⋆26⋆

24.8K 2.9K 1K
                                    

🐺📖

Jimin se estiró en el suelo con pereza, agitándose hacia los lados para quitar la ropa que había quedado sobe su cuerpo, dejándola en un rincón del salón. Era la hora del recreo y normalmente los niños pedían el jugar en el patio en sus formas lobunas, al menos los que ya podían transformarse, por lo que Jimin al ser un omega desarrollado, jugaba con los niños en el patio y les enseñaba cosas básicas lobunas, desde cazar a pequeños saltamontes, hasta revolcarse en la tierra.

Suran tenía al pequeño Sehunie entre sus brazos, el bebé aún no podía transformarse por su edad, por lo que solo veía a sus amigos jugar por todo el jardín.

Jimin se acercó al menor en su forma lobuna, enterrando su hocico en la pancita del menor, haciendo que este comenzara a reír a carcajadas.

―Jimin ¿No crees que sea buena idea llevarlo al patio con los demás? Tal vez así su instinto lobuno se comience a desarrollar―Jimin escuchó atentamente a la omega, asintiendo ante la idea de la pelimenta.

Suran se levantó de la silla y dejó a Sehun en el suelo, el bebé inmediatamente gateando hacia el lobo y apoyándose en su lomo. Ambos se dirigieron lentamente hacia el patio y los pequeños lobitos que correteaban por todo el lugar, agitaron la cola al ver al pequeño bebé en el patio, queriendo jugar con él.

―Bien, chicos. El maestro Jimin estará con ustedes, nada de morderse las orejas ni las colas en lo que regreso―Suran habló en voz alta y los lobitos aullaron en respuesta.

La omega se encargaba de cuidar a los cachorros que Jimin no alcanzaba a ver, por si alguno se accidentaba o comenzaba a pelear con otro, recientemente teniendo que vigilar a Lee, esperando que este no se acercara al popó de los otros.

Cachorros, en fila.

Jimin le habló a los lobitos, estos obedientes, se alinearon frente al lobo omega y se sentaron sobre sus patas traseras, esperando que el omega les indicara lo que harían.

Vamos a escarbar, escondí doce regalos para cada uno, cuando lo tengan deben regresar a la fila.

Jimin estaba a favor de desarrollar las actividades lobunas de los niños, para que estos tuvieran una mejor relación con sus lobos, así que creaba ese tipo de actividades para que los menores se divirtieran. Los regalos eran bolsas con algunos caramelos y un juguete.

¡Ahora!

Los doce lobitos comenzaron a buscar por la tierra del patio, utilizando sus narices como ayuda para encontrar el botín.

Jimin infló su pecho al ver a sus cachorros tan lindos, le gustaba ver que sus actividades tenían frutos en sus cachorros, esperando poder hacer lo mismo con sus hijos en el futuro. El sonido de su celular le hizo mirar, viendo el aparato brillar desde el bulto que era su ropa.

¡Sigan, cachorros!

Corrió hacia el bulto de ropa y tomó el aparato con su hocico, dejándolo parado sobre la silla que Suran usaba hace unos minutos, viendo que era una solicitud de videollamada de su alfa. Con su húmeda nariz apretó el botón para contestar y pudo verse en la pantalla, segundos después viendo a su alfa.

Aulló al ver la hermosa sonrisa de su alfa en la pantalla y agitó su cola feliz, llamando la atención de los lobitos, haciendo que detuvieran su búsqueda. Los que ya tenían sus premios acercándose igualmente.

― ¡Pero que lobitos más lindos veo! ―halagó en voz alta y todos los lobitos agitaron sus colas y saltaron, reconociendo al alfa de inmediato.

Sehun dejó de jugar con la tierra y levantó su cabecita al escuchar esa voz, levantándose con dificultad y gateando lo más rápido que sus regordetas piernas le permitieron, acercándose a Jimin.

Sweet Dreams ✿Yoonmin, omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora