Destino

09 -El secreto de Fuu

"Fantasmas del pasado"

Esperaba que la atendieran, eran de sus últimos controles antes de la fecha prevista. Su panza había crecido mucho, le daba la sensación de que estaba a punto de estallar. Tenía forma de pelota y estaba muy baja, lo que daba indicios de que faltaba muy poco. Debían sacarle sangre y estaba inusualmente nerviosa. Nunca le había gustado que la pincharan, pero ese día se encontraba sola, su abuela no había podido acompañarla como lo había hecho los últimos 8 meses.

-¡Fuu!- se puso de pie al reconocer la voz de quien la llamaba.

-Jie... ¿qué haces aquí?

-Te prometí que siempre estaría contigo.

-Eres muy dulce... pero no es necesario.

Tu abuela me dijo que no podría acompañarte, y sé que no te agrada que te saquen sangre. - Fuu sonrió. Él siempre era tan atento, siempre la hacía sentir cuidada y querida, él no desaprovechaba oportunidad de demostrarle lo importante que ella era. Sabía lo que sentía por ella, se lo había dicho miles de veces. Pero ella no estaba preparada para encarar una relación amorosa y tampoco le parecía justo que él se haga cargo de su hija.

-¿Qué traes allí? - preguntó curiosa al ver la bolsa rosada que traía consigo.

-Es un regalo para Himeko, pero quiero que lo veas después, mientras desayunamos, porque me imagino que no vas a rechazar mi invitación después de doce horas de ayuno, ¿verdad? - Fuu suspiró, sabía que él no se daría por vencido.

-Hououji.- llamó la enfermera desde dentro del laboratorio.

-¡Yo entraré contigo!

.ஐ

-¡Mamá! Se enfriará tu desayuno. - interrumpió Himeko.- ¿Te ocurre algo?

-No Hime, sólo pensaba...

-Es raro que no haya llegado nadie a desayunar.

-Es cierto...- dijo Fuu aún medio metida en sus recuerdos. Aunque, si lo pensaba bien no era tan extraño, después de todo, el palacio fue atacado, y seguramente estaban reunidos o en alerta máxima. La puerta se abrió de repente. Eran Hikaru y Umi que llegaban a desayunar, un poco más tarde que lo de costumbre.

-¿Y entonces? - preguntó Hikaru sin notar la presencia de Fuu.

-No lo sé, Hikaru.

-¿Crees qué le ha dicho a Kahamla?

-No lo sé, es probable... lo conoces, él no podría mentirle. - ambas se acercaron a una mesa en la que había unas teteras y algunas masitas, eligieron que comer y se sentaron justo enfrente de Fuu, quién las ignoró soberanamente.

-Él no ha venido a desayunar...- comentó mirando la silla que solía ocupar Gurú Clef cada mañana. Fuu tenía la impresión que ellas hablaban en clave, como para dejarla fuera de sus asuntos.

-¿Tú crees...?

-Sólo espero que esté bien...- Hikaru sonrió. - ¿Qué?

-Es lo que te digo, Umi-chan. Ya acéptalo de una vez. - Umi la miró sorprendida, ella no la había llamado Umi-chan desde la última vez que se vieron en la Torre Tokio.

-No lo sé, Hikaru, ya te he dicho que en este momento no sé ni dónde estoy parada.

-¡Umi! ¡Hikaru! ¿Qué pasó con el monstruo de ayer? - Umi y Hikaru miraron a Himeko extrañadas.

-¿El monstruo?

-¿Tú lo vistes?

-Tuve mucho miedo, pasó por los pasillos de nuestro cuarto cuando estábamos por ir a dormir. - ambas miraron a Fuu.