Júlia. Cádiz
Teresa pidió a Júlia hablar en privado. Pablo les sugirió ir a su despacho por más intimidad. Luego pidió a sus dos hijos que se fueran a dormir y los acompaño. Entraron al despacho en silencio. La morena estaba intrigada, hacía tiempo que no veía a su madre tan transpuesta. Se sentaron en las sillas y se agarraron de la mano.
- Hija, no sé por dónde empezar.- Agacho la cabeza, atenazada por el temor.
- Por el principio mama.- Y le sonrió.- ¿Quién te ha llamado de Cataluña? Jordi, mi padre biológico me dijiste que no tenía familia.
- Lo siento Júlia, te mentí.- La chica se quedo a cuadros y sin poder articular ninguna palabra. No comprendía nada.
Siempre le conto que su padre era hijo único y perdió a sus padres de joven. Se traslado a Barcelona, donde trabajo en una sala de fiestas de barman. Era un chico muy apuesto y un seductor nato. Por aquel entonces, ella terminaba de aterrizar en la ciudad condal, para buscar mejor fortuna. Sus destinos se cruzaron un día en una sala de baile y se enamoraron perdidamente. Nació ella. Pasaron por penurias económicas y se vio obligado a estar pluriempleado. No le bastaban las horas del día para vivir. De día trabajaba de ayudante de paleta y algunas noches de barman. Hasta que una mañana en un edificio se cayó desde la cuarta planta y se murió al acto. Sus existencias se pusieron patas arriba. Opto por regresar a su tierra y sentir el amparo de sus padres.
- ¿Y por qué lo hiciste?- fue capaz de articular tras recomponerse de aquella revelación inesperada.
- Metafóricamente era como si hubieran fallecido. No me juzgues sin antes escucharme.- Asintió y le narró la historia más triste de su corta vida.
Su padre era de un pueblo de la provincia de Lleida. Se conocieron en una sala de baile de Barcelona. Fue amor a primera vista. Lo que empezó como escarceo de fin de semana se fue convirtiendo en una relación solida. El chico era payes y el primogénito. Solo tenía un hermano, Luís. Sus padres no aceptaron su noviazgo. Todo se complico cuando Teresa se quedo encinta fuera del matrimonio. Sus suegros al saberlo, le amenazaron a desheredarlo si seguía con su idea de casarse.
- ¿Por qué te rechazaban?
- Mi familia era pobre y sin dote, me consideraban demasiada moderna, o quizás porque era andaluza. Aunque, no pienses mal. No todos los catalanes tienen prejuicios. Vivían en un pueblo chico y ya sabes esos sitios son muy cerrados.- Los justifico. Tenía razón, no se debía de generalizar.- Emigramos a Barcelona, cumplieron con sus advertencias. Nos casamos allí. Jordi trabajo como un loco para que no nos faltara nada. Ocurrió como siempre te explique. El cansancio hizo que se desestabilizara en su trabajo y se murió.- Sus ojos se le mojaron en volverlo a recordar.
- Mama, paramos y sigues mañana...
- Prefiero terminar hoy.- Se seco las últimas lágrimas y fue directa al grano.- Tus abuelos se hicieron cargo de su entierro. No obstante, no cambiaron de actitud, peor aún me culparon de su muerte. Eso que hice todo lo que estuvo en mis manos para que hicieran las paces. Siempre le insistía para que los llamara y no rompiera el contacto. Pese a todo eran sus padres. Incluso un año antes lo convencí para ir a visitarlos. Nos presentamos por sorpresa. Evidentemente, no se alegraron mucho... pero al menos te pudieron conocer.
- ¿Estuve en su pueblo?
- Sí, en Preixana. Tenías ocho años. Quizás no te acuerdes...
- ¿Jugué en un pequeño parque, donde había columpios, tobogán y arena blanca?- Le pregunto entusiasmada. Por fin, podría aclarecer donde vi aquella niña y como se llamaba.
