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[SuJin en multimedia para que la conozcan] 




Recibió la taza de café que Mark le estaba ofreciendo, teniendo su mirada perdida y tratando de encontrar una razón lógica a todo lo que su pequeña estaba experimentando. Pero no había razón lógica, es decir ¿Cómo es que sepa quién demonios es MinSu? ¡Ella aun ni nacía! ¿Cómo puede saber quién es o siquiera conocer su nombre? Nadie nunca le habló de cómo era y las fotos que aún quedaban del difunto eran pocas, las únicas que tenía ella eran las que quedaban. Simplemente imposible.

–Y bien –Mark se sentó, viéndola al mismo tiempo que bebía de su propio café– ¿Qué pasó con SuJin? Cuando veníamos para el departamento no dijiste nada en todo el camino, y eso ya es raro viniendo de ti.

Mark esperaba un golpe, como solía hacerlo la menor cuando le buscaba burla, mas solo la vio caminar con la mirada perdida a su habitación, cerrando la puerta y volviendo, sentándose junto a él. Okay, ahora Mark si tenía miedo.

–SuJin... –La muchacha bebió de su café, tratando de bajar el nudo en su garganta– SuJin conoce a MinSu, a mi hermano.

Los ojos de Mark buscaron una pizca de burla en los contrarios, más estos le miraban tan fijamente que creyó sentir violada su alma. Bien, esto estaba asustándolo más de lo que creyó.

– ¿Estás segura? MinSu hyung murió mucho antes de que SuJin naciera.

–Muy segura. Durante los días en el hospital me lo describió como era físicamente ¡Incluso mencionó la jodida cicatriz en su mejilla derecha! Aquella que había tenido solo cuando peleó una semana antes de irse. Casi nadie sabe de aquello.

– ¿No me estas tomando el pelo? –preguntó, frunciendo el ceño. Era poco probable que su menor jugara con algo así, pero no quería arriesgarse. MinSu era su mayor, su mejor amigo y su familia, sería una mierda que jueguen con eso.

–No te estoy mintiendo ¡Ella sabe perfectamente como era! Es imposible que sepa si no lo conoce por fotos, ¿Me lo explicas? Ni siquiera sabía cómo se llamaba. Nunca nadie había mencionado el tema de MinSu en su presencia.

Los labios de Mark se abrieron, buscando algo para decir, más nada salió de sus labios. Era simplemente imposible, MinSu llevaba mucho más tiempo muerto de lo que la menor lleva con vida, era jodidamente imposible que ella supiera incluso el cómo se llamaba.

–Esto debe ser una jodida broma.

–Te puedo asegurar que no lo es –la menor suspiró, dejando la taza sobre la mesilla a su lado– Yo misma le pregunté cosas que solo con MinSu sabíamos, y ella me contestaba diciendo que mi hermano dijo –explicó. Ninguno podía entender nada.

Aunque a Mark le llegó una teoría. Recordó lo que había pasado con su primo menor, la hermana de su prima fallecida, quien también decía verla, que hablaba con ella y qué, además, sabía perfectamente como era, hasta las perforaciones exactas de su cuerpo las sabía. Contando la del ombligo que se había hecho en secreto y que solo Mark e Irene conocían.

Esto era realmente extraño.

–Sabes... –Mark pensó un momento en contarle, pero acabó decidiendo que era lo mejor, quizá si tenía algún vínculo– Tengo... Tengo un primo un año mayor que SuJin, quien dice lo mismo que dice la pequeña, pero él dice ver a YungMi... –la menor abrió sus ojos, frunciendo el ceño a penas los abrió. Esto parecía ser una jodida broma– Y... al igual que tú, nadie le creyó ya que no tenía nada de coherencia, –la menor asintió, permitiendo continuar con lo que él hablaba– solo cuando habló de su perforación en el ombligo todos le creímos, ella nunca le dijo nada a nadie sobre lo de su perforación. Parecía ser una jodida broma. Pero... ahora que me cuentas lo de SuJin ¿No crees que es raro?

–Bastante.... –la menor puso sus dedos frente a sus labios. Pronto llegó una idea a su cabeza– ¿No crees que ese par quiere decir algo?

[. . .]

Había pasado una hora y poco más, la misa había sido realmente larga para la pequeña de seis años, estando todo el tiempo entre los brazos de Mark, quien la mecía por largos periodos de tiempo, haciéndola dormir por ratos y en otros aburriéndola más de lo que ya estaba.

Su mamá, SunHe, estaba a un lado de ella, tomándole la mano y sonriéndole de vez en cuando. Ella estaba aburrida ¡De verdad que lo estaba! Sus papás estaban adelante, junto a las urnas negras brillando, donde estaba también un anciano de avanzada edad recitando cosas que ella no entendía. Realmente quería irse.

Muchas veces intentó escapar de los brazos de su nuevo papá Mark, pero este insistía en apresarla, diciéndole que 'Debes estar quieta, es una ceremonia de gran importancia' para que ella bufara y se cruzara de brazos, dejándose querer por el pelinegro.

¡Y lo peor es que su mamá lo apoyaba! Traidores. Su único consuelo era que después de todo aquello, prometieron llevarla a comer helado. En pleno invierno, pero si ella lo pedía, lo tendría.

Y no crean que sus padres no le importaban, pero era cosa de verles sentados sobre sus urnas y saber que estaban igual o más aburridos que ella. Ninguno fue amante de estas cosas.

Después de escuchar un 'Amen' de parte del anciano, todos repitieron y se pusieron de pie. ¡Al fin saldría de ahí!

Su cuerpo fue elevado, siendo sentada en los grandes hombros de Mark, donde se sujetó de las manos que su papá ofrecía. Sonrió, apoyando su barbilla en la cabellera y degustando del aroma de su cabeza ¡Olía muy bien! Y su sonrisa se hizo más grande cuando vio a sus dos papis besarse, sonriéndose y tomando sus manos ¡Su mamá era muy feliz!

El camino fue lento, pero entendía la lentitud si delante de todos, iba de nuevo el anciano leyendo el libro ese que estaba leyendo en la ceremonia, haciendo cosas con su mano. ¡Qué aburrido era! Por eso prefería mucho más a su abuelo Hwang.

El camino hasta el cementerio fue lento, tanto que temió caerse por los leves bajones de sueño. Más al final había logrado llegar, junto a sus papis.

La bajaron, y ella solo pudo ver como ambos ataúdes eran enterrados bajo la tierra húmeda, debido a la lluvia. Su mamá le entregó una rosa, color amarillo ¡Su mami amaba esas rosas! Siempre ponía un ramo mezclado con blanco en casa.

–Ve, amor, dásela a mami –dijo su mayor, empujándola levemente a el túmulo de tierra.

Todos estaban mirándola, con ojos en lágrimas y algunos mirándola expectante de lo que dirá, su mamá estaba detrás, con su papá tomados de la mano.

–Mami –se acercó, donde estaba el gran túmulo de tierra– Papi, lamento que se hayan ido. –suspiró, era su último momento– Pero sé que no me dejarán solita, ahora sé que estarán en el cielo, junto a tío MinSu y tía YungMi –la pareja a sus espaldas se miró sorprendida– Sé que serán estrellas ¡Las más hermosas! Sé que me cuidarán desde allí, que me verán ¡Y siempre estarán aquí! –llevó sus propias manos a su pecho, sonriendo– Sé también que lucharon, lloraron pero que estaban muy mal. No se sientan mal ni mucho menos se culpen por dejarme solita ¡Mamá SunHe y papá Mark me cuidarán! Son los mejores padres, claro, después de ustedes –aclaró, moviendo un poco la tierra– Sé que me cuidarán mucho, que me guiarán por donde debo ir. Y... al menos así, podremos estar mucho más juntos, porque antes por culpa de sus trabajos, no nos veíamos –un tierno pucherito apareció– Los amo, papá y mamá. Nos veremos en sueños ¿Sí? –y llevando la rosa, dejando un beso tierno en sus pétalos, la dejó sobre la tierra.

Alzó su vista a donde estaba su mayor, quien lloraba y soltaba cascadas de sus ojos como si su vida dependiera de aquello. La mayor la cargó en sus brazos, abrazándola y susurrando palabras bonitas.

Pero ella no veía aquello, ella estaba viendo a su madre y a su padre, subir unas escaleras semi-transparentes hacia el cielo.

–Adiós mamá, adiós papá.







Para aclarar y para quienes no recuerden bien quienes son MinSu y YungMi, son parientes de los chicos. MinSu es el hermano mayor de la SunHe y YungMi es la prima de Mark y novia de MinSu. Y ambos están muertos.

Eso, adiós y nos leemos mañana ✌️

Amantes Enmascarados | Mark Lee | Libro#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora