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Capitulo: Tranquilidad. 

Sus ojos absorbieron la luz de le mañana, no le gustaba admitirlo pero ya ni quería levantarse en las mañanas, por un tiempo le venia sucediendo, despertar y tener a su lado a Sarada, solo quería mantenerse allí y contemplarla, era lo mejor, sobretodo ahora que estaban viviendo juntos, tomo su tiempo de rodear la, ella era cálida, delicada pero fuerte, sus pestañas largas y espesas, llevo su mano a su vientre, sin darse cuenta de lo que hacia, era un acto algo residual, Boruto le había contado el día anterior que Sumire estaba embarazada, se escuchaba tan feliz, pero ya lo sabia, hace unas semanas, cuando fue al laboratorio, su amiga olía diferente, a "pasajero" como él mismo había definido hace un tiempo, las embarazadas olían a una combinación de hormonas diferentes. Él no tenia intenciones de ser padre, no sabia si seria un buen padre en primer lugar, y Sarada hablaba de tantas cosas que quería hacer, que ser papás estaría relegado posiblemente a mucho después de hacer y realizar todos los planes de ella. 

Su mano froto con cuidado, cuando vio esos ojos negros mirarlo con intensidad. Sacar de repente la mano seria muy evidente. —¿Quieres un bebé?— ella pese al sueño pregunto directa. 

Su cabeza asintió mientras —no— chasqueo la lengua cuando se dio cuenta de lo idiota que parecía siendo contradecido por su propio cuerpo, se sentó y con él la sentó también. —Vamos a irnos de viaje pasado mañana, y estaba pensando que seria agradable que los hijos de Boruto y los nuestros fueran a la escuela juntos. 

—Si seria agradable— le sonrió Sarada. No lo negó pero ser madre estaba muy pospuesto hasta volverse Hokage. —Es triste que se nos hayan adelantado. 

Lo decía muy en serio, más le dolía ver como Mitsuki cedía fácilmente a sus condiciones, cuando se notaba claramente que era lo que él quería, inflo sus mejillas y frunció el ceño —¿qué es esa cara?— le acomodo el tirante de su pijama justo a tiempo. 

Ryoka abrió la puerta sin avisar, el peli plata ya era una enorme  adolescente, venia tan contrariado que olvido la regla más importante de la casa, entro y se sentó en el suelo ante la puerta —¡Aniki! perdón Sarada por llegar y entrar— la verdad es que con su habilidad única "captar presencia" sabia cuando precisamente era un buen momento y cuando no —necesito un consejo— parecía muy angustiado al respecto. 

—Hoy es tu examen para volverte Chunin, eres el ultimo que falta— le recordó Sarada, tenia que estar concentrado en el examen no en otra cosa.

Sus ojos azules brillaron —Sensei— llevaba años sin decirle así al albino —quiero declararme a la chica que me gusta, pero no se como, necesito consejo. 

La Uchiha quería reírse, estaba preguntándole a la peor persona que conocía en ese ámbito, y Mitsuki pensaba igual —te le vas a declarar a Kiyori. Creo que ya partiste mal, yo ni siquiera me declaré, ni siquiera le he dicho un "te amo" apropiadamente a Sarada— recibió un puñetazo seco en la espalda cuando se sentó en el borde de la cama —seré sincero contigo, a veces me pregunto porque comencé a salir con ella, solo sucedió. 

La cara de lastima mezclada con vergüenza ajena se formo en la cara del chico —¿es una broma? 

Mitsuki le dio la mano a Sarada para ayudar a levantarse, ella cogió una bata para ir al baño —no estoy bromeando, me estas pidiendo ayuda pero no se como ayudarte. Se honesto y dile que gusta, no tengo otro consejo que ese. 

Sarada suspiro pesadamente, sin ocultar su molestia —como acaba de decir don "delicadeza", jamás se me declaro, más bien me propuso que saliéramos, porque ya era muy evidente que a mi me gustaba, pero él no estaba seguro que yo le gustase, y no quería que nos distanciáramos por esa razón, por lo que estar conmigo le parecía lógico, y poco le importaba si después podía corresponder mi sentir— sonrió como la cereza del pastel —y ya nos ves aquí, después de tres años juntos de novios, ahora vivimos en pareja bajo el mismo techo, no nos casamos porque nos parece anticuado, y yo mando en la relación porque él me dio ese control hace mucho tiempo. 

Primer amor: AgridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora