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Es fácil la rutina de Akane, se la pasa en el hospital y cuando no es así está en su casa tratando de aprender nuevos recetas de cocina...Aunque es un asco para ser sinceros. La chica no tiene una vida agitada o emocionante, al menos que este en turno en urgencias pero realmente todo ya lo tiene planeado.

-Akane, debes ir por los abrigos de papá. —Kazumi, la hermana mayor, le entrega una nota de la lavandería. —Después de tu trabajo debes pasar, por favor.

-Claro. —La menor recibe la nota y la guarda en su bolsillo del pantalón blanco que trae puesto.

Se despide de su hermana y se dirige al auto azul, siempre supo que tener uno propio le iba a servir mucho en el futuro.

..

Ranma trataba en ese momento en no enloquecer frente a la directora del kínder donde asiste Sasuke pero la lentitud de la señora de 56 años es demasiada para él.

-Entonces. —Comienza el de cabello negro. —Usted, quien es la autoridad de aquí ¿me está diciendo que un niño de 5 años burlo toda su seguridad y escapo?

-Sí.

Ah, en serio está a punto de gritarle y demandarlas por su descuido.

-¿Cómo es posible eso?

La señora con canas en su cabello café mira la taza, la cual tiene escrita: "la mejor directora del mundo".

-Bueno... Su hijo es especial, Señor Saotome. —Aparte su mirada de la taza y se concentra en el hombre apuesto que esta rojo del enojo. —Usted le ha ensañado muy buenas técnicas a su corta edad.

-¡Tiene cinco años!

-Así es, pero siendo su padre debe saber lo inteligente que es su hijo para ser capaz de esto. —La señora se levanta y camina al mueble que guarda la mayoría de las fotos de los que han estado en el kínder. —Su hijo no tiene mamá y no estoy diciendo que este mal... Simplemente que usted es... Bueno, intenso.

Ranma bufa, su celular empieza a sonar pero lo ignora. Si no encuentra rápido a su hijo sabe que va terminar haciendo una masacre y nadie lo podrá detener.

-Tiene una hora. —Se levanta y arregla la corbata que tiene en su cuello. —Una hora para encontrarlo y no ser demandadas por su incompetencia.

Camina a la puerta y sale de la oficina de la torpe mujer, atiende el celular que no ha dejado de timbrar.

-Habla.

Esa tarde alguien fue despedido por Ranma Saotome.

..

Akane mira al niño de cinco años y no sabe qué hacer, nunca ha sido buena con los niños y menos cuando estos intentan jugar con ella. Es torpe y brusca, lo hará llorar en menos de dos minutos.

-Hola, niño. —Sonríe. — ¿Estás perdido? ¿Necesitas que les hablemos a tus papás?

Solo iba por un almuerzo en la tienda de 24 hrs y seguir su camino al trabajo, no contaba que el pequeño apareciera y le agarrara de la mano. Realmente se sorprendió que no se asustara cuando lo soltó de golpe, fue tanto su sorpresa que no pensó bien sus acciones.

-Nop. —El niño de cabello negro y ojos azules tomo de nuevo la mano de Akene. —Apa esta trabajando y... ¿Ama? No sep. —Mira a su alrededor. —Me salí de linder.

-¿Linder?

El pequeño asiente, señala un jugo de manzana. Akane suspira, le comprara el jugo y después lo llevara a la policía para que encuentren sus papás. Seguro su mamá está muy asustada ahora mismo.

Después de pagar un paquete de almuerzo y el juego del niño, van a su auto y lo sube atrás, le abrocha el cinturón de seguridad y de inmediato se va al asiento de conductor. Suspira, ese niño es muy confiando si no fuera porque la vio primero pudo acercarse a un pervertido. Esa idea le aterra y agradece que el pequeño se acercara a ella aunque es pésima tratando con los niños.

-Iremos con los policías para que notifiquen a tus papis ¿sí?—Mira al niño en el retrovisor y este sonríe.

-Sasule. —Dice levantando su jugo.

-Akane. —Al parecer le cuesta trabajo aun unas palabras y su nombre.

Pide una canción y con gusto se la pongo, en el trascurso del viaje los dos cantamos con alegría "PonPonPon."

...

Ryoga suspira y ve con el ceño fruncido a Ranma, aunque se calma cuando recuerda el porqué del ataque de enojo en la junta de hoy.

-Ranma es mejor que vayas a buscar a tu hijo. —Su amigo se deja caer en la silla de su oficina.—De esta manera terminaras haciendo que todos lloren o sean despedidos.

-Les di una hora a esas brujas. —Contesto, pero realmente se encuentra muy ansioso. Su preciado Sasuke puede estar llorando ahora mismo.

Niega con la cabeza y le insiste que vaya al kínder para ayudar a buscarlo pero antes de que pudiera decirle otra cosa, su celular suena y de inmediato contesta.

-Lo encontramos.

Casi llora del alivio. Casi.

Papá Soltero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora