces.

Por primera vez puede ver algo en su mirada que me hizo sentirme en casa.

Había escuchado de los góticos, aquellos que odiaban su vida y daban todo a manos de la perversidad. Un lugar oscuro del que desde ese día en adelante pensaría cada vez más frecuente como medio de terapia.

Yo cambie. A nadie le importo. Pude seguir adelante.

Ahora tantos años trascurridos sé que puedo llevar esto adelante. Solo debo pensar con cabeza fría, debo aceptar todo esto y esperar con calma el día 10.

Tembloroso, camino barias colinas empinadas, parecen eternas. Pero al estar tan perdido en mis pensamientos, parece tan corto el transcurso. Ni siquiera recuerdo como termino mi día en la escuela, solo recuerdo la discusión final que tuve con Kyle.

El me recordó un mal momento.

Todo esto es un embrollo. Mi punto final se aproxima. Me detengo al llegar al final de la larga colina y quizás por la ansiedad que nuevamente recorre mi cuerpo, busco en mi bolsillo un cigarrillo y un encendedor.

No debería hacer algo como esto en un lugar como este pero no puedo evitarlo, creo que enloqueceré si no lo hago.

—Hola —menciono.

Prendo en cigarro e inhaló tan rápido como me es posible, pero exhalo muy despacio.

Unas suaves palabras llegan a mi mente:

"Tú nunca debiste estar en medio ¿Por qué no solo sigues adelante con tu vida y te olvidas de todo?"

Cuanto hubiera anhelado que eso fuera así, pero la vida no es tan majestuosa o color de rosas. Creo que tú sabes mejor que nadie a que me refiero ya que según todos tú tomaste el camino más simple.

—Ha pasado tanto tiempo. La verdad te vez igual que siempre, supongo que eso no te alegra o de seguro ni siquiera te alegra verme.

Tomo una bocanada de humo y me siento con las piernas cruzadas a su lado. Estoy en frente de su persona con la intención de conversar.

—Seis años pensando en lo que me dijiste y para ser franco tienes razón —me inclino y como si esto fuese algo más personal le menciono —Voy a lograrlo y quiero que lo sepas.

Tomo otra bocanada de cigarro pero me cercioró de nunca tirar el humo a su lapida. Parece que le ha crecido mucha maleza y no se puede ver bien el nombre y su dedicatoria.

—Fuiste mi Julieta Wendy, ahora quiero que sepas que tengo a mi Romeo y seremos felices —oculto mi rostro bajándolo al suelo de manera precipitada —. Eso sonó estúpido. Olvida esa parte, solo quiero decir que ahora todo cambiara. Solo debes esperar un poco más.

El viento comienza a soplar y las ramas de los arboles tornan el ambiente más solitario y muerto. Nostálgico. Levanto la mirada mientras viejos recuerdos divagan por mi mente sobre aquel día en donde su madre tanto deseaba y no podía.

Ella grito entre lágrimas delante de todos, mirándome como un monstruo:

"¡Por tu culpa mi hija se suicido! ¿Estás ahora feliz?"

RAVEN [STYLE] Stan X KyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora