Sweet Dreams ✿Yoonmin, omegaverse

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Jimin sintió a su lobo removerse dentro de sí cuando la voz del alfa líder se dejó escuchar, alzándose atento a cualquier movimiento que pudiera dañarlo o a su alfa.

La primera impresión de su padre no había sido del todo buena, parecía que el alfa mayor quería lanzarse sobre Yoongi y sacarlo a golpes de su territorio.

―Padre―Jimin se colocó de forma disimulada frente a su alfa, sin separar sus manos.

El hombre canoso lo miró con una ceja alzada, mas su mirada se suavizó, no dejando de ver de reojo al alfa desconocido detrás de su hijo.

―Jimin, no pensé que regresaras. Menos con un alfa de tu mano―Park Hansol veía el temblor en las manos de su hijo, algo que no había visto desde el día en el día que lo echó de casa, sintiendo a su lobo gruñirle, impidiendo de alguna forma que dañara nuevamente a su hijo.

―Necesito hablar con ustedes ¿Nos permite pasar? ―Jimin sentía que su corazón dolía por escucharse a sí mismo hablarle a su padre de forma tan seca, sin emoción. Hace años atrás su padre era su modelo a seguir principal, el alfa que prometió cuidarle de todo lo que pudiera dañarle.

Nunca pensó que él terminaría dañándolo más que nadie.

Yoongi no decía nada, porque sabía que el alfa mayor estaba alerta de cualquiera de sus movimientos. Si él decía algo, podía arruinar todo en pocos segundos.

El alfa Park tragó duro y dio tres pasos hacia atrás, dejando que la pareja entrara.

Jimin suspiró con tranquilidad cuando el problema no había pasado a mayores en ese momento, apretando el agarre en su mano con la de Yoongi, ambos transmitiéndose tranquilidad.

El rubio no pensó ver aquello, por lo que la sorpresa fue bastante grande cuando vio aquello en el mueble de los zapatos. Sus pantuflas de patitas de gato seguían en la entrada de la casa, a pesar de que él no se había aparecido por ahí hace mucho tiempo atrás. El par de pantuflas que habían sido un obsequio de su padre seguían ahí, limpias y colocadas con cuidado.

El alfa mayor se avergonzó cuando notó que su hijo estaba sorprendido por ver sus pantuflas ahí. No iba a admitirlo en voz alta en ese momento, pero siempre tuvo la esperanza de que Jimin llegara a casa, por lo que dejó el calzado en ese lugar.

No me odia, no eliminó aquello que les recordara a mí.

Yoongi miraba a Jimin con tranquilidad mientras se colocaba las pantuflas blancas que estaban para los invitados. Sabía que el menor tendría algunos conflictos durante la visita en la casa de sus padres, después de todo, él mantenía sentimientos de amor hacia ellos, a pesar de todo lo que había pasado y cómo estos le habían dado la espalda.

Cuando Jimin salió de su desconcierto, terminó de colocarse el calzado y miró a Yoongi con ojos ligeramente cristalinos, sus pensamientos le estaban aturdiendo, necesitaba saber lo que pasaría desde ese día en adelante.

Caminaron los tres hacia el salón de la casa, en donde Jihyun se encontraba sentado en el sofá, su celular en mano y sus piernas sobre el posa brazos del mueble.

―Park Jihyun, deja esa cosa a un lado, sino quieres que te lo quite nuevamente lo que resta del año―el alfa mayor habló fuerte, haciendo que el adolescente lo viera con sorpresa, acomodándose rápidamente en el sofá, dejando su celular en la mesa del centro.

El alfa menor se quedó con los ojos bien abiertos ante lo que su vista enfocaba en ese momento. No era el hecho de que su hermano estuviera ahí, no. Sino que este estaba tomado de la mano con el mismísimo Agust D, su ídolo, el mejor rapero que sus oídos habían tenido el placer de escuchar y el que era su crush por más de tres años.