Júlia,horas antes de ir al parque
Los grandes momentos son un suspiro. En un abrir y cerrar los ojos ha ocurrido un pequeño milagro. Uno duda de si ha sido real, o producto de su prodigiosa imaginación. Generan huella en tu interior y te alteran tanto que se te nubla la razón. No siempre encajan con lo soñado y por eso terminas actuando de forma paradójica, o inusual. Pequeñas trampas mentales que desdibujan la esencia de aquel instante.
Júlia jamás se dejo arrastrar por impulsos, fue inusual irse de la piscina dejando a Marilia totalmente descolocada. Corrió como huyera del infierno, de la peor pesadilla de su existencia. Lejos de allí se detuvo. Después de todo ese tiempo recordándose de la niña más dulce y adorable del planeta, rogando al firmamento que susurrara su identidad, por fin supo su nombre y apellidos. Y en lugar de alegrarse se le había oscurecido el ánimo. Decepción. Chistoso. Sólo por un detalle. Se rió y lloró a la vez. Eran muy curiosos los senderos del destino. Irónicamente, había terminado enamorándose de la misma niña que le marco de pequeña. Fue su primer amor. Tan inocente y puro.
Se percato de la ligereza de su anterior juicio de valor. Su pulserita solo era un mero objeto. Eso sí, muy cargado de contenido e intencionalidad, como la promesa de amor eterno. Aunque, sin duda en aquella época su gesto fue ingenuo e impulsivo. Lo inquietante era suponer que para Sabela aquel día no significo nada. A fin de cuentas, solo fueron unas horas en el paraíso. Le costaba pasar en alto aquel simple detalle, regalo sin más su joya. ¿Aquella chica no se tomaba algo en serio?
Reinicio su marcha hacia el alojamiento rural de los Vilalta. Por suerte, sus padres aún no habían regresado. Necesitaba unos minutos de calma para ordenar su convulso interior. Flotaba. Seguían sin creerse aquella simple coincidencia. Agarró el móvil y llamo a Dave. Le narro lo sucedido y espero su diagnóstico.
- ¡No jodas, tu tractorista es la niña del parque!- La escucho suspirar totalmente derrotada.- Aún así no te alegras. Julita es para darte una tuerta...
- Intuyó que no significo lo mismo para ella.- Sentenció con contundencia.
- ¿Y cómo lo sabes, se lo has preguntado?- Contraataco de forma firme.
- Le dio mi pulserita a una de sus mejores amigas.- Imprimiendo todo su dramatismo en aquella frase.
- No des tanta importancia a este objeto, solo es algo inmaterial, sin sentimientos ni emociones. Puede que Sabela siga acordándose de ti sin tener de recorrer a ese amuleto.- Sus palabras le calaron hondo. Su amigo solía analizar los problemas desde una perspectiva más optimista.- ¿No es mágico ese cruce de caminos? No dejes escapar a esa chica si realmente te estremece y te hace vibrar cada célula de tu piel en solo mirarla. Es único. Es algo irrepetible.
- No sé...
- Ya habla la testaruda de siempre.- Le regaño dulcemente.- ¿Qué te preocupa?
- De acuerdo, la pulserita es insignificante... pero... Le temo a la levedad de sus sentimientos. Imagínate si me quedo y jamás me toma en serio... Quiero un futuro a su lado.- Le expuso Júlia, abriéndose en canal.
- Cariño te entiendo, no quieres sufrir. En esa vida no existen garantías. Hoy puede que haya salido el sol, pero mañana quien sabe. Por ejemplo, que caiga un aguacero e inunde toda España. Todos desaparecemos, junto a nuestras inútiles pajas mentales. Hay que vivir más aquí y ahora.
- ¡Ah, Dave no te pongas tan filosófico!- Siendo un poco brabucona. El muy condenado tenía razón.
- Mira cielo, aunque las comparaciones son odiosas, piensa en que sentiste de pequeña con lo que sientes en la actualidad. Sí se te mueve el piso, si te sale el corazón del pecho, si tu alma flota y radias de felicidad será tu señal.- Hizo una pausa y terminó dejándola desarmada.- En el fondo lo sabes. Grávate bien mis palabras. Si huyes, reniegas contra tu primer amor, nunca conocerás la plenitud existencial. Me das envidia. Quisiera hallar un amor tan puro como el vuestro.
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Mi riquiña tractorista
FanficLos recuerdos son entidades caprichosas, no puedes fijar el día ni la hora exacta que conociste a aquella niña sin nombre. Júlia, sólo se acordaba de lo bien que lo paso jugando con ella en el parque y lo bonita que era. Fueron unas horas que le pa...