Capitulo 30

184 27 11
                                    

CAPITULO 30:

Me despierto por varios golpes en la puerta. Mi madre se asoma sonriente y me reconforta verla así, en parte.

Es genial poder contar con ella ahora.

-Buenos días. –Le digo mientras me froto un poco los ojos y me incorporo.

-He preparado el desayuno, vístete, ve a comer algo y luego podemos ir a matricularte a la universidad y luego a buscar un vestido para la cena. ¿Qué te parece? –Habla rápido, se la ve entusiasmada y no puedo evitar que se me contagie su alegría.

Le sonrío y asiento.

Ella me coge la cara i me da un beso en la frente para salir de mi habitación y cerrar la puerta, dejándome sola.

Está siendo un Octubre muy caluroso, pero hoy ya se nota como bajan las temperaturas de golpe.

Opto por unos vaqueros oscuros con una de las rodillas rasgadas y una camiseta ancha de rayas horizontales grises y negras, aunque me pondré un abrigo.

Me pongo las Dr. Martens y abro la puerta para cruzar el pasillo rápidamente e ir al baño. Me peino y ato mi pelo en una coleta. Hoy no me apetece maquillarme, bueno, nunca me apetece maquillarme, pero hoy menos.

Cojo mi teléfono y el abrigo en la mano y dejo apoyado este último en el sofá mientras meto el móvil en mi bolsillo trasero y voy a la cocina.

Mi padre está haciendo tostadas, otra vez.

-Buenos días Ashley. –Dice sacándolas rápidamente de la tostadora para no quemarse. Suelto una carcajada y le saludo de vuelta.

Mi madre me coge del brazo y me lleva al otro lado de la cocina donde un plato de tortitas recién hechas con sirope de chocolate y nata me espera.

-Uhm... -Dejo ir un sonido extraño mostrando mi agradecimiento. Todo tiene una pinta excelente, y sabe mejor.

-Pasároslo bien. –Mi padre le da un beso a mi madre en la boca y me abraza. –Yo tengo que ir a trabajar.

Claro, es extraño ver esto. Es lunes, la gente trabaja.

No es hasta que estoy saliendo de casa con mi madre para subir a su Audi A4 negro cuando me acuerdo del mensaje que le envié anoche a Jordan. Seguro que ya ha contestado.

Una vez estoy sentada en el asiento delantero y llevo el cinturón puesto saco mi móvil y voy a la bandeja de entrada; nada.

Ni un mensaje, ni una llamada, nada.

Bueno, puede que simplemente no haya visto el mensaje, pero si lo ha ignorado me moriría. Como es normal, en estos casos uno siempre piensa lo peor.

Se habrá enfadado, seguro que se sospecha lo que quiero decirle y ahora ya ni me va a dejar la opción de darle explicaciones. Me llevo una mano a la cabeza y me froto la frente.

-¿Ya te ha dicho Jordan cuando quedar? –Pregunta intentando mirarme a mí y a la carretera a la vez.

Niego con la cabeza y cuando me doy cuenta de que no puede verme empiezo a hablar.

-Él... simplemente no ha respondido. –Levanto los hombros y bloqueo el móvil para guardarlo de nuevo.

-Seguro que no lo ha visto. Ten paciencia. –Me da un golpecito reconfortador en la pierna y me centro en la ciudad.

Cuando llevamos unas 20 calles pasadas empiezo a ver a gente joven con mochilas caminando, jugando,  riendo, haciendo bromas entre ellos.

Me pego más a la ventana para verlo mejor.

Secrets {harry styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora