Nuevamente los cinco en la pista, Mariam estaba viendo que no se metieran en líos aun cuando disfrutaba de tocar el cuerpo de un nuevo chico que había llegado. No iba a estar toda la noche de niñera, obvio iba a disfrutar bailar con el apuesto joven que se le acercó coquetamente en un descuido. SaeHun estaba bastante divertida hablando con la planta, no era problema salir a divertirse un poco.
La voz más chillona y tierna que habían escuchado las detuvo. Su vista se alzó hacia la muchacha de, suponían, no pasaba los veinticinco años. Vistiendo un traje de cuero negro junto a unas mayas hasta su rodilla, orejas de cato y una cola del mismo. Había cambiado su atuendo. Mariam frunció el ceño cuando la mujer sacó la lista que había estado llenando hace unos minutos. Dejó a su pareja en la pista y volvió a su lugar en la mesa, junto a una soñolienta SaeHun.
–Todos y todas los baby's reúnanse en la sala 4 por favor –anunció la voz. Sonriendo a todos los que la miraban, ya sea con emoción en caso de las chicas que esperaban ser llamadas, curiosidad en los pubertos que habían ingresado hace poco, deseo en el caso de los hombres cercanos a la pasarela y con confusión en caso del quinteto. Y obvio, Mariam que estaba que echaba humo por las orejas a un costado de SaeHun, quien había caído dormida en su pecho.
Las chicas recordaron lo que pasó hace tan solo media hora y dejaron a sus parejas de baile para ir a dónde les habían indicado. Mariam de verdad acabaría matando al cuarteto. ¡Estaban a punto de cometer la estupidez más grande del año! Pero ¿Quién escucha a la voz racional del grupo? ¡Nadie!
[. . .]
Había alrededor de unas veinte personas en la gran habitación, unos sentados, otros asomándose por una cortina a quien sabe qué y otros maquillándose ¿Qué es esto?
SunHe caminó nerviosa hasta la salida sin entender que pasaba, y para nada le daba buena espina aquello, desearía haber escuchado a Mariam y haberle hecho caso cuando les dijo que se quedaran con ella. Intentó escapar sin verla, pero alguien la detuvo.
–Estas muy fea –Una castaña estaba de brazos cruzados, con una mirada expectante en ella, pero, fuera de lo extraña que lucía, SunHe se concentró en el comentario dicho por ella, es decir ¿¡Cómo se atreve?!– Vamos a cambiarte –la chica la tomó del brazo sentándola de golpe en una silla de cuerina negra.
Un poco de maquillaje natural en los labios y mejillas, rímel en las pestañas y unas lentillas celestes con aumento fueron suficientes para hacer de SunHe la mujer más linda ante los ojos de los hombres dentro del camerino ¡Ella quería de vuelta sus cosas!
La vistieron con un vestido verde pálido acentuado a sus curvas y la subieron al escenario.
–Ku SunHe –anunció alguien– empezamos con 500 mil – ¿Qué demonios era esto? – ¿Alguien da más?
– ¡Ochocientos!
– ¡Novecientos!
Números cada vez más altos fueron lanzados, llegando a los 50.000 dólares.
–Cincuenta mil a la una... Cincuenta mil a las dos... –la castaña de antes tenía un martillo, alzándolo en el aire a punto de cerrar los montos.
– ¡Dos millones! –gritó un hombre con una máscara negra y cabellos rubios despeinados.
– ¡Cuatro! –uno de cabellos rosas subió el valor.
– ¿Alguien da más? –nadie habló y la menor solo guardó silencio. En serio, cuando más necesitaba que Mariam rogara porque su petición fuera escuchada, no lo hacia ¡Joder!
–Ocho millones –un joven con máscara negra, ojos que te violaban con solo una vista habló; en su mano estaba la copa de vino que acaba de beber. Hubo silencio después de su voz. SunHe tragó grueso cuando la mirada del hombre se posó sobre ella, bebiendo de su copa.
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Amantes Enmascarados | Mark Lee | Libro#1
Teen FictionComenzó con una noche de chicas, tragos que llevaron al lio que desencadenará la montaña rusa de sentimientos que jamás deseó. •Historia con contenido +18 •Menciones a algunas otras bandas de K-pop •Menciones a ships de otras bandas. •Capitulos rela...