Una chica que le gustaba escribir, a pesar de que las lenguas se le iban muy mal. Ironías de la vida. Le gustaba crear historias de amor tras otra, gracias a su fructífera imaginación. Sus protagonistas solían ser chicas fuertes, valientes y hermosas. Heroínas, capaces de afrontar cualquier cosa. Soñar es gratis.
Muchas veces sus historias terminaban a medias, sea porque se le iba la imaginación, o se aborrecía... puede que fuera el síndrome de la página en blanco. O puede, que su existencia era tan aburrida que no veía sentido crear bellas historias de amor.
La chica crece, va mejorando y consigue terminar alguna de sus historias. Aunque, su punto de Aquiles sigue siendo las faltas ortográficas. Se intenta... :( A veces carece de fuentes de inspiración... y hay que exprimir la mente.
Escribir suele ser una buena herramienta terapéutica. Y dicen que si partes de vivencias que conoces, o has vivido un poco, sea por activa o pasiva, ayuda a la hora de expresarte, en meterte en tus personajes. En todo caso, me di cuenta del poder que tiene eses escritos en una novela que termine y no me atrevo a publicar.
En ese fanfic, vuelvo a fantasear que Julsbela es real y tienen una bella historia de amor. En esa ocasión, las sumerjo en un universo totalmente distinto a OT. La inspiración parte de una vivencia particular, tan efímera como nostálgica. ¿Puede alguien conocer de pequeña a otra niña, compartir una tarde de juego y sentir que puede ser tu amiga del alma? Es el perfume del amor a primera vista. La vivencia no se queda como algo anecdótico. Años más tarde sigues acordándote de aquella niña, de lo que sentiste, a pesar de no saber ni como se llamaba. Es a partir de aquí donde arranca el relato... Los misteriosos senderos del destino.
Dedicado a los soñadores, a los primeros amores, a las mujeres que se atreven a ser ellas mismas, a luchar por alcanzar sus sueños y se reivindican a diario.
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Mi riquiña tractorista
FanfictionLos recuerdos son entidades caprichosas, no puedes fijar el día ni la hora exacta que conociste a aquella niña sin nombre. Júlia, sólo se acordaba de lo bien que lo paso jugando con ella en el parque y lo bonita que era. Fueron unas horas que le pa...