Capítulo IV

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Los mestizos se despertaron tranquilos y se reunieron en el gran comedor. Ese día el desayuno transcurrió sin ningún tipo de problema.

Por primera vez los semidioses se tranquilizaron un poco desde que llegaron al colegio de magia.

Ese día solo tenían herbología juntos, una asignatura que en principio era fácil y sencilla, no debería tener problema. Y justo era a primera hora así que todos se dirigieron juntos.

Ese día tendrían que trasplantar una mandrágora, algo que a los semidioses se le hizo fácil.

- Mira Nico, se parece a ti cuando te enfadas. - Chinchaba Percy.

Nico solo alcanzo a sacarle el dedo. Pronto la clase acabó y no habían llamado la atención, un avance.

No pasó nada interesante que destacar, menos la clase de pociones de Ravenclaw.

Todos estaban en sus sitios cuando entró el profesor le pidió a los chicos que hicieran Amortentia.

- Sabéis que es la Amortentia?

Anabeth levantó la mano para que le dieran la palabra.

- Si, señorita Chase.

- La Amortentia es una poción que huele a lo que la persona se siente atraída.

- Correcto, 10 puntos para Ravenclaw. Ahora tendréis que preparar la poción en dúos.

- Annie, amiga mía, corazón...

- Si, Leo iré contigo.

- Te quiero, Annie.

Se pusieron a prepararla. Antes de acabarlo alguien cambio la bebida de Leo por Amortentia, justo cuando la bebió empezó a divagar.

- Laila, amor mío. - Entonces fue a la mesa de la Huffelpuf. - Dame un beso.

La chica iba a darselo felizmente, por suerte, Anabeth lo paró y llamo al profesor que le dió el antídoto. Cuando volvió en sí mismo:

- No se lo digas a Nico, intentará matar a la chica.

- Normal.

- Ya me vengo yo no hace falta que Nico me defienda.

Entonces Leo disimuladamente lanzó una pequeña bola de fuego, rápidamente el fuego se propagó por la falda.

- Aguamenti. - Dijo Anabeth cuando el fuego estaba a punto de tocar la piel de la chica.

Apagó el fuego pero la chica se llevó un susto como para no volver a hacer cosas como esa.

                      ★★★★★★★

Ya era por la tarde y los chicos estaban dando sus clases.

Hazel y Frank estaban explicando los poderes de la cabaña de Deméter cuando vieron una enorme Quimera. Nada más verla se dispusieron a atacarla, por suerte todos estaban haciendo las clases en el exterior.

Juntos derrotaron la Quimera. Piper le habló para que estuviera quieto y Frank le corto la parte de la barriga.

No fue lo suficiente por lo que Percy le tiro agua a la cabeza de cabra y cuando ya no podía escupir fuego Nico le corto la cabeza.

Cuando acabaron miraron al rededor para saber si todos estaban bien. Pero junto a la cabeza de la cola, que es una serpiente, estaba Frank.

- Frank!- Dijo Hazel mientras corría hacia el.- Pandita responde, por favor.

A estas alturas Hazel ya estaba llorando y las lágrimas caían por sus mejillas. Al no poder controlarse muchas joyas salían de su alrededor. Era una semidioses fuerte pero muy sensible cuando herían a sus seres queridos.

Will se acercó y empezó a revisarlo, Frank tenía un corte en el lateral del abdominal. El hijo de Apolo le dió néctar a Frank, desinfectó la herida con cuidado y después cosió la herida.

- Alguien tiene que llevarlo a la enfermería moviéndolo lo mínimo posible.

Nico dió un paso adelante y cogió con cuidado a Frank, se dispuso a hacer un viaje sombras.

- Llévame contigo no quiero separarme de el.

Así pues ambos hermanos llegaron a la enfermería, Nico dejo el cuerpo de su amigo inconsciente y se fue para dejar a su hermana con su novio a solas.

Solo Will entró para ponerle unas cremas para que se curara más rápido y le dió un poco de néctar. Después de eso Frank despertó un poco desorientado.

- Estás en la enfermería, no te preocupes, mañana por la tarde seguramente podrás salir, mientras tanto tendrás una buena cuidadora. - Dijo mirando sonriente a Hazel.

A la hora de la cena todos miraban a los ocho chicos de manera desconfiada. A pesar de haberlos salvado esos chicos tenían poderes raros y algunos se sentían amenazados.

Eso a los hijos de dioses no se les pasó desapercibido por lo que se reunieron luego en la sala de los menesteres, para hablarlo.

- Chicos, ya no se fían de nosotros. Que podemos hacer? - Dijo Jason.

- Porque es eso importante?- Dijo Nico.

- Piensa Nico, si no se fían de nosotros no aprenderán y eso será peligroso. - Dijo Jason.

- Yo creo que el conocimiento da la confianza.- Dijo Anabeth.

- Eso tiene lógica, podemos todos los viernes, no se, podemos dejar que todos nos hagan 3 preguntas, más o menos, y nosotros responderemos siempre sinceros, para que así se fien de nosotros.- Dijo Piper.

- A mi me parece bien, es decir, cuando confías en alguien trabajas mejor. - Dijo Reyna.

- Espandiremos el rumor y pronto todo el mundo lo sabrá, aquí corren los rumores como la pólvora. - Afirmó Piper.

Todos se pusieron de acuerdo, le diría Reyna a Dumbeldore el día siguiente, mientras tanto se fueron a la enfermería a decirle buenas noches a Frank.

- Buenas noches chicos. - Dijeron todos.

- Come algo de la comida que te tragimos. - Dijo Percy.

- Y duerme, no se te ocurra estar toda la noche despierta.- Dijo Nico.

- Parecen que se preocupan más por ella que por mi.

- No, no digas tonterías. Nos preocupamos mucho por ambos. - Dijo Percy.

Después de eso todos se dirigieron a sus respectivas casas menos Hazel, ovbiamente. Que dormiría mejor abrazada a su novio que preocupándose sola en la torre de Huffelpuff.

Durmieron bien, y todos sabían que la idea de pasar desapercibido se había ido a la mierda nada más empezar el día.

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Bueno el siguiente capítulo se enfocará sobre todo en los magos, ya que en esta parte aparecen más bien nada.

Les está gustando?

Besos,
Yo.

Harry Potter y la sangre mestizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora