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Todos estaban en la acogedora casa de SunHe, sentados en la mesa del comedor, comiendo pastel que habían comprado los dos hombres de la casa hace apenas una media hora.

Habían cantado y felicitado a la chica entre risas, Kim aún tenía delicado su tobillo, aun así, acompañó el festejo junto a su novio. Cantando y comiendo, como lo es siempre.

¡No por tener mal un tobillo voy a dejar pasar la oportunidad de disfrutar! Y cierra la boca, que esto es tu culpa. –Fue lo que respondió cuando su novio le preguntó el porqué de estar ahí.

Al acabar de comer, Kim volvió a la comodidad del sofá del salón y SunHe ayudaba a su madre lavando los trastes.

Jae y el señor Hwang estaban en el jardín, cocinando una carne a la parrilla para la cena. No tenían pensado hacerlo hoy, ni estaba en sus planes recibir a su hija y a sus amigos en casa. Pero estaban felices de por fin, poder verla.

La música sonaba desde la televisión de la casa, Kim estaba a cargo de la música. Fuerte y claro se escuchaba la voz armoniosa de Tharey junto a Naeh. La voz de su amiga sonaba a la par, siguiendo la lírica.

SunHe continuó ayudando a su madre en la cocina, haciéndolo ensaladas y llevando tragos al jardín donde estaba su padre y amigo cocinando. Las carcajadas que se lograban escuchar, solo lograban sacar sonrisas de los labios de SunHe.

Los llantos de Kim se hicieron escuchar junto a Don't cry de la banda que estaba tomando fama últimamente; Ghosts524.

SunHe dejó de lado todo lo que estaba haciendo para correr al salón y ayudar a su amiga con los gritos, aferrándose a su hombro con una mano y con la otra alzaba su palma, moviéndola a la par de la música.

¡Y no quiero que vuelvas! Lastimaste a la princesa de este jodido cuento, no quiero volver a ver tu maldita cara cuando te des cuenta de tu error. Hoy me siento viva ¿Me extrañas? Qué pena. Hoy me siento chill ¡Diferente a ti! Me lastimaste, hijo de puta. Pero ¡Baby, I don't cry for you! Ni una lagrima de mi para ti... –corearon la parte que amaban, el rap de Cleo.

Su madre reía a carcajadas desde la cocina, extrañaba verlas en el salón gritando la letra de las canciones mientras que ella les cocinaba algo de merienda.

Kim soltó un grito antes de reír y acompañar a la señora Min y SunHe en las risas.

Jae compartía feliz con el señor Ku, conociendo gran parte de él en el tiempo que estuvo fuera.

Supo que fue uno de los mejores de la clase y al mismo tiempo, el niño problema, que tenía una banda de rock con sus amigos de instituto y que antes de conocer a la señora Min, él era todo un casanova.

Tuvo muchas novias, igual como tuvo muchos encuentros toscos con la ley. Muchos de ellos estando con la señora Min. Contaba con risas la primera vez que le pasó su vehículo de ese entonces a SunHe, cuando ésta a penas y tenía unos 16 años.

Reía al contar esa tarde en que fueron en busca de leños para el invierno y la chica era una vaga, no ayudaba en nada y solo animaba desde la parte trasera de la camioneta que tenían en ese entonces. Sobre los troncos bailaba canciones que ella misma inventaba.

No fue sino hasta que le pidió que manejara hasta donde estaba él que todo el desastre ocurrió.

La chica tomó el volante y le puso primera, comenzó bien y fue una sorpresa grata para su padre. Más el susto vino cuando la chica le puso segunda y aceleró como desgraciada hasta perderse del campo de visión de su padre, quien no dudo en correr detrás de ella. Mientras SunHe reía a carcajadas sobre la camioneta, él corría detrás gritándole que se detuviera. Al hacerlo, pudo reír tranquilamente en el asiento de copiloto. Jamás le volvió a pasar el volante.

Sin duda la locura más grande que su hija hizo jamás.

Jae acompañó al hombre en cada momento con las risas, sin poder creer que su amiga hiciera tal locura.

[. . .]

Una vez la carne estuvo lista, los hombres entraron la carne a la casa de los padres de SunHe, sirviendo en los platos que ya estaban listos para ser servidos. Kim se sentó frente a SunHe y Jae frente a la señora Min a la izquierda del señor Ku.

Todo fue risas, los padres de SunHe avergonzándola con sus recuerdos de niña y algunas veces cayendo en melancolía al recordar esos días en que su pequeña vivía con ellos.

Mas solo pudieron sonreír a quien ahora estaba tomando las manos de sus padres, diciendo que todo estaría bien, que ella estaba allá por estudios.

Al cabo de dos horas en que bailaron e hicieron karaoke, todos se fueron a dormir. El señor Ku dejó que Jae se acostara en la habitación de invitados ya que la idea de chicos y chicas en una sola habitación no le gustaba nada. Mientras las chicas estaban en la amplia habitación de SunHe viendo una película en la laptop de ella.

–Tu... ¿No pensabas decirle? –dijo en un susurro SunHe.

–¿Qué cosa?

–SobreSaYeen –le miró– Se lo dije por accidente y parecía no saber nada de eso ¿Porqué no se lo has dicho? –le miró de frente– Él no es él... Confíaen Jae, estoy segura que no te va a lastimar... –le sonrió, más Kim se dio lavuelta, no queriendo hablar del tema.


01.03.20
¿Se dan cuenta de lo ridícula que llego a ser? Les comento.
Mi mama se compró un telefono nuevo, la maravilla (ademas de su buena marca) es que las teclitas del teclado suenan y son supee satisfactorias. El caso es que yo queria escribir algo largo con el teléfono, pero no sabia que cosa.
Resula que hoy se fue de fiesta y dejó su teléfono en casa.
Adivinen quien instaló Wattpad y está escribiendo sus historias con el telefono de su madre :)

Amantes Enmascarados | Mark Lee | Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora