Capítulo XIX

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Al final esperar a que los dos hermanos se despertaran fue necesaria toda la noche y una gran parte de la mañana. En esas horas planearon un plan a la perfección, comieron, tuvieron dudas existenciales...

Cuando ambos se despertaron desayunaron y decidieron ponerse en marcha. Ya iban llegando al templo de Poseidón cuando algo se removió en la mochila de Hazel.

Frank que tenía el brazo al rededor de su cintura se sobresalto. Y Hazel se sonrojo.

Antes de que pudiera decir algo su puf salió de la mochila, la pequeña bola de pelo morada empezó a rodar al rededor de ellos.

- Diamante, que hace puffy aquí?

- Yo... Es que no quería dejarlo solo otra vez, se pone triste de que no pueda jugar con el. - La hija de Plutón puso una cara tan tierna que nadie se enfado con ella.

Mientras tanto el pequeño puf seguía corriendo a su alrededor.

- Yo creo que quiere que lo sigamos- comento Hermione.

Nada más decirlo el puf se alejó de ellos, por lo tanto ellos empezaron a seguirlo. No tardó mucho a que, junto a una fuente, encontrarán algo.

- Un giratiempos.- Dijo Harry entusiasmado.

Todos sabían que para el y para Hermione un giratiempos era como un anillo de proposición, era lo que los había unido.

- Lo más seguro será guardarlo. - Dijo Piper.

Hermione se dió la vuelta con el aparato en la mano y se lo colocó a Hazel alrededor del cuello, después le explicó cómo funcionaba.

- Esperemos no tener que usarlo después de todo. - Aporto Reyna, todos asintieron.

Hazel se agachó y cogió a su puff, por lo que todos caminaron al destino principal.

★★★★★★★

Ya estaban allí delante del templo. Al entrar vieron una puerta que supusieron que era para llegar a la habitación.

Al entrar vieron una escena que nunca esperaban ver. Poseidón estaba tumbado boca arriba en la cama con su cabeza en el espacio del hombro y la clavícula de Atenea.

Mientras la diosa también boca arriba leía un libro de arquitectura y, de vez en cuando, se reía cuando el dios le hacía cosquillas.

- Hola.

Ambos dioses los miraron y sonrieron, seguramente ya se esperaban que vendrían.

- Venís a pedirnos ayuda con los gigantes y titanes, no es así?

- Si, madre.

- Pero un momento, como sabemos que ella no es en realidad la que planea todo y solo quiere enterarse de todo? - Dijo Nico desconfiado.

- Es inteligente por tu parte sospechar hijo de Hades. Pero eso creo que solo lo harías tú. Yo no intento matarla ni a vosotros ni a los magos ni, por supuesto, hacer una guerra, lo juro por el río Estigio.

Todos se quedaron impactados, algunos enfadados. De hecho las orejas de Leo empezaban a echar humo y Nico tenía sombras a su alrededor.

- Dejando de lado esto, nos ayudareis?- Dijo Piper intentando distraer a la diosa.

- Si, barba de percebes y yo os ayudaremos encantados.

- Ahora fuera. - Dijo Poseidón mientras tenía en la cara una sonrisa ladina.

Los chicos no los hicieron esperar y se fueron contentos con el resultado de la visita. Ya iban volviendo cuando vieron a un dios.

Todos se escondieron, todos, menos Hermione y Harry, no les dio tiempo y no había ningún sitio. A pesar de los intentos de ambos magos por no destacar mucho el dios se acercó a ellos.

- Quienes sois? - Dijo el dios no conocido.

- Somos nuevos dioses. - Dijo Hermione.

- De que?

- Yo soy la diosa de la inteligencia y el el dios de las cicatrices de guerra.

- La inteligencia... Esa no es Atenea?

- No, esa es mi madre. La inteligencia y la sabiduría no es lo mismo.

El dios asintió y pensó que si la joven sabía eso debía ser verdad lo que decía pero desconfiaba del chico, aún no había hablado.

- Y quién es tu progenitor divino?

Harry se asustó, pensó rápidamente en todos los dioses que conocía y pensó de cuál sería hijo si lo que decían era cierto.

- Es mi padre, quizá te suene, Ares.

El dios puso cara alarmada sería mejor no molestar al hijo de Ares si no quería problemas con el. Sin despedirse desapareció.

Cuando vieron que todo estaba tranquilo sus amigos salieron de sus escondrijos y los felicitaron por su inteligencia.

Se veía que habían aprendido en las clases a como tratar con monstruos o, en este caso dioses.

Nada más acabaron de felicitarlos salieron rápidamente del Olimpo. Lo último que querían era más problemas en un solo día.

- Ahora al campamento Mestizo. Iremos a buscar a Festo. - Dijo Leo feliz.

- Cuanto lleva en el campamento?

- No mucho, lo tuve un tiempo en el colegio, ya lo hecho de menos.

- Quién es Festo? - Dijo Harry.

Entonces ellos le respondieron que era el gran dragón en el que le habían dicho que viajaron. A ellos no les hizo mucha ilusión. No le gustaban los dragones pero no es como si hubiera otra manera.

Cogieron tres taxis y se dirigieron al campamento Mestizo. Cuando ya habían llegado todos se metieron con sigileza en una de las cabañas, la de Zeus, para que nadie los viera.

Al día siguiente ya responderían a todas las preguntas de sus amigos, Quirón y, si es que acaso le importaba, las del señor D.

Durmieron tranquilamente sin ninguna preocupación, cuando vieran a Hefesto y el les confirmará quién era la diosa detrás de todo esto acabar con la guerra estaría al alcance de sus manos.

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E aquí otro capítulo, vuelven a aparecer las mascotas, las tenía allí abandonadas🙊.

Besos,
Yo.

Harry Potter y la sangre mestizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora