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Yoongi jadeó cuando la conciencia volvió a su cuerpo, manteniéndose ligeramente mareado por el repentino movimiento. Lo último que recordaba era la emoción burbujeante que había azotado su cuerpo, de ahí en más, todo frío y negro.

Sabía que el embarazo de su pareja era algo que sucedería en cualquier momento, sin embargo, la noticia fue completamente inesperada para él en ese momento.

― ¡Jiminie, Yoongi hyung ya despertó! ―el alfa colocó su mano sobre su frente y se sentó sobre la cama, aun sintiéndose algo mareado. El grito de Taehyung le hizo recordar que su pareja embarazada estaba en la sala del departamento, esperando una reacción menos impresiva.

El omega rubio se asomó por el marco de la puerta, mostrando nuevamente el adorable suéter que había mandado a hacer para ese momento tan especial.

―Yoonie ¿Estás bien? ―Yoongi asintió con la vista perdida sobre la pequeña elevación que era el vientre de su pareja, pensando en que ahí se estaba formando un cachorro.

―Uh, sí. Solo estoy un poco mareado―Jimin asintió con una pequeña sonrisa, acercándose lentamente hacia su alfa, temiendo que se desmayara una vez más.

El lobo de Jimin se había sentido un poco inseguro ante la reacción del alfa, ya que no estaba seguro del todo que la noticia había sido bien recibida del todo, por lo que intentaba ser cuidadoso ante el acercamiento con el alfa.

―Y-yo...―Yoongi tragó duro cuando sintió los nervios invadirle una vez más.

¡No te vayas a desmayar de nuevo, humano imbécil!

El lobo negro habló con fuerza, logrando que Yoongi tomara algo de valentía para poder decir algo sin explotar en nervios, ya que eso podría mal a Jimin y no quería que se malinterpretaran las cosas.

― ¿Puedo tocar tu barriguita? ―Jimin se mordió el labio inferior mientras sonreía, acercándose más confiado al pelinegro, quien se mantenía en posición de indio sobre el colchón.

El pálido tomó el borde del suéter de Kumamon y dejó el pequeño bulto al descubierto, no queriendo quitar la prenda por completo por el frío que se colaba por las ventanas de la habitación. Con manos temblorosas posó ambas palmas sobre el vientre, sintiéndolo ligeramente duro, pero siendo blandito y suave a la presión.

― ¿Cuántas semanas tienes? ¿Fuiste al doctor para saber si se encuentra sano? ¿Me perdí su primera ecografía? ―el alfa bombardeaba con preguntas, una tras otra mientras acariciaba el vientre con suavidad, haciendo que Jimin riera por los notables nervios ante la situación, ya que él estuvo igual en su momento.

―Tengo cinco semanas, fui al doctor y dijo que por el momento todo se ve bien. Y sí, lamento que te hayas perdido la primera ecografía―el alfa asintió despacio, dejando salir el aire de su cuerpo, el cual había retenido por los nervios.

―Lamento el haberme desmayado, es solo que...la noticia fue muy inesperada para mí―el rubio sonrió con ternura y tomó el rostro del mayor entre sus manos, dejando un pequeño beso en los labios contrarios.

―También fue algo inesperado para mí, así que entiendo el cómo te sientes. Además estaba bastante inseguro con respecto a tu reacción, ya sabes, en unos días te vas al tour internacional y no sabía qué tanta presión sería para ti la noticia―el pálido abrió los ojos cuando la realidad cayó sobre sus hombros una vez más.

Sabía lo dañino que podía llegar a ser que un alfa se alejara demasiado o por mucho tiempo del omega en gestación, ya que este se encontraba en una situación más vulnerable, por lo que el lobo requería de la seguridad que su pareja le brindaba para sentirse tranquilo durante el embarazo. Una necesidad bastante dependiente, pero era lo que los lobos requerían durante la gestación de su cachorro.

Sweet Dreams ✿Yoonmin, omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora