Papá Soltero.

05

Detengamos un momento esta escena, donde Akane esperaba en la entrada del parque de diversiones a un niño de 5 años que la invito para jugar con ella, y aunque de un modo no pudo rechazar, también es extraño que hiciera que esta favor... Alguien puede pensar cosas feas de ella.

Suspiro y miro sus zapatos blancos, aunque no son especiales como los que usa en el hospital, se siente cómodos con ellos y le ayudaran en la larga caminata que le espera. Volvió a buscar al pequeño Sasuke y su papá entre la multitud y espero que no tardaran tanto, al menos para que pudieran pasar un buen rato antes de que volviera al trabajo.

-¡Alane!—Grito el pequeño, Akane volteo a su izquierda y pudo observar al niño de 5 años corriendo y atrás de él, su papá con cara de amargado. — ¡Ya llegamos!

La chica lo recibió con una sonrisa, en cuanto el infante estuvo delante de ella enseñándole su nuevo juguete que su papá le compro hace unos días, la doctora le acaricio el cabello con ternura. Escucho con paciencia al menor, tratando de recordar todo lo que le contaba, porque sabe que las palabras de un niño son valiosas.

Ranma al observar la dulce sonrisa de la loca, pensó que tal vez sí fue una buena idea dejar a su hijo verla y que pasara el día jugando con la chica. Le llamo a los dos que seguían en una entretenida plática de Anpanman, enseguida tanto como la chica y el niño, le brillaron los ojitos al enterarse que pronto se encontrarían en los juegos del parque de diversiones. Siguieron a Ranma agarrados de las manos, riendo en cuanto pusieron un pie en el parque y mirando todo alrededor de ellos.

-¡Están tocando a anpannam!—Dijo emocionada Akane al pequeño, asintió también con una gran sonrisa.

El padre del niño de cinco años solo los observo, los dos cantaban entusiasmados aquella canción. Los dejo que siguieran caminando y cantando, él se encargaría de buscar un mapa para dirigirse al primer juego que permitía a Sasuke entrar.

-Iré por un mapa. —Le aviso a la doctora, ella levanto el pulgar para darle entender que escucho y que cuidaría al niño. —Al menos sé que escucha. —Susurró para él mismo.

El hombre camino para ir a centro de atención, mientras que Akane seguía con Sasuke cantando, y aunque al principio la chica no sabía qué hacer con el infante y cómo tratar a alguien de 5 años sin ser brusca, resulto todo lo contrario. El hijo de ese amargado es muy especial, le saco ese lado infantil y protector que no sabía que tenía, así que ahora se encuentra cantando a todo pulmón una canción infantil sin importarle las miradas.

-¡Mira!—Sasuke señalo un puesto de algodones de azúcar. — ¡Vamos por uno!

-Claro. —La de cabello azul agarro con un poco más de fuerza del niño para que no saliera corriendo y se dirigieron al dulce.

Ranma rodo los ojos cuando la mujer de la cabina de ayuda le comenzó a coquetear, está a punto de gritarle y apartar su asquerosa mano de su brazo pero recordó que la última vez lo sacaron de un lugar por hacer llorar a alguien. Suspiro, se controló lo más que pudo, agarro el mapa y se fue sin siquiera escuchar por completo el número de la molesta de cabello negro.

En cuanto se encontró en lugar que había dejado a su hijo y esa loca, comenzó a buscar a los dos pero mientras observaba no los encontraba.

-Oh no. —Se giró para buscar más pero nada, ni una señal de la cabellera azul que secuestro a su hijo. —Oh, no, no, no.

Está a punto de perder el juicio.

Akane pagó los algodones, miro al pequeño disfrutar su dulce y sonrió. Es hora de buscar al hombre antes de que no los encontrara, volvió a tomar la mano del pequeño y caminaron hacia los había dejado Ranma pero antes de siquiera dar unos pasos, los alto voces sonaron y una voz conocida habló.

-¡Akane Tendo, devuélveme a mi hijo!

Sasuke y ella se miraron con confusión.

-¡Secuestradora de niños bonitos!