❁𝓡𝓸𝓼𝓪𝓼 𝓓𝓮 𝓥𝓮𝓷𝓰𝓪𝓷𝔃𝓪❁

CAPÍTULO 1

V

El caos reina en esta ciudad corrompida y dictada por el general Sotla, hoy es 5 de Noviembre del 2004, noche en la cual me dispondría a poner en marcha mi plan para que todo el mundo vea mi Benedicto y consiga mi venganza por todo lo que este país Inglaterra me ha hecho pasar, en este momento me encuentro preparándome en mi camerino, por así llamarlo, para salir a ejecutarlo, acomodo mis botas, tomo mis dagas y mi máscara. Hacer explotar al símbolo de justicia de esta Nación, a la señora Justicia le dedicare una Odda, mi Odda favorita, la Opertura 1812 de Chaikovski y esto sería el comienzo de todo lo que tengo planeado para esta Nación. La noche anterior había colocado los explosivos y programado la canción para que se oiga en los altavoces, son como las 11:00pm, hora en la cual está el toque de queda, se supone que solo hay guardias rondando por las calles. Caminaba por uno de tantos callejones que hay en esta ciudad y los cuales parecen laberintos ya que más de la mayoría se conectan, hasta que escuche unas voces que atrajeron mi atención, era una mujer y como 3 guardias.

Evey

Me encontraba arreglándome en mi tocador, escuchaba las noticias, pero las apagué en el momento que escuché su ¡ INGLATERRA PREVALECERÁ!!, odio escuchar eso, tengo una cita con Gordon y se supone que en el toque de queda no debo salir.

-____!! Ya me voy- le grite mientras que me dirigía a la puerta de su habitación.

- ¿y a dónde vas?, bueno si puedo saber- ella seguía acostada mientras que veía la TV, ni siquiera me está mirando.

- Tengo una cita con Gordon- dije casi dirigiéndome a la entrada del departamento.

-Uyy, el del programa de risa de la BTN, ese que te encanta?- dijo ella sonriendo de una manera pícara.

-No pongas esa cara de pervertida, solo es un amigo que nos ha ayudado mucho- le dije regresando a su habitación.

-Pero Evey, es ya de noche, casi son las 11:00pm, te puede pasar algo- dijo levantando se de su cama.

-No me va a pasar nada, solo quédate despierta por si regreso alterada, ¿esta bien?- le dije segura, mientras que ella asintió y me acompañó hasta la puerta, me di la vuelta y solo se escuchó como cerraba con llave.

Caminaba por una calle oscura y me metí por un callejón para acortar un poco mi camino, pero me percaté que 3 guardias comenzaban a seguirme a paso rápido, por lo que yo comencé a correr, pero ellos me acorralaron.

-Hola linda, que haces a estas horas fuera en el toque de queda?- dijo este mientras se remojaba los labios.

-Voy a ver a mi tío, está enfermo- dije firme mientras que trataba de pasarlos de largo.

-Con ese vestido tan corto, no lo creo- dijo otro guardia mientras se frotaba su ya marcada erección.

-Por favor no me hagan nada, no diré nada y no volveré a salir de noche, por favor- dije ya con mis ojos cristalinos, en ese momento me arrepiento de ponerme un vestido muy escotado en V unos 4 dedos arriba de la rodilla y de color lila muy claro en el cual se transparentaba mi brasier negro con toques de encaje y una tanga del mismo estilo.

-Para mañana serás la zorra más adolorida y la p#ta madre de mis hijos- dijo el guardia mientras se bajaba los pantalones y otro ya me tenía atrapada.

Comenzaron los 3 a tocarme, me quitaron mi chamarra y empezaron a masajear mis pechos, que en este momento odio no tener experiencia sexual, porque mis pezones reaccionaban a su tactos y estos ya se encontraban erectos y se notaban con todo y la tela del brasier y del vestido, yo gritaba por ayuda pero creo que nadie va a venir.