La castaña había pasado buenos momento con jeongyeon a pesar de que era una pesada y mal educada por no respetarla y hablar como si fueran cualquier persona, también por las bromas, a veces se quedaban mirando por varios minutos y sentía que podía ver a través de ella.
Estaba parada fuera de la sala de reunión que tendría con amigos de su padres que eran empresarios muy famosos, estaba muy nerviosa y con miedo de que algo saliera mal, no sabia que hacer.
Jeong: lo harás bien.
Nayeon: como lo sabes?
Jeong: eres la molesta Im nayeon.
Nayeon: oye...
Jeong: quieres un poco?
Nayeon: que es?
Jeong: sándwich de pollo.
Nayeon: no puedes estar una hora sin comer.
Jeong: no, quieres?
Nayeon: si.
Le dio la mitad y ambas comieron en silencio para nada incomodo, los nervios se le pasaron un poco, terminaron de comer y fue al baño para limpiar sus manos.
Se miró por varios minutos en el espejo, escucho la puerta de un cubículo abrirse, una chica hermosa salio después de lavarse la mano, una vez más se miró al espejo y dejo escapar un suspiro.
Jeong: oye tranquila.
Nayeon: es tan fácil para ti decir eso, no estarás con famosos empresarios en una sala, ellos deben de conocer mejores personas y de seguro le dirán a mi madre o padre si pasa algo malo.
Jeong: no conozco a nadie mejor que ti.- dijo poniendo su mano en la cabeza de la contraría y dando leves golpesitos con su dedos.- recuerda eres Im nayeon todo lo que quiere, lo consigue.
Esa sonrisa hizo que todo sus nervios se fueran completamente y entro decidida a esa sala de reunión, cuando terminó salio con una gran sonrisa y sin pensar abrazo a la rubia.
Nayeon: que haces?
Jeong: nada.
Nayeon: aléjate.
Jeong: pero fuiste tu quien me abrazo.
Nayeon: llévame a casa.
El comercial de mina había salido y recibió una llamada de su mamá pensó que tendría una felicitaciones pero le dijo que debía utiliza mejor el maquillaje, que se cambiare el color de cabello que no se le veía para nada bien, bajando su ánimo por completo.