Capitulo 12.

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*Sigue narrando Luz*

-No me gusta verte llorar.

-¿Podrías por favor dejarme sola?- Levante mi rostro secando las lágrimas.

-No, no puedo, ni quiero. – TERCO DE MIERDA.

-Niall, por favor déjame sola.- Volví a romper en llanto.

   Sus brazos me rodearon, envolviéndome, protegiéndome, me gusta sentirme así con el pero sigo muy enfada y destrozada.

   Trate de alejarme, de verdad, pero sus brazos me apretaron aún más hacia él.

-No, por favor, déjame tenerte así.-Dijo Niall.

   Continúe llorando entre sus brazos, sus exhalaciones en mi cuello me provocaban estremecimiento a cada partícula de mi cuerpo.

-Tú me cambiaste cuando te conocí, me cambiaste cuando te fuiste, y me volverás a cambiar ahora que volviste.

-Tu eres un imbesil.- Susurre en su pecho.

-Lo sé, pero te prometo que voy a cambiar, solo te necesitamos, y el viejo Niall volverá.

   Me siento tan débil ante sus sinceras palabras, porque cuando no lo sean, pos lo mato.

   Eleve mi rostro y lo bese. Fue un beso algo extraño, las lágrimas mojaban nuestros labios, y mi mano tiraba ligeramente de su cabello.

   No sé cuándo ni en qué momento acabe dormida en sus brazos. Cuando desperté me percaté de que no era mi cuarto, y una mano en mi cintura me tenía prisionera a otro su cuerpo, aun tenía colocada mi ropa, pero estaba en la cama, voltee y su hermoso rostro relajado me dio algo de paz, observe mi reloj de mano y me lleve un susto de puta madre, son las 4 a.m. Logan me matara.

   Tomando la mano de Niall y dejándola sobre la cama, me acerque y le robe un pequeño beso haciendo que se moviera. Me coloqué mis zapatos y salí del cuarto.

   La mansión era algo grande, me tarde en encontrar el cuarto de Jared, bese su cabeza y al lado estaba el de Kelly.

-¿Ya te vas mama?- Dijo adormilada.

-Si cariño, duerme que aún es temprano.

   Bese su frente y también salí del cuarto, en segundos, de la casa, ¿Se pensaban que no me despediría de mis bebes?

   Cuando llegue a la hermandad de Logan, directamente fui a mi cuarto…en el cual el me esperaba sentado en la cama, dos hombres salieron de ambos lados de la puerta sosteniendo mis brazos.

-Suéltenme.- Gruñí moviéndome.

-Cariño, quiero que me contestes, ¿Dónde estuviste hoy?.

   Su rostro, tenso, sus puños apretados y sus penetrantes ojos destellando furia.

-Eso no te importa.- Dije.

-Mala contestación cariño.- Su puño impacto en mi rostro.- Dime donde estuviste.

-¿Eres tan poco hombre, que no quieres soltarme por temor a que te de tu merecido eh?.- Dije sonriendo sínicamente, mi intención es y siempre será, provocarlo.

-Te lo diré por última vez puta, dime donde estuviste.- Permanecí callada y su puño volvió a impactar sobre mí, izquierda y derecha.- ¿ESTUVISTE CON EL CIERTO?.- Grito enojado.

-No sé de qué mierda hablas.- Dije escupiendo sangre, sangrar no es cuanta cantidad de veces te golpeen si no la cantidad de fuerza que valla con cada golpe, y a decir verdad su tacto no era muy suave.

"El Reencuentro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora