-Te creo Tomás, pero aun asi necesito un tiempo de ti y de toda esta mierda he tenido, ya suficiente, quiero ser feliz y siento que contigo jamás podre ser feliz.
-No digas esa mierdas, Sam-dice con la voz rota-me estás rompiendo de nuevo el corazón...
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Caminamos en silencio por el parque, hasta el estacionamiento. Miro a Tomás, lo veo concentrado mirando al frente. La gente pasa por nuestro lado y todas las chicas se quedaban mirando a Tomás, o incluso alguna se volteaban a mirarlo descaradamente. Llegamos a su jeep y Tomás, me abrió la puerta y me subí al jeep.
—Qué te parece si pedimos una pizza para el almuerzo—sugirió Tomás, me quede en bobada mirando sus ojo azules y aun saboreando el último beso que me dio, no quiero admitirlo pero me estoy enganchado muy rápido de Tomás, me da miedo que al final, él se termine aburriendo de mi o peor que termine odiándome.
Tomás chasquea sus dedos en frente de mis ojos y me hace volver a la realidad.
—Vuelve "butterfly"—Tomás se acerca a mí y me da un fugas beso—¿y estás de acuerdo o no?
Ay no, otra vez no, ¿qué fue lo que me dijo Tomás?, algo sobre una pizza, pero no termine de escucharlo. Lo miro y sé que está esperando una respuesta.
—Eh, nena ¿se te fue la voz o qué? —bromeó—vale si no quieres pizza, podemos pedir comida china.
—Eh no, la pizza está bien—digo en voz baja y miro por la ventanilla. Tomás puso su jeep en marcha y se puso en marcha hacia mi departamento. Me acerco a la radio y empiezo a cambiar la emisora hasta que al fin, encuentro una canción conocida Let me de Zayn. Empecé a cantar la canción en voz baja y sentí la mirada de Tomás.
—No tienes que cantarme esa canción, yo también quiero pasar el resto de mi vida junto a ti—lo mire y tenía una sonrisa deslumbrante.
Por algún motivo, su estúpida sonrisa siempre me contagiaba. La canción termino y empezó la canción Perfect de Ed Sheeran. Nos quedamos en silencio, cerré los ojos y disfrute de la canción. De repente Tomás, empezó a cantar la canción y nunca lo había escuchado cantar. Lo mire y el me lanzo un beso y puse los ojos en blanco, es un imbécil pero muy tierno.
Después de una hora por fin llegamos a mi departamento, me tiro en el sillón y veo como Tomás, entra a la cocina con la pizza, dándome la vista de su perfecto trasero. Cierro los ojos por un momento y siento los pasos de Tomás, acercase a mí.
—"Mi butterfly"—él se acerca y me da un beso en los labios—¿quieres que te lleve a la cama? —yo solo asiento y Tomás, me levanta con gran facilidad y me lleva con cuidado.
Me muevo un poco en la cama y siento como el colchón se hunde a mi lado, apoyo mi cabeza en su torso desnudo y no puedo evitar a empezar acariciar su pecho.
Abro los ojos y Tomás, tiene los ojos cerrados y se está mordiendo su labio inferior. Me siento arriba de Tomás y él abre al tiro los ojos.
—Que...e...estas...haciendo—empieza a tartamudear. Me encoje de hombros y empiezo a acariciarlo, me acerco a él y le doy un beso en cuello—joder, Samantha, eres tan sexy.
Miro sus ojos y está lleno de deseo y lujuria, Me acerco a él y empiezo a besarlo, primero despacio, por unos momentos saltan chispas y siento como cuerpo está ardiendo. Me agarro de sus abrazos.
—Joder, Samantha. —Me separo de él y veo que tiene los labios hinchados, me siento en la cama—casi me corro en los calzoncillos.
Me sonrojo y miro hacia otra parte.
—Perdón—miro mis manos y no sé, que me paso hace un momento, la culpa es de Tomás, por ser tan guapo. Miro a Tomás, veo que me está mirando fijamente.
—Estas de broma, no tienes que pedirme perdón Samantha—sonríe pícaramente—podemos intentarlo toda la tarde y noche, si quiere nena.
Me pongo roja y niego con la cabeza.
—Tomás...yo...nunca—digo en un susurro, bajo la mira a mi mano.
Tomás, se aclara la garganta y pone una mano en mi barbilla para que lo mire. Lo miro tiene las pupilas dilatas, en sus ojos veo deseo y lujuria.
