Harry Potter y la sangre mestiza

Capítulo XVII

Los chicos estaban en el despacho del director, bueno todos menos Frank que estaba con Harry, Ron y Hermione en la puerta de este.

- Pero que pasó para que los castigarán? - Dijo Harry.

- A ver os cuento...

Flashback

Todos estaban paseando por un pasillo descubierto casi en la cima del colegio, iban corriendo por qué todos llegaban tarde a las clases que les correspondía.

Tanta prisa tenían que no vieron a un Huffelpuf que estaba allí parado. Al no verlo Percy se chocó accidentalmente con el.

- Lo siento, no te vi. - Se disculpó rápidamente el hijo de Poseidón.

- Encima de quitarme a todas las chicas también te chocas conmigo. - Dijo el chico muy enfadado.

- Oye, Mark, tranquilo. - Dijo Will, ya que el lo conocía.

- No sé quién es peor si este imbécil. - Dijo refiriéndose a Percy. - O tú.

Antes de que pudiera alguien reaccionar empujó a Solace que se calló por el borde del pasillo. El primero que reaccionó fue Jason que se tiro tras el.

Mark estaba blanco, su cara denotaba el terror que sentía.

- Casi lo mato... - Susurraba mientras se ponía las manos delante de la cara.

No pudo tener con esa cara mucho más todos los semidioses que quedaban allí empezaron a golpear al chico, todos menos Frank, este había ido a pedir ayuda.

Sabía que lo que hizo el chico estaba mal pero no quería que sus amigos lo matasen. Los profesores llegaron justo a tiempo, a la pelea también se habían unido Will y Jason.

Rápidamente los adultos, con un poco de magia, los separaron sin problema. Y los llevaron al despacho del director.

Fin del Flashback

- Vaya... - Dijo Ron.

- Ya, todos se enfadaron mucho no querían que alguien les quitará a otra persona de su vida. - Dijo Frank.

- Pobre Reyna, debió de sentir verdadero pánico.

No pudieron seguir hablando ya que la puerta se abrió dejando ver a unos cansados hijos de dioses.

- Estamos castigados, tendremos que ayudar a los elfos domésticos a limpiar todos los platos de la cena. - Dijo Piper con pesar.

- Si... Pero bueno... Frank que tenías que contarnos? - Dijo Anabeth cambiando de humor.

- A si es verdad, vamosa la sala de los menesteres para hablarlo con calma. Mientras no llegamos os voy contando.

Así fueron, mientras Frank les contaba su extraño no tan extraño sueño. Cuando acabó todos estaban sentados ya en los sofás de las sala de los menesteres.

- Yo creo que es más que obvio. - Comento Anabeth.

- Código morse, no es así? - Dijo Hazel, completando la idea de Anabeth.

- Tiene sentido, pero por qué no nos lo dijo directamente? - Dijo Jason.

- A lo mejor tenía miedo de ser descubierto. - Habló Hermione.

- Será mejor que volvamos a ver el recuerdo. - Dijo Piper.

- Oooooooohhhhh. No quiero volver a ver un pensadero en mi vida. - Replicaron todos casi al mismo tiempo.

Pero antes de que pudieran seguir quejándose Piper abrió un armario en la esquina de la habitación, dentro había el pensadero que necesitaban.

Ya como rutina la hija de Afrodita sacó su recuerdo y lo siguiente fue meterse en el sin protestar. Los otros si que protestaron pero al final todos se metieron.

Una vez dentro todos se sentaron y esperaron a que Leo descifrara lo que su padre decía. Dos minutos después tenían el mensaje.

- Madre mía. - Dijo Leo.

- Eso no es el nombre de ningún dios. - Dijo Anabeth.

- Es como si simplemente estuviera nervioso, como si fuera a hacer un examen. - Dijo Hermione.

- O aló mejor es lo que quería que los dioses pensaran. - Dijo Hazel. - En ese caso la culpable sería Hera.

Entonces el recuerdo se desvaneció. Al salir todos se sentaron y siguieron hablando.

- Pero eso no tiene lógica, ella ya es poderosa. - Dijo Jason.

- Jason, a veces influyen más las cosas del corazón. Que tú estés aquí sería un detonador excelente para que la diosa estuviera hasta las narices de que Zeus le fuera infiel. - Explicó Piper.

- Una mujer enfadada da mucho miedo. - Dijo Reyna orgullosa.

- Doy fe de ello. - Dijeron todos los chicos.

- Por eso soy gay. - Dijo Leo riendo.

Todos se rieron, incluso Nico que últimamente estaba más reservado de lo normal. Cuando acabaron se pusieron serios de nuevo.

- Tenemos que ir al Olimpo a avisar, y pedir ayuda con los seres que no podemos derrotar solo los semidioses... y los magos. - Dijo Anabeth.

- También podemos ir junto a Hefesto después para ver si sabe algo más. - Añadió Harry.

- Si... Pero no quiero volver a subir en un avión. - Se quejó Percy.

- Tranquilo iremos en viaje sombra.

- No, fantasmita, ni se te ocurra. - Dijo Leo.

En respuesta su novio solo sonrió de medio lado dando a entender que lo iba a hacer igual. Ambos empezaron una guerra de miradas.

- Venga, vamos a cenar. - Dijo Ron sin darse cuenta de nada. - Tengo ganas de comer pollo.

Percy lo siguió rápidamente cuando esté abrió la puerta, ya que el también tenía mucha hambre y necesitaba energía para poder lavar tantos platos como tendría que lavar.

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Bueno, aquí otro capítulo y cada vez más cerca de vencer a la enemiga. Os lo esperabais o no?

Besos,
Yo.