- Sí. Estaba al lado de la casa de tus abuelos. Te llevamos allí para que no nos escucharas discutirnos. También aprovechamos para ver amistades de mi marido. Nos cruzamos con tu Tío, quién intento mediar. Fue lo único que hizo por ayudarnos.- ¿Te acuerdas de ese día?
- No del todo. Solo tenía un único recuerdo. De lo bien que me lo pase jugando con la niña que conocí allí. Puede parecerte raro. No sé... los niños pueden entenderse rápidamente. Pero ya sabe que tenía mi parte arisca y no todo el mundo entendía mi estilo de humor. No obstante, sentí que conecte con ella. Era tan mona, tan adorable, simpática... Y no sé porque esa tarde se me quedo tatuada en mi mente.
- Cierto. A parte, eras una niña muy temperamental.- Se rio brevemente.- Debiste pasártelo muy bien.
- ¿La viste?- Por su expresión facial supo ya la repuesta.
- Podría ser que la conociera... Pero aquel día fue muy intenso emocionalmente. Te recogimos y regresamos a casa.- Le removió el pelo e ironizo.- Los primeros amores no se olvidan.
- ¡Qué va! Si solo fue unas horas...- Le saco importancia. Se percato de qué era estúpido recordarlo. Por mucho que supiera su nombre no garantizaba nada. Puede que también estuviera de paso por Preixana. Dos forasteras que se cruzan por el camino y nunca más se vuelven a ver. Uno tiende a idealizar los momentos especiales y todo lo que les rodea. La niña que te pareció única, probablemente no lo era tanto.- Además, ya sabes que no creo en el amor a primera vista. Solo es pura atracción física.
- Cariño, la vida misma no suele ser racional. El ejemplo perfecto es la familia de tu padre. Pero ya te digo, con el tiempo a la mayoría pone a su sitio. Quince años después quieren rectificar. A tu abuelo le han diagnosticado un cáncer terminal. Le queda uno o dos meses.
- Es ley de vida.- Inquirió la joven de forma seca. No le latía tener compasión por aquel ser que giro la espalda a su propio hijo y familia. Teresa la miro con reprobación.- ¿Y bien, quieren que les perdonamos así de fácil?
- Verte y sí, disculparse. No les he prometido nada. Es algo que tienes de determinar tú. Por mi parte, ya no les guardo rencor. Jordi me amo sinceramente y se fue triste por haber roto con su familia. No son malas personas, estoy segura que si los hechos hubieran ocurrido de otro modo, habrían hecho las paces. También me fui lejos y no les di la oportunidad, al marcharme sin despedirme. Desaparecí sin más. Por último, no permitas que tu corazón se contamine de odio.
- Gracias mama. Me lo pensaré.- Se abrazaron y se fueron para la cama. El día siguiente lo debatieron con su padrastro y le aconsejo lo mismo. Dudaba mucho. Tampoco tenía mucha curiosidad para conocer a sus abuelos ni a sus Tíos y primos. Objetivamente, no se merecían nada, ni su compasión. Se tomo una semana para meditarlo. Las relaciones familiares podían ser muy complejas, incluso difíciles. A veces se podían parchear por el poder de la sangre. De todos modos, no existía peor condena que una familia nefasta, que te ignora, no te respeta y te amenaza si no la obedeces. A los amigos los puedes escoger mientras a la familia no. Por mucho que se negara a conocerlos, en su mente ya existían. Serían aquellas alimañas que distorsionaron la dicha de sus progenitores. Unos seres sin rostro que la habían despreciado de antemano. Su energía negativa la estaba tentando a hacerles pagar con la misma moneda.
** Nota de la autora**
Por ahora sigo... ¿Ira Júlia al pueblo de su padre?
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Mi riquiña tractorista
FanfictionLos recuerdos son entidades caprichosas, no puedes fijar el día ni la hora exacta que conociste a aquella niña sin nombre. Júlia, sólo se acordaba de lo bien que lo paso jugando con ella en el parque y lo bonita que era. Fueron unas horas que le pa...