Capitulo 8.

101 5 0
                                    

*Narra Niall*

-Niall...-Susurró ella.

La tengo en frente mío, ¿Esto es real? No puedo moverme de mi lugar, definitivamente es algo que no puedo creer. Ella.

Las balas en dirección nuestra y ni siquiera logran rozarnos, solo estamos nosotros, nuestras miradas, ¿Es que como puede ser posible que la persona que llevo buscando por más años de los que puedo recordar se presente ante nosotros de esta manera? Tengo tantas preguntas que aún no tienen respuestas ¿Cómo logró sobrevivir? ¿Con quién ha estado? Y lo más importante, ¿Por qué nunca nos ha buscado? ¿Por qué nos tuvimos que encontrar de esta manera? Una lagrima rebelde escapó de sus ojos. El momento se vio interrumpido por Louis.

-¡Vamos Niall!- Se marchó en uno de los autos.

Los disparos comenzaron a incrementarse y si seguían así, sería más fácil para ellos acertarle al objetivo, nosotros.

-Hazte a un lado.- Dije. Ella obedeció sin oponerse, simplemente se bajó de la motocicleta en silencio como si estuviera esperando una reacción extraña de mi parte. Me subí rápidamente a esta y la encendí de inmediato, gracias a Kattie, la hija de Janne que ha logrado especializarse mucho con la tecnología, logró poner un detector de huellas oculto en el acelerador, no iba a permitir que la moto arrancase porque no estaba la huella de ella en nuestro sistema. Estaba por decirle a Emma que subiera de inmediato a la parte trasera de la moto oí un gemido, al mirarla, ella estaba corriendo en dirección contraria con el bazo derecho sosteniendo el izquierdo.

Estaba por acelerar cuando un grupo de autos me rodeó por completo y de el bajó Tony Rodríguez, ocupaba el lugar más importarte en la zona este del país, y por lo que me habían contado algunos, hacía pasar la droga hasta Irlanda y de regreso. También quería el chip.

- ¿Qué parece Niall? ¿Cómo has estado? - Pregunto con su acento latino demasiado marcado.

- Todo está bien Tony, no esperaba encontrarte aquí esta noche. –Comente cruzando mis brazos sobre mi pecho.

-Bueno, ya tu sabes, necesito acceder a la información del pentágono, las armas nucleares de Estados Unidos están aptas para ser robadas por mí. –Dijo como si fuera el rey del puto mundo.

- Pues que pena maldito latino, ¿Cómo piensas que yo te podría dar semejante cosa para acabar con la humanidad? – Le pregunté mientras sacaba un arma del cinturón escondido en mi espalda y le apuntaba en la cabeza.

- ¿Crees que puedes acabarme solo tú con todos mis hombres? - Preguntó demostrando su enojo.

-No, hoy no.- Disparé en su pierna, arrojé el arma a la cabeza de uno de sus guardias y acelere rápidamente pasando por en medio de los autos estacionados, los hombres de Tony estaban tan ocupados atendiéndolo que me dejaron se espacio libre. Todos los autos en los que habíamos venido a este lugar ya no estaban, es bueno saber que la familia está a salvo, todos nos reuniríamos en casa.

Quedaban un par de kilómetros para poder salir de todo este pastizal y con más razón acelere a fondo, pues hasta ahora nadie me perseguía, al avanzar un kilómetro y medio observé una sombra, al parecer un cuerpo, caminar tambaleándose sobre aquel pastizal alto, al parecer, oyó el ruido de mi motocicleta y observé como se desplomaba sobre dicho pastizal. Doblé y me adentré con la moto hasta llegar hacia el cuerpo. Emma.

-Me asustaste hasta la mierda. –Me dijo cuándo me estacione al lado de su cuerpo tendido sobre la hiedra.

-Vamos, sube que van a venir los demás. –La apresure. Le costó levantarse, fue cuando note que en su brazo había una pérdida de sangre bastante considerable.

"El Reencuentro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora