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Akane le dio una mirada al policía que tacleaba desde su lugar en la computadora, ese hombre le dijo que no se puede ir hasta que el tutor del niño venga. Claro que reclamo y trato de irse aunque le dijeran que no pero Sasuke la miro con esos ojos de cachorro, haciendo que se quedara con él y ahora estuvieran viendo en su celular un video de su programa favorito.

-¿Tanto te gusta Bob Esponja?—La chica bostezo, el niño la ignoro y siguió mirando a la esponja amarilla. —Bueno, esa fue una señal de que te deje en paz.

No tiene problemas en cuidar a Sasuke, realmente el niño es muy bien portado y no se ofende si no quiere jugar con él pero su trabajo la está esperando, jamás ha faltado y aunque ya envió un mensaje del por qué no llegara a la hora de su entrada, no puede sentirse tranquila. Realmente espera que lleguen pronto por el niño.

Entonces una señora ya mayor entra a la estación, camina con apuro hasta donde se encuentra Akane con Sasuke.

-Lo lamento, soy la directora del kínder donde asiste Sasuke. —La mujer parece amable. —Su papá viene en camino, perdón por hacer que se quede tanto tiempo.

Akane niega con la cabeza, sí quiere decirle que tenga más cuidado porque un niño de tan solo cinco años se escapó de sus instalaciones pero eso era meterse en problemas que la atrasarían aún más. Decidió sonreír y asentir a todo lo que dijera la mujer.

-Entonces ¿Me puedo retirar?

Sasuke de inmediato deja el celular y agarra la mano de Akane, no quiere que su nueva amiga se vaya y menos cuando su papá está en camino, ama mucho a su progenitor pero pensar en el regaño que le dará por su travesura...Ugh no.

La chica es incapaz de dejarlo solo, aunque sabe que está en buenas manos con la directora. Suspira, ese niño la ha manipulado todo el día, acaricia su cabello color negro y le sonríe, tampoco se quejara mucho sobre eso.

-Sasuke normalmente es muy bien portado. —Dice la mujer, toma asienta alado del niño. —Pero desde unas semanas comenzó a portarse asi.

-¿Escapa seguido?—Pregunta Akane, es un poco preocupante la situación.

-No, no. Es la primera vez, pero hace travesuras para que llamemos a su papá.

-¿Y su mamá?

El pequeño se concentra de nuevo en el celular, no quiere decir que su mamá se fue y ahora esta con otro señor. Su papi siempre le dice que no es mala pero cada fin de mes que la ve... Ella solo se concentra en ese señor y darle todo lo que quiera, por eso su papi no ha dejado que la vea últimamente.

-Uhmm...Sus papás son divorciados. —Solo dice la directora, ella no es quien para contarle sobre la situación de Saotome y su ex esposa.

La doctora se quedó callada, no es algo que le incumba de todos modos. Siguió hablando con la directora pero ahora de otras cosas que no involucraban a Sasuke y su familia, como el cuidado de las plantas y algunos consejos de cocina que le puede servir en un futuro, sí todo está bien pero cuando las puertas de la estación se abrieron y dejaron ver a un hombre de treinta años de cabello negro y con un cuerpo trabajado, algo en el interior de Akane supo que se metería en problemas, en graves problemas al notar también su rostro enojado.

-¡Apa!—El pequeño levanto de donde se encontraba sentado con las dos mujeres y alzo sus brazos, en segundos fue cargado por Ranma. —Apa, te extrañe.

-Yo también, mocoso. —Le dio un beso en su frente, la acción hizo que su hija riera y lo abrazara más. —No hagas cosas tan peligrosas, por favor.

Akane pensaba que era peor, aunque al perecer el hombre es muy sensible respecto a su hijo así que no debería preocuparse. Se presentara y se ira a su trabajo.

-Señor Saotome gracias por venir. —La directora saludo al hombre. —Akane Tendo fue quien cuido a su hijo y vino aquí para contactarnos.

La de cabello azul se apresuró a levantarse y hacer una pequeña reverencia, solo quiere que la dejen ya en paz para que se pueda ir. Ranma dejo a su hijo en el suelo, acaricio su cabello con cariño y se dirigió a la mujer que parecía que estaba a punto de correr.

-Gracias por cuidar a mi hijo. Puedo comprar una comida o un presente para mostrar mi gratitud. —Ryoga debe estar orgulloso de él, está siendo amable cuando solo quiere dar la vuelta e irse con su pequeño.

-No es necesario, me voy. —La extraña le sonríe a Sasuke y comienza a caminar a la salida de la estación. Ni siquiera se despidió de él adecuadamente.

Está a punto de gritar en ese mismo instante. Sin embargo debe controlarse, su temperamento es algo que está tratando de cambiar y... A la mierda.

Se da media vuelta, la chica esta a punto de salir.

-¡Hey, mujer grosera!—Le grita con irritación.

Akane se detiene y voltea a ver a Ranma, se puede notar su vena de la frente a punto de estallar.

-¿Me habla?

-¡Claro que le hablo!—El hombre camina unos pasos. —Al menos debería despedirse apropiadamente o ¡decir su nombre!

-Usted tampoco dijo su nombre, solo llego y me invito a comer. Asco.

-¡¿Asco?! ¿Acaso sabe cuántas mujeres quieren esa invitación? Já.

-Las estúpidas por supuesto, lástima que yo si tengo intelecto y no me va un hombre de treinta años que quiere lucirse enfrente de una mujer que solo quiere llegar a su trabajo.

Los dos se ven con molestia, están a punto de seguir peleando y tal vez hacer una escena digna de grabar pero el pequeño jala el pantalón de su papá y llama su atención. De inmediato olvida a Akane y concentra toda su atención a su bebé.

-Quiero leche.

-Claro, campeón.

Akane bufa, se da la vuelta y sale de la estación. Que bicho tan raro es el papá de Sasuke, pero bueno no es alguien que encontrara seguido de todos modos.

Papá Soltero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora