Tomás sale del baño y se pasa una mano por su pelo mojado. Lo miro y se ve tan guapo con su típico estilo polera y pantalones negros. Me encanta como se ve de negro, hace que sus ojos se destaquen más y resalten.
Me paso mi mano por mí largo pelo enrulado y me lo pongo sobre el hombro derecho. Tomás se sienta a mi lado y se empieza a poner sus convers negra.
—Samantha, quiero llevarte a un lugar muy especial para mí—me dice con emoción.
Sonrió y asiento.
—Pero lleva más ropa, nos quedaremos a pasar el fin de semana.
—Estaba bien ¿y se puede saber a dónde vamos a ir?—le digo.
Me paro de la cama y saco mi bolso y empiezo a meter la ropa que voy a necesitar para el fin de semana. Tomás, apoya su barbilla en mi hombro y me aprieta más contra su cuerpo.
—Es una sorpresa mi "butterfly", ya sabes lo que siempre se dice—me vuelvo y frunzo el ceño y Tomás me acorrala más contra la pared—eso que todo el mundo dice, que si te lo digo ya no es una sorpresa y bla bla bla—pone los ojos en blanco y suelto una carcajada.
—Ya veo que eres todo un romántico—lo pincho.
Él me sonríe deslumbrante.
— ¡Ya ves! —Exclama—soy un chico lleno de sorpresas—el me guiña el ojo y pongo los ojos en blanco.
Una vez listo salimos de mi departamento. Una vez dentro del coche, Tomás arranca y nos puso en marcha. Puse la radio y justo en ese momento estaba tocando una canción. Me di cuenta que estábamos saliendo de la ciudad y que íbamos por la carretera en donde se va a Valparaíso.
Miré de reojo a Tomás y vi que tenía sonrisa de oreja a oreja.
—Nunca te lo he repreguntado, pero ¿la universidad era como la imaginabas?
Levanto una ceja y lo miro.
—Como me la imaginaba—repito, no entiendo a qué se refiere.
Él suelta una carcajada.
—Sí. Bueno, ya sabes esperaba que fuera como los libros, que todos los días hay fiestas y drogas y toda esa chorrada—el me mira por un momento, antes de volver su vista a su carretera—y que tú y yo tendríamos una historia toxica y pasional—bromea.
Me rio por su comentario.
— ¡Que va! —Niego con la cabeza—sabes es lo mismo que ir al instituto, nuevos amigos y supongo que nuevos amores y nada más, al final es la misma rutina estudiantil—digo sin interés.
—La vida es una rutina y una mierda—bromea.
—No tienes idea—susurro y apoyo mi cabeza en la ventanilla.
Tomás, pone una mano en mi muslo y me da un apretón para que lo mire.
— ¿Te encuentra bien? Te has comportado muy rara—niego con la cabeza y levanta una ceja—eres tan mala mintiendo Samantha, ¿crees que no te observo?
Me quedo callada y Tomás doblo su coche y se metió por un camino de tierra. Mire asombrada mientras cada vez nos metíamos más y más al bosque. Después de unos veinte minutos por este camino, por fin veo como se alza una pequeña cabaña.
Tomás, apaga el motor de su coche y cuando iba a abrir la puerta oí un <<clic. >> Fruncí el ceño e intente abrir la puerta y me di cuenta que Tomás, le puso seguro a la puerta.
—Me vas a contestar ahora—me dice serio.
—No tengo nada Tomás—me cruzo de brazo y me acomodo en asiento.
— ¡Así! —Exclamo con todo su sarcasmo—pensé que me tenías confianza, pero ya veo que no—dijo más dolido que enojado.
Tomás, abrió la puerta y salió disparado caminado. Solté un gruñido y abrir la puerta y empecé a correr detrás de él. Por fin lo alcance y lo tome de su brazo, pero él se soltó de mi agarre.
—No me hables Samantha—el me da la espalda y yo me pongo al frente de el— de verdad que no sé, que más hacer.
Abro los ojos y pestañeo varias veces.
—A...a que te refieres.
—He intentado todo para que tú me tengas una mínima confianza—me dice en un susurro.
—Yo...yo.
—Cállate—él empieza a caminar de nuevo y lo vuelvo agarra del brazo—necesito estar solo por unos minutos Samantha.
—Si tengo confianza, te conté lo que me paso y aun así dice que no tengo confianza—digo atónita.
