Sweet Dreams ✿Yoonmin, omegaverse

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Jimin se acomodaba en el asiento del taxi, frunciendo el ceño al sentir el lugar tan incómodo. Miró por la ventana una vez más, notando que el cielo estaba muy nublado y que probablemente llovería.

No se sentía completamente cómodo con dejar Busan en esos momentos, ya que llevaba poco con Sweet Dreams en sus manos y quería que las cosas estuvieran en orden, en su ahora negocio. Seguido de eso, Taehyung seguía recuperándose de su violento celo, aunque sabía que las cosas irían mejor si reposaba en casa, ya que ver a Jungkook no era lo mejor.

"Si Taehyung ve a Jungkook y este no avanza en nada, el omega sería humillado una vez más y será peor para él"

Jimin recordó las palabras de Jin con un suspiro, al principio pensó que sería buena idea llevar al menor a Seúl con él, para que viera al cantante, pero al tener una larga y seria conversación con su mayor, consideraron que lo mejor sería que estos mejoraran y se pusieran de acuerdo en algo sobre su relación.

Mientras tanto, Jimin no sabía cómo sentirse. En los últimos días había estado muy sensible, en especial a los olores de otros alfas, por lo que no pudo entregar a sus niños a la hora de la salida, ya que el olor de otro alfa le hacía querer gruñir y alejarse. Estaba seguro que no era su celo, se sentía mayormente territorial que otra cosa.

Cuando habló con Yoongi y una chica había llamado a la puerta del mayor, con ese irritante tono y sus llamados al rapero, su lobo se había puesto muy celoso sin motivo.

Resulta que la chica es la relacionista pública de Jungkook y quería hablar con Yoongi para saber sobre lo que le había pasado con su celo.

"El cachorrito sacó los colmillos ¿uh?"

Yoongi lo había molestado por dos días, haciendo que cada día se avergonzara aún más por sus celos sin motivos.

Se encaminaba hasta la compañía de Namjoon y el mayor le llevaría al departamento secreto de Yoongi, en el cual pasaba sus celos y en sus vacaciones.

Se sentía nervioso porque sabía lo que esos días conllevaban, no solo era una visita a su pareja en unos días normales, no. Yoongi tenía su celo y su pareja predestinada estaría ahí para ayudarle.

Ayudarle, con su celo...

El lobo de Jimin se removió al ver a lo lejos del gran edificio de la compañía, sintiendo los nervios y la emoción por ver a su alfa burbujear en su interior.

Miró al pequeño Holly dormir en la maleta de trasporte perruno que compró hace unos días para el viaje, no pensaba dejar a Holly solito en casa, tenía que ver a su otro papá.

Abrió la pequeña puerta de tela que tenía la maleta y acarició la cabeza del perrito, haciendo que este se removiera y dejara pequeñas lamiditas en la mano del menor, haciéndolo sonreír y dejar los nervios de lado.

―Hemos llegado―habló el taxista, viendo a Jimin a través del retrovisor con una sonrisa amable.

Jimin sacó su mano de la maleta y hurgó en su bolsillo para pagar, dándole las gracias al amable taxista y bajado sus maletas y al perrito acompañante.

Caminó hacia la entrada y saludó a los vigilantes, quienes ya le conocían, caminó directamente hacia el elevador, dando un pequeño saludo a la secretaria, quien ya había sido informada de su llegada y subió al elevador, pulsando el piso indicado.

Holly ladró suavemente, pidiendo ser liberado de la maleta, pero Jimin no sabía si podía sacarlo o si era en contra de las reglas del edificio.

Se encogió de hombros y dejó la maleta viajera en el suelo, abriendo la puerta de tela y dejando que el cachorro saliera, agitándose y estirando sus pequeñas patas. Jimin sonrió enternecido y lo tomó entre sus brazos, dejando un beso en la cabeza del canino mientras miraba los números del ascensor subir, llegando hasta el número cinco.