Seis meses después
Puerto de Buenos Aires. Un gran barco se encuentra anclado y mucha gente de alta alcurnia sube en él.
Lizbeth Clarice Lejeoune Husein se encuentra sujetando una maleta junto a su hermana. La muchacha más joven abraza a su hermana y esta después de entregarle un beso y un abrazo largo sube abordo. Marizza queda parada y Julián Ferrari se le acerca, la abraza por los hombros y le da un beso en los labios. Ella sabe que Liz no vuelve por dos años y ni siquiera está segura de que vuelva en ese tiempo. Se abraza al chico que ha sido su novio por tres años y llora en sus brazos. Él le dice:
--No llores bebé. La loca de tu hermana va a volver y sino vuelve a lo mejor es para bien. Los dos sabemos que el hada no se llevaba bien con tu viejo y la situación ya estaba muy mal.
-- Liz siempre me cayó bien y a lo mejor en el barco se siente mejor y hasta se encuentra alguien que la quiera bien y por lo que ella vale.
Liz sube y entrega la maleta a un joven cargador que la lleva a su cuarto que comparte con Alexandra, la manicurista.
Liz baja y Julián le alcanza una maleta que tiene los elementos de trabajo que espera le sean útiles por un tiempo al menos.
Después de un último beso a Julián y Marizza y de dar a cada uno un sobre sellado con instrucciones de abrirlo cuando el barco haya zarpado, sube una última vez y la pasarela se quita en el momento en que el barco sale tocando la bocina.
Marizza y Julián miran el barco alejarse del puerto mientras se toman de las manos y luego se dan la vuelta y salen del lugar. Mientras Liz se balancea en las aguas del rio de la plata para alejarse de Argentina, de su familia, de aquella situación insostenible que ya no podía aguantar más. Se aleja de su hermana y del que en un futuro será su cuñado y padre de sus sobrinos.
Una campana se hace escuchar en el barco y una mujer hace ir a las muchachas a cubierta. Desde allí se siente el oleaje y los pájaros marinos.
Su nombre es Norma y es la encargada del SPA y la peluquera del mismo. Les explica el reglamento y las lleva al cuarto que está acondicionado para arreglar a los y las pasajeras del crucero y las deja allí para que arreglen las cosas que usarán.
Alexandra y Liz se ponen manos a la obra. El SPA abre en unas horas y les espera un largo trayecto donde las olas, las gaviotas y algún delfín serán todo el paisaje que las rodeará.
ESTÁS LEYENDO
Oportunidades en la vida
RandomLizbeth decidió dejar su vida atrás y aventurarse en las azules aguas del océano, en busca de algo que es casi imposible de conseguir: escapar de un pasado que le dejó profundas heridas, algunas aún sangrantes, y otras que parecían casi curadas pero...