— ¿Acaso eres virgen? —pregunta con curiosidad.
Solté un gruñido.
—Si ¿y qué? —dije. Sentí como me sonrojaba. Tomás, se acostó en la cama y de aquí podía ver su sonrisa.
— ¡Dios esto es demasiado! —Exclamo—no...puede ser, eres demasiado buena para mí—Tomás, se levanta y se acerca a mí—no lo puedo creer, me vas a matar "butterfly".
Me quede callada, no sabía si se estaba burlando de mi o lo decía en serio.
—Eres perfecta—él se acerca a mí y me abraza, yo escondo mi cara en su cuello—jamás lo hubiera pensado—murmura, levanto la mirada—ya sabes, por lo que paso hace unos minutos, te veía muy sexy—me guiña el ojo.
—Yo...solo...quería—me sonrojo y desvió la mirada—quería tocarte.
Tomás, me mostró un sonrisa deslumbrante.
—Nena, no tienes que decírmelo, soy todo tuyo y si quieres yo te puedo enseñar—el, sonrió pícaramente—no tienes ni idea de lo bien que puedo hacerte sentir—baja la voz y la ralentiza hasta alcanzar un ritmo sensual.
Siento como mi mejilla está roja.
—Tomás—lo golpeo en el brazo y suelta una carcajada.
—Vale...lo siento, pero ya sabes nena—el me guiña un ojo.
Me acuesto en la cama y el me imita, quedamos frente a frente.
—Virgen eh, aún no me lo creo—él sonríe automáticamente. Yo pongo los ojos en blanco.
—No te pasases tampoco—dije.
Tomás, pone su mano en la cintura y levanta mi camiseta, empieza a subir a bajar de forma lenta, mi piel se eriza al sentir su tacto. Tomás, sonríe.
—Me encanta como tu cuerpo reacciona ante mis caricias—Trago duro—¿nerviosa, pequeña?
Niego con la cabeza.
—Quieres que pare, nena—niego con la cabeza y Tomás retira su mano—no, sé que no estás cómoda y jamás te obligaría algo que no quieres.
Él me acerca a su pecho y yo cierro los ojos. Tomás me da un beso en la frente.
—Eh, gracias—susurro. Tomás se ríe y me abraza más fuerte.
—Corta el rollo, Samantha—lo miro y tiene su estúpida sonrisa, me rio y el me da un beso fugaz.
Tomás me acaricio el pelo y empezó a cantar en voz baja una canción Perfectly Wrongo de Shawn Mendes.
Oh, you're perfectly wrong for me
Hate that you know that I won't leave
Yeah, you're perfectly wrong for me
Yeah, you're perfectly wrong for me.
Oh, tu eres perfectamente equivocada para mí
Odio que sepas que no me iré
Si, tú eres perfectamente equivocada para mí
Si, tú eres perfectamente equivocada para mí.
Me quedo embobada mirándolo como cantaba la canción, él abre los ojos y puedo notar un leve rubor en sus mejillas.
—Creo que esa canción pega con nuestra historia, mi "butterfly"—esboza una sonrisa.
Negué con la cabeza y volví apoyarme en su pecho. Mis parpados cada vez era más pesado y escuche que Tomás decía algo pero no lo entendí.
Sentí como alguien me movía, me di la vuelta y estire mi mano en puño, intente mover mi mano, pero la tenía atrapada. Abrí los ojos y vi que Tomás tenía mi mano.
—Pequeña, joder. Casi me pegas en la cara—el soltó una risa y se acercó a mí—eres una salvaje en tus sueños, al parecer— el me guiño el ojo.
Mis mejillas se pusieron de todo los colores.
—Eres un gilipollas—chillo.
—Me han dicho cosas peores, muñeca—ruedo los ojos y me tapo de nuevo con cubrecama, Tomás me destapa y yo lo fulmino con la mirada—vamos, arriba son las seis de la tarde.
Me doy vuelta en mi cama y cierro los ojos.
—Y ¿Qué tiene que sea la seis? Quiero dormir Tomás.
— ¡Que! —Exclamo, se acostó a mi lado, lo mire de reojo—quieres seguir durmiendo, ¿estás de broma? ¿y qué hay de mí? —él se lleva la mano al corazón— he estado casi tres hora solo, sin ti y lo único que te importa es dormir—se tapó la cara con las manos.
—Tan exagerado como siempre, solo fueron tres horas.