— ¡Por favor Samantha! Prácticamente te obligue a que me lo contara porque te presione, pero sé que tú no querías contármelo y está bien, lo entiendo, pero ¿sabes lo que más me duele? —lo miro los ojo y puedo ver su dolor—es que yo te abrí mis sentimientos, te dije todo lo que sentí por ti y te di un enorme discurso exponiéndote todos mis sentimientos y te he contado prácticamente todo sobre mí—él niega varia veces—pero ahora no sé qué paso, pensé que estábamos bien...pero tú—me señala con un dedo—te has comportado muy rara, lo noto, sé que algo te está atormentando y me duele que no confíes en mí, para ayudarte y solucionarlo.
Él pasa por mi lado y me quedo ahí parada, mirándolo como él desaparece de mi vista.
Sé que tiene razón, todo lo que me dijo es verdad y ahora que lo pienso yo jamás le he dado a entender a Tomás mis sentimientos, jamás le he dicho que me gusta o que lo quiero y prácticamente me dijo que me amaba y yo solo le di un beso pero jamás, me expresado con palabras y también sé que Tomás es un chico muy risueño y simpático y leal con sus amigos y claro que también a veces es muy violento y tiene un carácter de mierda, pero muy pocas veces lo he visto perder el control y a pesar de todo siempre anda con una sonrisa en su cara a pesar de todos sus problemas.
Camino de nuevo al auto y me apoyo en coche y espero que Tomás vuelva pronto.
Han pasado más de una hora y Tomás aún ha vuelto y me muerdo las uñas nerviosa. Justo cuando iba a llamarlo, veo que viene caminado a donde está el auto. Me bajo del coche y camino en donde está él.
Tomás me mira y se cruza de brazos. Vale lo entiendo está enojado.
—Tomás...yo...—empiezo a divagar—no puedo te lo juro que no puedo—me doy la vuelta y me paso por la mano por el pelo.
— ¿Qué no puedes? —pregunta serio.
Me doy la vuelta y él sigue en esa misma posición.
—No me hagas esto—mi labio empieza a temblar y siento como en cualquier momento voy a romper a llorar, pero no pestañeo varia veces para controlarme.
—Vale.
Tomás pasa por mi lado y ni siquiera me mira. Odio ser a veces tan fría y no poder expresar mis sentimientos con gran facilidad, pero la vida me hizo ser así y a desconfiar de los hombres.
—Quería pedirte perdón—grité y Tomás para en seco. Me acerqué a él y le tomé su mano y se dio la vuelta—no es algo que habitualmente sobre todo con hombres—sonríe avergonzada. Bueno eso fue después de él y antes tenía que pedir disculpas por todo, pero ahora nunca lo hacía. —Así que disfrútalo.
Él negó con la cabeza y frunció el ceño.
—No eso lo que quiero escuchar Samantha.—Él suelta un suspiro— tú no lo entiendes, lo que a mí me duele tu rechazo—antes de que empiece a hablar de nuevo pongo un dedo en sus labios, para que se calle.
—Te quiero. Vale—le digo en un susurro—y de verdad que deseo y quiero quedarme contigo y no porque tú creas que es costumbre o que te estoy diciendo esto para que no te enojes conmigo, yo...quiero quedarme contigo porque aunque no lo creas tus sonrisas bobas y tus chistes malos me hacen feliz—me paso las manos por mi pantalón—aunque no me lo creas tú me motivas hacer una persona mejor y más fuerte y sabes porque—me acerco a él y le tomo su mano—porque nunca antes había disfrutado tanto la compañía de alguien como lo hago cuando estoy contigo—suelto un suspiro—bueno sé que es una chorrada estúpida pero...
Antes de que termine de hablar, Tomás suelta una carcajada y me toma de la cintura.
—Solo tú puedes arruinar, algo tan hermoso como lo que me acabada de decir—bromea.
Pongo los ojos en blanco y pongo mis manos en su cuello.
—Nunca digo estas cosas, así que disfrútalas muchachote—dije con un sonrisa de oreja a oreja.
Hola mis Guapuras y Guapuros hermosos 😍
Volví con otro capítulo 😘🙏
Espero que le haya gustado mucho 💕😍Mis Guapuras y Guapuros no sé les olvide votar y comentar 🤗❤
Ya saben que los quiero mucho😊 un beso enorme 😻🙋
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Un Magnífico Error
Genç Kurgu-Te creo Tomás, pero aun asi necesito un tiempo de ti y de toda esta mierda he tenido, ya suficiente, quiero ser feliz y siento que contigo jamás podre ser feliz. -No digas esa mierdas, Sam-dice con la voz rota-me estás rompiendo de nuevo el corazón...