Ranma Saotome puede ser un cretino con las mujeres, pero al llegar a casa se convierte en un papá cariñoso.
Akane Tendo, una chica solterona que solo vive para trabajar de médico. No le importa formar una familia, pero al conocer a Ranma y su hijo...
*Hace tiempo queria hacer este crossover con mi fic Inukag en este fic*
*Este capítulo esta dedicado JaniaMolinaVillalobo porque me escribió super bonito y me inspiro para escribir este nuevo capítulo*
*Aparecerán constantemente estos personajes de mi otro fic porque los amo y los extraño JAJA*
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Después de comer las brochetas y que su hijo estuviera hablando sin parar con Akane, lo cual a Ranma no le molesto y en algún punto le pareció tierno, los dos adultos decidieron ir al parque para que el pequeño pudiera jugar un rato y ellos hablar, pues es necesario que al menos tengan una relación amistosa ya que parece que Sasuke no soltara a la doctora.
Los tres llegaron al parque que se encuentra cerca de la casa de los Saotome, de inmediato el menor de todos salió corriendo a los juegos de los niños mientras que gritaba de alegría, los dos adultos caminaron con más tranquilidad a una banca cerca del pequeño para vigilarlo y platicar con paz.
-Sasuke le encanta venir a jugar aquí. —Dijo Rama sin apartar la mirada de su hijo. —Pero tengo poco tiempo para acompañarlo y se encarga más su nana.
Akane asiente con comprensión, aunque ella quiere ofrecerse para cuidar al menos al menos unos días a la semana y verlo jugar en el parque, sabe que su trabajo también le exige mucho de su tiempo y le apena no ser de ayuda.
-Es un buen niño. —Dice la mujer con una sonrisa, mira por unos segundos al papá de Sasuke y pronuncia con tranquilidad. —Lo has educado muy bien.
Las palabras de la doctora son cálidas y le producen una pequeña sonrisa en sus labios, sabe que es su obligación cuidar y educar a su hijo pero que alguien te diga que lo has hecho bien aun cuando a veces no sabe qué hace, es... Muy gratificante.
-Gracias, aunque aún tengo un gran camino. —Ranma mira a la doctora y le sonríe, de un modo siente que no estará solo en lo que hace falta en su camino por la vida. —Y gracias por apreciar a mi bebé.
Akane siente sus mejillas enrojecer y se regaña por la acción tan infantil de su parte, así que solo levanta el pulgar para darle a entender que está de acuerdo y aparta la vista para no morir de la vergüenza. Saotome ve la acción de la mujer y ríe con emoción, jamás pensó que ella sería de las que se apenan tan fácil pero es un descubrimiento muy interesante.
-Entonces...
-¡Alto, conejo!—La voz dulce de una chica se escuchó, haciendo que Akane se detuviera de inmediato y mirara a esa dirección. Una chica de estatura mediana y cara inocente corría detrás de un niño de 5 años, más atrás de ellos estaba un chico caminando tranquilamente. — ¡Te estoy hablando, respétame!
El hombre de cabellos plateados suspira y niega con la cabeza. —Conejita, tu propio hijo es igual de rebelde que tú.
-¡Cállate y ayúdame a atraparlo!—La mujer de cabellos azabaches le da una señal a su esposo y este solo asiente y comienza a correr junto a ella.
Los dos adultos se quedan plasmados por tal escena y comienzan a reír, no pueden creer que existan personas tan raras. Ranma limpia una lágrima que salió por la risa.
-¿Podemos hablar informalmente?—Le pregunto a la doctora con una pequeña sonrisa. —Creo que nos veremos más a menudo y no quiero sentir que tenemos una relación tan distante.
-¡Claro! Llámame Akane.
-Dime Ranma. —Dice el hombre. —Seamos buenos amigos.
Los dos estrechan su mano del contrario, de algún modo saben que sus aventuras junto con el pequeño Sasuke comenzaran.
