Capitulo 22.

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*Narra Luz*

   Su mano fue hacia mi nuca y la otra a mi cintura, me atrajo hacia él besándome con mucho cuidado por mi labio, que a decir verdad no lo sentía.

   Comenzamos a caminar hacia atrás, chocamos con el borde de la cama, lentamente nos fuimos acomodando, abrí mis piernas para que ambos estemos más cómodos, adentró sus manos rozándome la piel, después de 18 largos años seguía causando este efecto en mí, nuestros labios seguían en contacto cuando solo nos habíamos despojado las remeras.

   Guíe mi mano al botón de su jean logrando desprenderlo y bajarlo junto con su bóxer, las respiraciones de ambos comenzaban a cortarse mientras que las nubes tapaban el sol creando un ambiente más cálido. Llevó sus manos a mi short bajándolo, el encaje blanco de ambas prenda ropa interior quedaban a la vista, su miembro comenzaba a despertar, sentir su amor en nuestros besos, podía saber lo que pensaba él, solo quería reconstruir lo que por tanto tiempo estuvo roto.

   Sus manos fueron hacia mi espalda, me arquee para darle mejor disponibilidad, cuando el sostén se desprendió los besos comenzaron a bajar por mi cuello, dejando pequeñas marcas erizando mi piel, se deshizo de este, las gotas de agua golpeando el techo nos avisaba que una poderosa tormenta se avecinaba. Metió uno de mis pezones a su boca, él quería hacerlo lento y lo complacería, tomé de sus cabellos incitándolo a continuar, luego de acabar con uno comenzó a dejar pequeños besos hasta llegar al otro, mi mano comenzó a subir y bajar lentamente por su miembro, los gemidos y jadeos de ambos se mezclaban con los de la lluvia, esto es realmente muy excitante, cuando pensé que él se vendría en mi mano, olvidando lo que me dijo esa vez en la ducha, me paró.

-Suficiente.- Murmuró jadeando.

   Llevó su mano a mi braga y de un solo tirón la rompió, me quedaría marcas, tomó la mano que tenía en su pene y la colocó al lado de mi cabeza sobre la suya e hizo lo mismo con la otra.

   Soltó un mano mía para separar aún más mis piernas, comenzó lento, mi vagina sintiendo su grosor adaptándome a su grandeza. (¿)

   Él iba a besarme pero solo rozó sus labios con los míos robándome un gemido, volvió y entrelazó sus dedos con los míos y comenzó a moverse.

-No cierres los ojos.-Los abrí.- Quiero que me veas haciéndote el amor, quiero que gimas para saber que lo disfrutas.- Susurró en mi oído.

   Yo solo asentí con la miraba, su pene volvió a entrar en mí y un gran trueno sonó e hizo parecer que el mundo se rompía en dos. Salió por completo y entró llegado hasta el fondo.

-Oh, te amo Niall.- Susurré sobre su cuello.

   No me respondió, solo me beso. Las embestidas cobraban fuerzas, nuestros cuerpos estaban pegajosos de nuestro sudor, y la lluvia lo hacía tan excitante y especial.

   Sus manos abandonaron las mías y las llevó tomándose del espaldar de la cama, comenzó a moverse más fuerte haciéndome gemir, mis manos arañaban su espalda de manera feroz.

-Oh…aa, sigue…más- Gemí.

-¿Mas fuerte nena?- Preguntó él besándome y solo asentí, ni que pudiera hacer otra cosa.

   Podría jurar que la cama comenzaría de moverse, otro trueno se hizo presente erizando su piel, no era un sexo loco y descabellado, era hacer el amor con mucha pasión, era hacer el amor con mucha pasión, dos embestidas poderosas, estábamos al borde del colapso, se tomó con más fuerza y la cama llegó a moverse, ambos nos liberamos, el llenándome a mí y yo cubriendo su miembro con mis fluidos.

   Bajó lentamente sus manos para llevar los cabellos pegados a mis mejillas hacia detrás de mis orejas, acarició y contempló mi rostro, otro relámpago nos hizo temblar, abrí mis ojos encontrándome con los suyos, esos que me dejan totalmente perdida y hechizada a vez.

"El Reencuentro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora