RAVEN [STYLE] Stan X Kyle

32

Estoy temblando pero no es tanto de frío sino de ansiedad. La idea de tener una linterna resulta contraproducente quizás podrían darse cuenta ahora de donde estamos.

Las gotas se deslizan del techo, causan un sonido casi tan mortificante como los truenos. La lluvia no se ha disipado, de hecho sigue aun más intensa que de lo que estaba en la tarde.

Escucho un quejido detrás de mí. Me volteo asustado para encontrarme con Kyle cabeceando, parece quejarse del frío pero a su vez muestra señales de tener sueño. No tiene manera de usar sus manos para obtener calor y si me arrimo de seguro se pondrá agresivo como hace unos momentos.

Bueno, el tiene una mirada más nerviosa desde que lo miro de vez en cuando con la navaja que tengo en mis manos. No tengo sueño así que constantemente miro mi entorno y el parece estar más amigable, eso podría darme la proximidad para acercarme a él.

Me aproximo a su regazo, si estamos uno al lado del otro podremos obtener calor. La idea parece tomarlo por sorpresa porque retrocede golpeándose con la madera, baja la mirada como un chico sumiso. Es raro verlo en alguien como él.

Rodeo mi mano en su hombro y con la mirada baja, puedo notar con más claridad su cabello rojizo. Esta largo, tan largo que llega a sus hombros y se alborota con tanta rebeldía que parece ahora tener un serio problema para controlarlo.

—Me gusta tu cabello —susurro con suavidad.

El se estremece, estoy cerca de su oído izquierdo.

—No son mis mejores fachas lo sé, pero pronto todo esto será mucho mejor.

Beso su cabeza, pero él no responde. Hoy está muy tímido.

— ¿No quieres decir algo? —pregunto animado. Moviendo mi mano con la idea de invitarlo a hablar.

— ¿Podrías... guardar eso?

Entiendo a que se refiere de inmediato. Pese a su pregunta tan estúpida no me quita el buen humor que ha formado su presencia.

— ¿Por qué no me dejas ir? No tengo nada que ofrecerte o que darte.

—Eso no es verdad —aprieto mas el abrazo y avecino mi mano armada a su cuerpo poniéndolo más inquieto —. Eres mi sacrificio.

— ¿Qué?

—"Eso no es algo que tu elijas" —recite —"Quiero ayudarte".

Por lo menos la noche no fue tan mala. Pese a estar mojado e irritado. El estuvo a mi lado sin protestar, acompañándome como prometió y compartiendo esa cercanía que tanto necesitaba y extrañaba. Cuanto extrañaba pasear mi mano por su brazo, o el batallar con su cabello o el...

Un ruido me saca de mis pensamientos. Me levanto tan pronto como me es posible y él se contrae, como si el ruido no le hubiese sido una sorpresa. Parece intranquilo por alguna razón, supongo que es porque desea que le quite las cuerdas y lo deje volar su imaginación pero este no es momento de eso.

Decido dejarlo allí. Salir por un momento a la superficie con la idea de mirar a detalle que está ocurriendo. Soy cuidadoso, no deseo llamar demasiado la atención en caso de que ellos estén aquí.

Después de hablar con Butters, los rumores de la desaparición de Kyle se hicieron virales como era de esperarse todo se volvió una noticia, el e incluso otros acontecimientos ocurridos a inicios de este mes. Todas estas noticias llevaran a una investigación para dar con el paradero del judío y eso no es conveniente.

Miro de lado a lado, giro mi cabeza tan rápido que mis pies deben tomar el ritmo de caminar a paso lento mientras que la parte superior de mi cuerpo hace lo diametralmente opuesto. Cualquier ruido me pone los pelos de punta, eso es una desventaja cuando escucho cada gota caer.

Un crujido suena detrás de mí, una tabla vieja que denota un falso paso y puedo jurar que estoy apartado del comienzo de esa tabla; hay alguien detrás de mí.

Volteo, defendiéndome de quien fuese el que estuviese detrás de mí. Hago un corte precipitado al aire. Atrás no hay nadie y me estremezco. Escucho algo nuevo y vuelvo a atacar pero no hay nada.

Los ruidos de esta casa me están enloqueciendo... como la historia de Henrietta cuando vinimos por primera vez y dijo que el hombre dentro de esta casa, enloqueció en este lugar y en ese momento pensé que se trato de algo irrelevante.

Trago, nervioso. No he dormido, estoy agotado y a la vez no sé en qué momento Kyle se vuelva irracional y el mundo se venga en contra. Todo es tan estresante. Me está punzando un dolor en la cabeza y mis ojos están empezando a molestarme, no suelo pasar dos noches y otros cuantos días con cortos periodos de sueño.

Otro ruido resuena por el eco del lugar, no me la pienso mucho pues de inmediato me regreso pero esta vez con la intención de apuñalar más directo lo que sea que este delante de mí.

Un estruendoso crujido impide que mis ojos y mi mente no tomaran esto como algo negativo, incluso molesto. No bajo la guardia inclusive cuando mi mirada busca una explicación.

El retrocede asustado, temblando y respirado tan agitado que en cualquier momento pareciera que su corazón estuviese a punto de fallar, sus ojos se vuelven más grandes de lo habitual y pese a estar armado con un bate de béisbol, parece no reaccionar.

Saber si esto podría ser real y no una alucinación me pone intranquilo. Incluso me pone molesto que mi mente este engañándome. Decido entablar una conversación mientras el aprieta sus dientes y retrocede chocando con una pared de madera y maleza.

— ¿Por qué tu estas aquí? —pregunto.

El se demora en responder y no tengo pensado esperar demasiado. Además el aun me liga a mis errores ¿Verdad?

— ¿S...Stan? —pronuncia.

Estoy tan cansado, solo quiero que todos me dejen tranquilo viviendo como quiero vivir.

— ¿Por qué no estás con tu novio eh?

Tweek me miro aun mas extrañado.

—Baja el arma Stan.

— ¿Por qué? ¿Piensas forzarme?

—Quiero hablar, es todo.

—Habla y yo decido si quiero o no quitarla de en medio —amenazo.

Algo me dice que no debo confiar en él, incluso el parece más nervioso; y para ser sincero debo terminar lo que inicie de todas maneras. El fue mi amigo pero ahora puede ser otro Cartman en el camino.