(20) Rara

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(20) Rara

Durmieron pocas horas, se desvelaron pronto. El aleteo de algunas gaviotas, el ruido de la brisa marina y del fuerte oleaje de aquella mañana fue su despertador natural. Sabela ronroneo perezosa y se arrimó más fuerte al cuerpo de su novia. No evito acariciarle sus pechos y besarle su hombro. La desvelo con sus mimos. Gimió brevemente.

- Buenos días amor mío.- Le susurro cerca de la oreja.

- Buenos días corazón, que hermoso despertar con tus besos.- Le respondió Júlia con voz ronca. Se volteo y se miraron anonadadas, sumergiéndoseen un amoroso silencio. La gallega empezó a perfilarle su rostro, su nariz afilada, sus carnosos labios, dibujo corazones en sus mofletes sonrojados...

- Hacer el amor contigo ha sido increíble. Y despertarme abrazadita a ti, oliendo tu perfume tan marítimo, palpando la suavidad de tu piel, tu color y percibiendo tu corazón latir. Ha superado en creces todas mis expectativas. Gracias por tu delicadeza. - Se aproximo más a su cara, sus narices se rosaron y se detuvo.- Te amo.

- Y yo a ti.- Le respondió estrechándola entre sus brazos con más intensidad. Ansiaba sentir sus labios, que se estaban haciéndose los remolones. Su cálido aliento acariciándole la boca y la barbilla la estremecieron. Exasperada por la espera movió la cabeza e inicio ella el beso. Se expresaron todos sus sentimientos a través de aquel leve y progresivo morreo. Tan intenso que alcanzo ciertas cuotas orgásmicas, tan lleno de ternura que las hizo derretirse. Volvieron a amarse, a viajar a un universo de sensaciones infinito. Era adictivo y tan embriagador que lees hizo perder la esencia del tiempo. Se les hizo las doce de la mañana. Perezosas se incorporaron para vestirse y recoger sus pertenencias.

- Tatuare en mi memoria ese maravilloso fin de semana.- Le comento Sabeliña antes de salir de la suite. La beso. Empezaba a estar un poco triste pensando en cuando extrañaría tener momentos como aquellos con su riquiña una vez regresara a su cotidianidad.

- Riquiña, para mí también ha sido muy especial. He estado antes con otras personas, pero estar contigo ha sido único. Jamás me había estremecido tanto con leves contactos de tus manos, con el rose de nuestras pieles, con tus besos, con tu forma de mirarme...- Se lo dijo sinceramente.- Nunca antes he estado tan enamorada de nadie como lo estoy de ti. Ya nada más verte por primera vez, conduciendo el tractor, el mundo se paralizo. Me quitas el aliento. Vampirizas mis pensamientos. Has puesto mi mundo patas arriba, en el sentido que si lo nuestro funciona estoy dispuesta a quedarme a Cataluña. Lo sé, es muy precipitado. Debemos de tratarnos más, quizás alguno de mis defectos te molestes o decepciones... Nunca se sabe. -Su amada en escuchar su linda declaración de amor la abrazo.

- Para mi eres única, mi primero y único amor. Te adoro y amo tanto, tanto...- Le confesó. Se volvieron a besar un ratito más.- Tus palabras me saben a gloria, te las copio calcadas. Mi mundo es reducido. No tengo tanta experiencia como tú. Sólo sé que no quiero explorar otros planetas. Eres mi princesa azul, posees todo lo que buscaba en una chica. Eres inteligente, sensible, culta, sexy y me encanta tu buen humor, tu picardía y tu gentileza. Lo nuestro es amor a primera vista, porque sentí lo mismo cuando te vi tan elegante y altiva en la calle. Ya lo sentí de pequeña, me enamore de niña foránea cuando tenía diez años. Sentimiento que ha perdurado hasta hoy. Me siento muy afortunada de poder ser la protagonista de una linda historia de amor.

Se emocionaron y sus ojos se humedecieron. Permanecieron abrazadas, percibiendo sus emociones a flor de piel. Se separaron unos palmos y contemplaron sus rostros. Se rieron y se besaron con lentitud. Aquel fin de semana había sido único y sería inolvidable.

Dejaron las maletas en recepción para aprovechar un poco más el día. Sabela le dio su última carta. Le propuso visitar el viejo hospital de San Pau. Fue interesante pasearse por sus pasillos largos e imaginarse todos los pacientes que habían circulado por ellos. Sufrimientos y alegrías cogidos de la mano. Impresionantes salas y elementos artísticos, confiriéndole a aquel complejo sanitario una personalidad y una historia al servicio a la ciencia.

Mi riquiña tractoristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora