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Otro día de clase. Solo ha transcurrido un día y todo sigue exactamente igual a como lo recordaba. Todos siguen siendo tan miserables, la diferencia es que ahora no hay un gordo en cada rincón. Quizás por ello me molesta tanto tener que ver carteles en pequeños puntos de la escuela con el nombre de Cartman.

Ya se murió. Se fue... se fue... no volverá...

Una brecha indica que mi rostro sonríe cada vez que paso por esos puntos. Pero el fuego pasa por mi corazón y lo hace arder.

¿Por qué no enterrar todo esto?

Jimmy parece seguir buscando. Yo lo observo sin decir o hacer nada ¿Qué podría hacer de todas maneras? El es cada vez más perspicaz. Cada vez atina mas a donde ir, yo no sé por dónde comenzar. Todo esto me frustra.

Hoy 8 de noviembre todos parecen tener el mismo humor que yo. Algunos quieren subir los ánimos después de tanto desastre, solo desean que todos parezcan un festival de risas y alegría, pero eso no puede ser cuando sabes que alguien esta asechando y cualquiera podría ser el siguiente.

El auditorio es el lugar perfecto para arreglar todo y ubicar a cada estudiante. Arreglan mínimos detalles aquellos quienes quieren puntos extra y otros que desean participar en el evento. No sé donde entran los que no están en ninguno de los dos.

Sé que esto me meterá en problemas, pero de todas maneras no ha cambiado nada la aguja de mi vida.

—Hola Stan —hablan detrás de mí. Al parecer se está volviendo repetitivo el día de hoy.

Volteo a mirar. Me encuentro con un rostro familiar, alguien que solía conocer y que parece que nos distanciamos tan pronto cada uno encontró su lugar.

—Escuche lo ocurrido —menciona con su voz chillona pero con la prudencia suficiente para que solo yo lo escuche.

—Parece que todo South Park ya lo sabe.

—Un poco. Lamento lo que paso y me alegra que estés bien.

—Claro.

El mostró una sonrisa solidaria. Sabía que lo decía en serio porque Tweek y yo fuimos amigos. Quizás en el interior de ambos aun queda un poco de esa amistad de dos niños solitarios. Por un momento recuerdo buenos tiempos y una sensación se hace presente casi al instante.

— ¡Tweek ven, necesitamos ayuda! —llama a su lejanía Annie.

El se levanta y se marcha. No habla mucho más que lo normal.

Un ligamento me pone inquieto. No despego mi mirada porque mi mente está pidiendo a gritos una sola cosa.

Me levanto de la tarima. Busco una salida antes de enfrentar obvios problemas con el director PC. La verdad no me importa qué nivel de castigo tenga, este es un mal momento para pensar en ello.

Camino por el pasillo en dirección al baño. Todo está en silencio. Por un instante un profesor merodeando los pasillos estuvo a punto de descubrirme fuera de clase. Fue algo de suerte y agilidad. Espero por un momento a para que el siga su camino y después entrar al baño que está a solo unos pasos.

Fue rápido. Apenas abro la puerta mis ansiedades empeoran. Es una completa sorpresa encontrarme con el judío. El por el reflejo del espejo enfoca la mirada en mí, sus ojos negros parecen más filosos de lo normal pero para ser honesto el siempre tuvo una mirada más filosa que la mía.

— ¿Escapando de clases? —le pregunte con una sonrisa.

— ¿Qué estás haciendo? —Pregunto con la voz tosca, eso me puso en alerta —De repente volviste.

—Ah sí...

El se adelanto a mis palabras, esta vez dejo de mirar el espejo para verme a los ojos.

—Eres un mentiroso, de la nada apareces —apretó sus dientes con rabia —. Dijiste que alguien te tenía amenazado.

—Es verdad —me arrime a él cerrando la puerta consigo —No mentía en lo absoluto —corto la larga distancia que ambos teníamos y toco su mejilla —Yo no te miento Kyle.

— ¿Entonces porque volviste a la vida sin decir nada?

—Porque desapareció. Me dejo en paz.

El frunció el seño. La respuesta que le proporcione no fue lo que él deseaba.

—Claro. Por eso lo relacionas con el asesino que ahora merodea South Park.

—Nunca dije eso.

—Jimmy ya me interrogo, el me pregunto y me lo dijo.

—Fue la policía quien lo dedujo.

—Y tú lo seguiste —el aparto mi mano, lo hizo más suave de lo que esperaba —.Dime ¿De quién estabas huyendo?

— ¿Por qué tantas preguntas? —me pongo a la defensiva.

El está tan irritado como yo.

—Ya no sé si todo esto fue demasiado.

Muestro una sonrisa incrédula.

— ¿Y cómo crees que me siento yo?

RAVEN [STYLE] Stan X KyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora