Ocho.

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BELLAMY

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BELLAMY

Los atisbó cruzando la cortina. Una presión se asentó en su pecho como si el oxígeno de la habitación hubiera desaparecido. Alejó la mirada hacia el mozo que pasaba por su lado y cambió la copa que había dejado vacía por una nueva.

¿A dónde irían? Tal vez debería haberle dado una señal a Pax, cualquiera, porque se quedara con él... ¿Estaría más cómoda con Ezekiel?

Bebió de la copa, incapaz de seguir pensando en Pax y Ezekiel. Había visto la forma en que él la miraba y lo a gusto que Pax se sentía. No podía impedirlo. Tal vez era para lo mejor.

Se acercó a una mesa donde estaba Murphy con un platillo de bocados con colores vibrantes. Se preguntó cómo era posible que siguiera comiendo esas cosas con color horrendo.

—¿Y Pax? —interrogó Harper, deteniéndose junto a Murphy. Llevaba un vestido color marfil con la pollera larga de tul y un escote prominente hecho de un encaje brilloso. Octavia la acompañaba y ambas apoyaron la copa de la que bebían en la mesa. Se mordió la lengua antes de pedirle a su hermana que dejara de beber. El alcohol en la bebida era fuerte.

—Con Ezekiel —replicó Murphy sin levantar la mirada del pequeño plato—. Supongo que se habrá aburrido de la fiesta —añadió echándole una mirada furtiva a Bellamy, quien giró la cabeza hacia la multitud. Deseó que todos se callaran de una vez por todas.

—Puede que esté hablando de la gente en la Tierra —arriesgó Octavia, pero incluso en su tono de voz denotaba la duda.

Murphy sacudió la cabeza.

—Estaba agobiada —repuso—. Me sorprende que haya venido —añadió ante la mirada interrogativa de Harper y Octavia. A Bellamy nunca le había agradado Murphy. Sin embargo, debía admitir que tenía un buen ojo, incluso cuando simulaba estar distraído por otras cosas.

—Bueno, ¿quién puede culparla? —preguntó Harper, dándole un sorbo a la bebida. El color rosado de sus labios quedó marcado en el vidrio de la copa—. Tiene muchas cosas en la cabeza.

—Todos tenemos cosas en la cabeza —soltó Bellamy sonando más brusco de lo que quería. Carraspeó esperando suavizar la situación. Harper ladeó la cabeza.

—Tú no te enfrentaste a Marcus Kane, Bellamy —argumentó con firmeza. Los ojos color miel se posaron en los suyos—. Pax no solo nos representa a nosotros —continuó—. Sino también a todas las personas que están en la Tierra, familiares nuestros.

Se balanceó en su lugar. No quería darle la razón. Estar a la defensiva era más sencillo que aceptar lo que Harper le decía.

—Yo creo que lo hará bien —interrumpió Murphy. Cuando Bellamy levantó la mirada, notó que Harper seguía con sus ojos en él como si esperara que replicara a su comentario en cualquier momento. Finalmente, dirigió su atención a Murphy—. Necesita nuestro apoyo, eso así —agregó, posando su mirada en Bellamy, quien estuvo a punto de replicar de mala gana—. Y también distraerse. Esperemos que lo esté logrando —añadió sin alterarse antes de llevar un bocado verde como un palillo a la boca.

Vagary ll || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora