Harry Potter y la sangre mestiza

Capitulo XXIV

La señal había sonado y todos el mundo empezaba a salir al exterior. Cada uno cubría el puesto que se le había asignado en el plan que habían diseñado sus profesores.

Nico y Jason volaban por la zona mirando e informando por señas como iba el asunto de las barreras. Will fue directo a una ventana cercana a la enfermería para poder ayudar en caso de que alguien llegará como una herida.

Por último Leo estaba junto a todos los hijos de Apolo listo para prender sus flechas y hacer el doble de daño. El resto estaban ya abajo listos para luchar.

Ningún monstruo o ser había entrado todavía pero empezaban a rodear Hogwarts y si la barrera rompía estando rodeados no había cosa que pudieran hacer para no morir. La mayoría se estaba dando cuenta de esto y no sabían que hacer para evitarlo.

- Chicos y si hacemos un Wakanda? - Dijo Frank mientras alzaba una ceja.

- Que es eso?- Pregunto interesado Jason.

- Es una cosa que se hizo en una película de mortales, iba sobre superhéroes. En esta tienen una barrera en su reino muy parecida a esta pero cuando ven que tienen este problema abren simplemente una parte de la barrera para que no rodeen el reino.

- Es buena idea, solo una cosa, como hacemos que se enteren las hijas de Afrodita y los magos a la vez? -Se preocupó Piper.

- Eso no es problema- Comentó Hermione.

Procedió a colocarse la varita en la garganta y con su voz ampliada dar las instrucciones de lo que debían hacer a continuación aquellos que  se encargaban de  levantar las barreras. Todos lo entendieron a la primera e hicieron lo que la joven maga les ordenaba.

Cuando las barreras cayeron todos los que se encontraban dentro se pusieron en posición para poder defenderse a ellos y al colegio que se encontraba a sus espaldas. A los pocos minutos todo lo que se escuchaban en los campos de Hogwarts eran las espadas chocando y los hechizos saliendo de las bocas de los magos.

Todos estaban cumpliendo su deber y aunque estaba siendo cansado parecía que no llevaban tan mal, nadie había muerto todavía. Los minutos seguían y el ejercito enemigo se iba reduciendo. De pronto se escucho un rayo, había sido Jason que desde el cielo veía como una dracane casi mataba a Percy por estar distraído con los telekhines que se encontraban en el Lago Negro.

Nico estaba al lado de Jason combatiendo en el aire, vio como su mejor amigo no se concentraba, estaba demasiado ocupado mirando a Percy preocupado por su prometido. El hijo de Hades temía que le pasara algo por no centrarse.

- Ve abajo, ahora podéis meteros en el agua los dos y matarlos a todos. - Le dijo. El hijo de Júpiter lo miró preocupado no quería que le pasara nada.- No te preocupes y te entiendo estaría igual de nervioso si Leo estuviera ahí abajo.

En otra parte Hazel y Piper engañaban a un grupo de monstruos con niebla y embrujahabla, Frank les protegía las espaldas convertido en dragón. Reyna luchaba en un lateral con Harry, y en sus manos la espada entregada por artemisa, el mago se mantenía a su lado manteniendo a ralla los dementores que intentaban acercarse a la hija de Belona.

Ron y Hermione estaban juntos aunque Ron hacia más bien nada, estaba distraído que su primer novio fuera un dios que quería matarlos y destruirlos a todos le dolía un poco. Por suerte Draco se encontraba cerca y cuando vió que empezaban a rodear a Hermione se acercó y la ayudó, podrán con una gran maga pero con dos se les haría complicado.

Anabeth estaba sola con su daga en una mano y la varita en otra, en un despiste en hombre lobo apareció tras ella. Por suerte Nico lo había visto y bajo en picado con una pequeña daga de plata que siempre llevaba encima despúes de su experiencia traumática.

De la nada un grito desgarrador se oyó por todo el campo de guerra, quienes estaban cerca podían ver a Clovis muerto a manos de una acromantula. Quien había gritado había sido uno de sus hermanos y aunque estaba destrozado no podía parar de luchar, tenía que hacer que la muerte de su hermana no fuera en vano.

Pasaron casi una hora cuando parecía que no había más seres. Ya los heridos se iban a enfermería para poder curarse. La gente que aún se había quedado entre estos nuestros protagonistas vieron acercarse algo de lejos los que parecían gigantes. Parecía que estaban todos excepto Bob y Damasén  por cuestiones ovbias.

Nadie se habría preocupado por luchar un poco más si no supieran que era imposible ganarle sin un dios o diosa a su lado para poder rematarlos. Ahora mismo no tenían ninguna manera de acabar con ellos y eso es lo realmente les preocupaba.

Tanto Percy como Annie empezaron a rezar a sus respectivos padres nada sucedía y parecía que iba a ser su fin. Para empeorar las cosas Leo apareció por detrás, Will le había dicho que mejor aún no saliera pero tenía un impulso muy fuerte de salir y cuando la gente herida llegó fue muy fácil escaparse.

- Reza. - Le dijo Hermione.- Tu tienes esta bendición de la suerte a lo mejor si tu lo haces funciona.

Leo le hizo caso aunque se había confundido y no sabía muy bien que estaba pasando  al principio no paso nada y ya varios semidioses y magos habían empezado a luchar contar los gigantes intentando debilitarlos lo máximo posible.

En el momento en que toda esperanza se perdió una joven diosa se apareció ante ellos. No la recordaban, pero por el gran poder que emitía era obvio que era una diosa. Esta tenía el pelo negro largo, casi por la cintura, Tenía en su cabeza una diadema de coral. Su ojos eran grises fríos y calculadores, aunque tenían un brillo de diversión en ellos. Su cara tenía fracciones delicadas y su piel era morena.

La joven sonrió y miró a su alrededor cuando vio a los gigantes dejo de sonreír. Y se giró de hacia quienes habían pedido ayuda.

- Soy Laia, diosa de los arrecifes de coral. Hija de Atenea y Poseidón, he venido a ayudaros. Pude escapar de Mark, soy una diosa nueva y el aún no me conoce cree que fue el último dios en nacer. Os ayudaré mataremos a los gigantes encerraremos a Mark y yo iré a liberar a los dioses.

Dicho esto y después de un pequeño shock todos se pusieron en marcha. Tardaron casi una hora completa en matarlos a todos, sin duda estaban exhaustos. Todos menos Leo ya que Nico apenas le había dejado hacer nada, es decir, Leo no era bueno luchando por lo general, no es su punto fuerte pero enfermo... no quería que lo mataran. También le ayudo Piper que tampoco quería que su amigo se muriera por terco.

Cuando el último gigante cayó, Polibotes, apareció el dios causante de todo esto con una mueca en su cara mirando a todas las personas con asco. Lo que no se esperaba era encontrar a otra diosa con ello por lo que se enfureció y fue a matarla de manera rápida.

La única que tuvo los suficientes reflejos  fue Hermione que sabiendo lo que se venía y que la diosa era la única manera de salvar los do mundos se puso enfrente siendo ella atravesada por una espada. Por un momento la única que pudo reaccionar fue la diosa que con un rápido noqueo y una buena estrategia metió a Mark en la jaula para procerder a tirarla al río.

Cuando volvió la escena era desgarradora. Harry sostenía el cuerpo de Hermione entre sus brazos mientras lloraba y le acariciaba el pelo. Draco estaba sentado al lado con las manos cubriendo su rostro, aunque nadie sabía de donde había venido. Ron estaba como perrito echo bola en el regazo de su amiga mientras aullaba.

Los semidioses también lloraban menos Nico y Hazel, los cuales no solían llorar a la muerte simplemente la respetaban. Después de un rato se fueron y llevaron a Hermione junto los otros 8 muertos durante esta guerra.

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Hola gente. Capítulo final. Que os ha parecido? Os esperabais esto?

Espero que os haya gustado si es así dejarme un voto y un comentario. Y no os preocupéis subiré el epílogo lo antes posible. Disfrutar de la muerte. :)

Besos,

Yo.