¿Por qué? ¿Por qué, de todos los niños, le había tenido que pasar a Bohyuk?Ya en el coche, después de repostar gasolina, Wonwoo volvió a incorporarse a la autopista, con la idea de alejarse de la tormenta tanto como fuera posible. Durante los siguientes veinte minutos, la lluvia cayó de forma constante, pero nada fuera de lo común. El limpiaparabrisas apartaba el agua hacia los lados mientras él seguía conduciendo hacia su hogar. La lata de Coca-Cola encajada entre el freno demano y el asiento del conductor. Pese a que sabía que no le convenía, apuró la última gota e inmediatamente deseó haber comprado otra. Esperaba que la cafeína extra lo mantuviera alerta y centrado en la conducción, en lugar de en Bohyuk. Pero la atención que le prestaba a su hermano lo absorbía por completo.
Bohyuk. ¿Qué podía decir de él? Lo había criado desde su nacimiento.
Durante los últimos cinco meses del embarazo de su madre, había notado cómo se movía dentro de ella. Al nacer, todavía en la sala de parto, Wonwoo lo contempló y pensó que no había nada más bello en el mundo. Aquel sentimiento no había cambiado, aunque el trágico destino de sus padres le hayan dado un cambio dramático a su vida.
No se consideraba un padre excelente para su hermano. Simplemente lo hacía lo mejor que podía. Aceptaba lo bueno y lo malo. Buscaba alegrías en las pequeñas cosas, aunque, a veces, resultaba complicado. Durante los últimos años había hecho lo posible por tener paciencia con él, pero no resultaba fácil.
Una vez, Wonwoo le puso la mano en la boca a Bohyuk unos instantes para que se callara. El crío llevaba más de cinco horas berreando después de pasar toda la noche en vela, aunque de seguro que muchos de los padres del vecindario no consideraban que aquello fuera una ofensa imperdonable. En los momentos de tensión, Jeon intentaba mantener sus emociones a raya. Cuando notaba que su frustración iba en aumento, contaba despacio hasta diez antes de hacer nada. Si eso tampoco funcionaba, salía de la habitación para calmarse. Normalmente funcionaba, pero sabía que era algo positivo y negativo al mismo tiempo. Sabía que debía de ser muy paciente para ayudar a su hermano, pero a veces su comportamiento le hacía dudar de sus virtudes como padre.
Wonwoo no se consideraba una persona supersticiosa, pero no podía evitar interpretar los últimos acontecimientos como algo más que una simple coincidencia. Estaba seguro de que su pequeño hermano era un regalo de Dios. Ahora sabía que había llegado para reemplazar a su familia, ya que después del accidente que tuvieron sus padres, se quedaron solos. Aparte de Bohyuk, no tenía a nadie en el mundo. Inmediatamente, su hermano se convirtió en el centro de vida de Wonwoo, de su amor. Pero el destino es impredecible.
Por lo visto, no bastaba con todo su esfuerzo. El pelinegro llevaba una vida que jamás habría imaginado, totalmente volcada en su hermano; una vida basada en el progreso diario de Bohyuk, que Wonwoo anotaba con toda suerte de detalles en un cuaderno, tal y como su madre hacía. El menor, por supuesto, no se quejaba de los ejercicios que realizaban a diario. A diferencia de otros niños, él nunca se quejaba de nada.
Wonwoo echó un vistazo al espejo retrovisor.
—¿En qué piensas, pequeño?
Con la cabeza ladeada, el niño contemplaba la lluvia que el viento estrellaba contra las ventanas. Su mantita descansaba sobre su regazo. No había dicho nada desde que había vuelto a subir al coche. Al oír la voz, el pequeño desvió la vista hacia delante. Wonwoo esperó su respuesta, una respuesta que no llegó.
Los Jeon ahora vivían en una casa que antaño había pertenecido a sus abuelos. Cuando ellos fallecieron, su madre la heredó, y después pasó a manos del propio Wonwoo.
No era gran cosa; una casita construida en los años veinte sobre un terreno de una hectárea. Las dos habitaciones y el comedor no estaban mal, pero la cocina requería urgentemente electrodomésticos nuevos, y el cuarto de baño no disponía de plato de ducha. Tanto el porche delantero como el trasero estaban combados. De no haber sido por el ventilador portátil, seguro que se habrían muerto de calor. No obstante, no se podía quejar, pues así podía vivir sin pagar alquiler.
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Rescued ➳ Meanie
Fanfiction"El bombero voluntario Kim Mingyu siempre se ha sentido empujado a asumir grandes riesgos para salvar vidas sin problemas. Sin embargo, hay algo a lo que Mingyu sí le tiene miedo: enamorarse. Cuando una tormenta feroz llega al pueblo de Changwon, J...