Dos.

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BELLAMY

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BELLAMY

Debería haber sabido cómo reaccionaría Pax.

Cuando despertó en la plataforma de la criónica y encontró sus ojos verdes oscuros sobre él y soltó un suspiro de alivio, le fue difícil contener la alegría de volver a verla. De tenerla frente a él una vez más. Luego, Pax pestañeó y su mirada se volvió distante. Los recuerdos lo invadieron de inmediato y jamás deseó volver al tiempo atrás tanto como en ese momento. De poder hacerlo, cambiaría absolutamente todo. Trataría de ponerse en su lugar, de comprenderla... Pero ya era demasiado tarde.

Caminó por el pasillo, deteniendo un poco la marcha cuando se sintió un poco más tranquilo para que Pax caminara a su lado. Era mejor si Milo y Ezekiel los veía juntos en lugar de distanciados. No confiaba en ninguno de los dos, aunque Pax tenía razón. En cierto punto, la admiraba por la capacidad que tenía de ver la imagen completa mientras que Bellamy sabía que necesitaba un empujón para alcanzarlo. Siempre había sido así. Siempre pensaba en Octavia antes que en los demás.

Se detuvieron al final del pasillo donde una puerta de vidrio los separaba de la otra nave incrustada. Era diferente a la que habían usado para llegar al espacio. Bellamy observó una especie de sala vacía, pequeña, que terminaba en otra puerta gris con una diminuta ventana en la parte superior.

La puerta transparente se deslizó hacia el costado. Giró la cabeza para ver que había sido Pax presionando un botón rojo de la pared. Sus miradas se encontraron por un instante y fue ella la primera en romper la conexión para seguir avanzando. Bellamy inspiró, luchando por mantener la mente en blanco.

La siguió hasta la puerta contraria donde Pax golpeó tres veces.

—No hay ningún botón —comentó sin mirarlo.

Bellamy le echó un vistazo rápido a la sala para asegurarse que no se hubiera perdido ningún detalle. El lugar no tenía absolutamente nada extraño.

La puerta se abrió y Bellamy volteó. Era Ezekiel quien había abierto la puerta, sonrió al verlos de pie esperando.

—Con Milo supusimos que tendrían hambre —comentó Ezekiel, dando un paso hacia el costado para que ambos ingresaran a un pasillo de paredes blancas—. Síganme —pidió cuando ninguno contestó.

La verdad era que Bellamy no tenía hambre. Supuso que Pax tampoco, ya que apenas pestañeó ante las noticias. Caminando detrás, se tomó el atrevimiento de observarla mientras ella miraba con atención el lugar que la rodeada, deteniéndose por segundos en Ezekiel.

Ezekiel detuvo su andar ante otra puerta ubicada a la izquierda, la abrió en silencio. Ambos ingresaron y se encontraron con una sala acogedora, una mesa cuadrada en el centro y Milo de pie junto a una silla.

—Entren, entren —pidió con amabilidad. Pax fue la primera en tomar asiento junto a Milo mientras que Bellamy se sentó a su lado, enfrentado a Milo. Ezekiel ocupó el lugar vacío enfrentado a Pax—. Ha sido una conversación rápida —comentó Milo al sentarse.

Vagary ll || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora