Treinta y cuatro.

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BELLAMY

—¿No hay noticias de Pax todavía? —preguntó Octavia cuando acabó con su desayuno.

Clarke tomó asiento en la silla contraria, había estado los últimos minutos deambulando por el pasillo de la oficina de Esme esperando que saliera de allí con noticias de Pax; por la expresión en su rostro, Bellamy supo la respuesta antes de que hablara.

—No —replicó Clarke, apoyando los codos en la mesa e inclinándose rendida hacia delante—. Han pasado horas —añadió—. Se suponía que no llevaría tanto tiempo... ¿Creen que le ha pasado algo?

Bellamy no respondió, absorto en sus propios pensamientos. Octavia le echó un rápido vistazo antes de responder en voz baja aunque fueran las únicas personas en el comedor además de Harper, quien no había tocado bocado de su desayuno junto a Clarke.

—Seguro está bien —repuso Octavia. Bellamy captó que aún lo observaba de reojo—. Tal vez León todavía no tuvo la oportunidad de comunicarse —aventuró. El corazón de Bellamy se detuvo por un instante, ¿por qué razón no podría hacerlo? ¿Habían descubierto el plan de Pax y ahora mantenían a ambos cautivos? —. ¿Recuerdan cuanto tardó días en comunicarse luego que de escapáramos? —continuó Octavia manteniendo la voz baja. Bellamy la miró con atención, desesperado por alguna razón para calmar su corazón—. Saben que hay un traidor. Deben andar con cuidado, seguramente es eso y nada más —finalizó.

Clarke suspiró, echándole un vistazo a la puerta del comedor que se mantuvo tiesa en el lugar.

—Dijiste que no fuiste con ella, ¿no? —preguntó Clarke.

Bellamy pestañeó varias veces, obligando a su mente a concentrarse en lo que tenía en frente y no en las posibilidades oscuras donde Pax podría haber acabado.

—No quiso que la acompañara —contestó con una voz ronca. Carraspeó. Su rostro se había recuperado del llanto, pero su tono delataba la desolación—. Kia fue a buscarla y nos dejó un...

—¿Kia? —interrumpió Clarke, irguiéndose en su lugar con los ojos tan abiertos que su color celeste resaltó en su rostro pálido—. ¿Por qué no me dijiste que había ido?

Se encogió de hombros, sin comprender por qué era de vital importancia.

—No lo sé —replicó pero Clarke había hablado sobre él:

—Acabo de cruzármela en la sala, venía del jardín y parecía rara...

Los tres en la mesa la miraron con atención, esperando a que continuara mientras Clarke clavó los ojos en la mesa con el ceño ligeramente fruncido como si luchara por recordar algo.

—Ni siquiera me miró. Pasó rápido junto a mí hacia otra puerta que no sé dónde se dirige...

Bellamy se puso de pie de repente, haciendo que Harper y Octavia lo miraran en seguida y Clarke diera un respingo ante su brusquedad.

—A la mierda con esto —murmuró—. Iré yo mismo a la oficina de Esme.

—¡Espera! —exclamó Clarke, también poniéndose de pie cuando Bellamy había dado un paso hacia el costado—. No creo que sea una buena idea, ¿qué crees que te dirá?

Se encogió de hombros. A estas alturas lo único que aceptaría como respuesta era la voz de Pax a través de la radio asegurándole que estaba bien, que cumpliría con la parte de su trato y que estaba preparada para hacerlo.

—Bellamy... —Esta vez fue Octavia quien habló, aún sentada con el cuerpo hacia él. Bajó la mirada hacia ella, mordiéndose en el interior de la mejilla para no gritar—. Todos queremos que Pax esté bien —añadió en una voz tan baja que Bellamy creyó que solo él podía escucharla—. Pero tienes que pensar que puede haber miles de razones por las que aún no se ha comunicado y no tienen nada que ver con que esté en peligro. Si lo estuviera —se apuró con continuar cuando Bellamy abrió la boca listo para protestar—, ¿no crees que Milo ya hubiera dado un paso?

Vagary ll || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora