Me miro en el espejo, me gusta lo que veo es un vestido apretado con maga larga y tiene un gran escote en mi espalda, es un vestido sencillo perfecto. Todo mi pelo largo esta en lado derecho. Los tacones son blancos también. El maquillaje es natural. Me veo muy bien.
—Te ves hermosa hija.
Mi Madre lleva un vestido rojo largo como el mío solo que tiene un hermoso escote en pecho, mi madre tiene un cuerpo espectacular. Su pelo lo lleva en un tomate en donde deja escapar unos cuantos rulos dándole un toque sexy.
—Tu igual te ves hermosa—le sonrió. Mi hermana entre en ese momento con un traje blanco. Es increíble como mi hermana con un simple traje se ve increíble.
—Te envidio—le digo—como puede usar un traje blanco y verte tan sexy—le sonrió. Ella da una vuelta y su pelo esta suelto.
—Nosotras nos vamos—amabas me da un beso en la mejilla y se van tomadas de brazos, ambas mujeres exitosas y empoderadas y luego estoy yo.
Salgo de mi habitación y bajo con mucho cuidado los escalones. Siento las voces de Nicolás y de Rosa hablando desde el salón. Cuando por fin termino de bajar la escalera me encuentro con la espalda de Nicolás.
—Te ves hermosa mi niña—dice Rosa. Nicolás se da lentamente la vuelta y abre y cierra la boca—bueno los dejos solo.
Rosa pasa y me guiña el ojo. Miro a Nicolás se ve muy sexy en su traje de negro.
—¡Dios mío! —exclamó Nicolás—estoy viendo un puto ángel.
Frunzo el ceño <<tu eres un ángel>> las palabras de Tomás aparecen en mi cabeza. Porque no te puedo olvidar Tomás no he tenido ninguna señal del después de esa llamada, porque me hace eso, no se supone que íbamos a hablar todos los días. Muevo mi cabeza e intento quitar eso pensamiento de mi cabeza.
—Tu tampoco estas mal—le sonrió.
—Realmente te ves ardiente Samantha—me dice Nicolás, se inclina me da un beso cerca de los labios. Abro los ojos y me separo rápidamente de él.
—Sera mejor que nos vamos—le digo.
Caminamos juntos hacia su auto, una vez dentro se instala un ambiente incomodo entre nosotros dos. Nicolás suelta un suspiro, pero no dice nada y se dirige al evento.
Cuando llegamos todos esta sentados en su mesa, veo que han empezado a servir la cena. Busco a mi mamá la encuentro en una mesa hablando con un señor que esta acompañado por su mujer, a su lado hay un chica y chico que detrás se me hace muy familiar. Busco a mi hermana, pero no la veo.
—Samantha—me giro hacia Nicolás—yo yo...quiero decirte algo importante...—antes de que termine de hablar, mi hermana llega a mi lado.
—Samantha necesito decirte algo importante—miro a Rebeca y luego a Nicolás—es muy, muy urgente—me insiste.
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Un Magnífico Error
Teen Fiction-Te creo Tomás, pero aun asi necesito un tiempo de ti y de toda esta mierda he tenido, ya suficiente, quiero ser feliz y siento que contigo jamás podre ser feliz. -No digas esa mierdas, Sam-dice con la voz rota-me estás rompiendo de nuevo el corazón...