— ¿Solo? —se quitó las manos de la cara y me miró—que poco tacto tienes conmigo mi "butterfly".
Reí y me acerque a él, le di un corto beso. Me separe de Tomás y vi que tenía un puchero.
— ¡Solo eso me vas a dar! —Exclamo de nuevo, solté una pequeña carcajada— un corto, aburrido y frío beso, bah y yo pensé que me ibas a bailar sensualmente, por tenerme tanto tiempo solo—bromeo, cogiéndome con un brazo de la cintura para pegarme más a él.
Puse los ojos en blanco y negué con la cabeza. Él se inclina y roza mis labios con los suyos. Tomás, empieza muy lentamente el beso y tiernamente, pero siento de nuevo las chispas y calor en todo mi cuerpo y necesito cada vez más. Levanto la camiseta para deslizar mis dedos por su torso firme. Su lengua masajea la mía y me aprieta más la cintura. Tomás, gime en mi boca, cuando mis dedos suben más por su torso. Me separo de él por la falta de aire.
—Ese sí que es un beso—esbozo una sonrisa—no como el beso que me diste.
Sacudo la cabeza y me levanto de la cama.
— Butterfly, tienes hambre, aún queda la pizza—me dice Tomás. Me vuelvo para mirarlo y asiento.
Caminamos a la cocina y cuando entro me doy cuenta de que Tomás, tiene todo listo y que la pizza está caliente. Mi estómago ruge y pide que sea alimentado. Tomás, me retira la silla y para que me siente, me pone un trozo de pizza en plato.
Comimos en silencio y pude comer solo dos porciones de pizza, Tomás se comió como cuatro pedazos de pizza. Miro la caja de la pizza y veo que aún queda dos trozos.
—Estaba muy rica—le digo a Tomás, el asiente—bueno ahora me toca a mí lavar los platos.
Empiezo a recoger todos los platos y los llevo a lavaplatos. Una vez que termine de lavarlo, me doy la vuelta y me topo con el torso de Tomás, levanto la mirada y él me está mirando fijamente.
— ¿Por qué me miras así, Tomás? —pregunto.
Él se encoje de hombros, me toma de la cintura y me levanta, me sienta en lavaplatos. Su pecho hincha y deshincha a gran velocidad. Miro sus ojos y me retine la mirada.
—Eres demasiado buena para mí, y no te merezco ni un poco—él se acerca a mí y empieza a dar pequeño besos en cuello, mi cuerpo entero se estremece—pero no puedo dejarte ir.
Me dio un beso en los labios que casi hizo que me cayera adentro de lavaplatos—él me sujeto con más fuerza—puse mis manos en su pelo y se lo tire, el gruño contra mi boca y se separó de mí.
—A la mierda...el autocontrol—dijo, antes de volver a pegar su boca contra la mía. Me pierdo en sabor de su beso y separo las piernas para él y se cola entre ella sin despegarse un solo instante de mi boca. Mis dientes rozan su labio inferior y suelto un gemido y me aprieta más contra él. Nos separamos y él apoya su frente contra la mía.
—No sé, cuanto tiempo pueda controlarme si sigues besándome así—bromeó él y me mostró su hermosa sonrisa.
—Yo tampoco, lo sé, guapo—él, suelta una carcajada. Él se separa de mí y mis piernas rodean su cintura, para que no se valla. Tomás, me agarra de la parte trasera de mis muslos y me levanta. Él empieza a caminar a mi pieza, cuando llegamos a mi cama, él se sienta en la cama y sus manos bajan a mi cadera.
—Eres bellísima, mi "butterfly" —me dice con voz ronca y gruesa.
Mis manos van a su pelo y se lo tiro, suelta una carcajada. Me acerco a él y le doy un beso en su mandíbula, el me aprieta más contra él.
—Vayamos lento, mi pequeña—me susurra en mi oreja—tenemos toda la noche aún.
Hola A todos de nuevos❤ Los extrañé, enserio a todos por sus apoyo e entenderme y preocuparse, pero ya estoy mucho mejor ❤💋
Hoy les traigo un nuevo capítulo espero que le guste❤👏👏💘
Un beso enorme y que tengas un hermoso día y un hermoso fin de semana ❤🤗
No se le olvide votar si le gusta la historia y dejar su comentarios, son muy importantes para mi📖🤗💪
Un abrazo gigante de osó 😍🐼🐼
Hoy día es viernes y mi cuerpo lo sabe😂😂😂💃💃💃💙💥💣
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