-Te creo Tomás, pero aun asi necesito un tiempo de ti y de toda esta mierda he tenido, ya suficiente, quiero ser feliz y siento que contigo jamás podre ser feliz.
-No digas esa mierdas, Sam-dice con la voz rota-me estás rompiendo de nuevo el corazón...
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Tomás
Me tomo un trago cerveza y con esta ya es la octava. Miro a Sam, y la veo relajada en los brazos de su mejor amigo. Daniel, le susurra algo al oído y ella se ríe y mueve su cabeza. Me molesta mucho que Sam, me allá mentido, diciéndome que entre y Daniel, no hay nada, se nota que Daniel, está haciendo todo lo posible para volver a conquistar a Sam, pero claro, ella es muy ingenua y no se da cuenta de la verdaderas intenciones que Daniel tiene con ella.
Una mano rodea mi cuello y me vuelvo a Sofía, y quito sus manos de mi cuello, no sé en que estaba pensando cuando invité a Sofía al venir aquí. Solo lo hice porque ver a Sam abrazándose con su estúpido mejor amigo, me dio mucha rabia y si joder, estoy celoso. Me gustaría ir y pegarle un puñetazo a Daniel, y decirle que deje en paz a mi palomita.
Sofía, se acerca mí.
—Tomas, vayamos a mi casa—la miro y sé que esta borracha, su aliento a cerveza la delata.
—No. Puedes irte si quieres Sofía—ella hace un puchero y ella intenta poner de nuevo sus manos en mi pecho, pero yo se las tomo—dije que no.
Ella se levanta molesta del sillón y pasan unos segundos y todo escuchamos como azota la puerta. Miro a Sam, veo que me está mirando fijamente, pero ella voltea a donde está su estúpido mejor amigo y veo que le dice algo. Ella se para y camina a la cocina.
Espero que pasen un momento y sigo a Sam, entro a la cocina y no esta. Pero me doy cuenta que está afuera, sentada en el pasto. Camino hacia ella y me siento a su lado.
—Te encuentras bien—le pregunto. Ella solo asiente, nos quedamos en silencio.
Ella suelta un suspiro y yo empiezo inconscientemente a tocar su suave pelo largo.
—Tomás, no tenías porque ser tan grosero con esa chica—me dice y la quedo mirando, claro, ella es la única que no se da cuenta mis sentimientos hacia ella.
—Ella me estaba molestando y yo no quería acostarme con ella—pongo un mechón detrás de su oreja—ya te lo dije en mi mensaje "butterfly", que te iba a demostrar que puedo cambiar por ti.
Ella pestañea varia veces y me acaricia la cara. Cierro los ojo al sentir su tacto.
—Tomás, yo jamás te he pedido que cambies por mí—pego mi frente a la suya y justo escuchamos que se abre una puerta. Me vuelvo a mirar a atrás y veo Daniel, cruzado de brazos.
—Sam, vayámonos—dice enojado.
Ella se pone de pie y me mira un momento y luego a Daniel.
—Samantha, si quieres yo te voy a dejar—ella se vuelve a mírame y me acerco a su oído—quédate conmigo, por favor.
—No...puedo Tomás, lo siento—me dice y la veo caminar hacia Daniel, que la abraza y se lleva a dentro.
Me tiro del pelo y camino de un lado a otro. Empiezo a golpear un árbol y joder, si no hubiera llegado el puto Daniel, Sam, no se hubiera ido y se hubiera quedado conmigo. Alex, me agarra por detrás, para que me detenga. Me vuelvo y veo que me mira con cara de preocupado.
—Joder Tomás, jamás te había tan mal, por una chica.
Suelto un gruñido.
—Por favor, dime que te diste cuenta como Daniel la está manipulando—me paso la mano por el pelo—joder. Sam, no sé, da cuenta de lo que está haciendo su amigo.
Alex, se queda pensando un momento, antes de contestarme.
—No lo creo, Sam es inteligente y yo tampoco lo creo—él se pasa una mano por la barbilla—ellos dos ocultan algo, cuando llegaron se comportaron súper extraños.
Me quedo pensando y tiene razón, quien en su sano juicio se lleva tomando todo el rato café y Samantha, se le veía nerviosa, siempre que le ofrecían a Daniel algo para tomar. Suelto un suspiro y me miro mis nudillos y los que están muy lastimados.
Me siento otra vez en el pasto y me limpio las manos en los pantalones, pienso que es lo que tiene Samantha, que me encanta, me fascina y es como si necesitara algo de ella y tengo que averiguarlo. Porque con ella, me siento en calma y tranquilo; porque con ella, me puedo reír o porque siempre estoy pensando en besarla y en abrazarla.
No sé, que es lo que tiene Samantha, que me vuelve loco, que ni siquiera puedo controlar mis celos cuando un chico intenta coquetear con mi palomita. Tal vez ya me volví loco, como dice Samantha, y me estoy obsesionado con la única chica que solo me ve como un amigo. Y es que con mí butterfly, yo quiero algo más que una amistad. Pero voy a hacer lo imposible para demostrarle a Sam que puedo cambiar por ella y que ella se enamore profundamente de mí.
Hola A todo nuevos❤ Hoy les traigo un nuevo capítulo y del punto de vista de Tomás espero que le guste😍 Un beso enorme y que tengas un hermoso día❤🤗 No se le olvide votar si le gusta la historia 📖🤗💪
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